El gobierno ordenó demoler los lomos de burro de 3 de Febrero
Tras la polémica por la mala construcción de los reductores de velocidad que terminaron con autos rotos, accidentes menores y muchas quejas, comenzó el martes la remoción total de lo construido para construir los nuevos de acuerdo a la normativa vigente.
El nuevo acceso a la ciudad por avenida 3 de Febrero duró tres días habilitado al tránsito. Desde el viernes y hasta el lunes las quejas de los automovilistas se multiplicaron y las manchas de aceite sobre el hormigón daban cuentas de roturas de carters de los vehículos dañados no por exceso de velocidad sino porque los lomos de burro tenían más del doble de la altura que fijan las normas vifentes.
La obra fue terminada por parte del departamento de obras de Coopser, que la tuvo a cargo bajo la supervisión municipal. En cada carril, tanto para entrar como para salir de la ciudad.
“Quisiera saber quién fue el arquitecto y cuánto cobró para hacer semejante cosa, que sólo va a terminar con un accidente, autos rotos, motos volando”, se quejó una mujer en la red social Facebook, en una publicación que generó polémica por el tema.
"Es de la única manera que bajen la velocidad, después cada uno opinará a su manera. Como siempre, habrá quien se queje y quien esté a favor, pero la velocidad la bajan seguro", consideró una mujer en la transmisión en vivo de Sin Galera.
Durante la mañana y la tarde del lunes, La Opinión registró imágenes en el lugar y no quedaron dudas tras la medición de la altura, el ancho y la señalización que tampoco obedecía a un trabajo que estuvo a cargo de profesionales y fue solventado con dinero procedente de la provincia pero también del Fondo de Obras Públicas Comunitarias que aportan los vecinos a una cuenta afectada de la Cooperativa y que luego deben devolver en cuotas. Hasta el momento no hubo pedidos de informes para establecer quien se hará cargo del costo, aunque la respuesta del ejecutivo es clara: debe ser la empresa adjudicataria. Claro que se trata de una constructora que también está solventada con el dinero de los vecinos. No es la primera equivocación importante, en 2017 instalaron una red de desagües sobre la mano equivocada en el Barrio Obrero.
Con martillos neumáticos hoy continúan los trabajos que darán lugar a la construcción de los nuevos reductores, esta vez en base a la ordenanza que los regula.