El Gobierno necesita 2,5 millones más por mes para hacer frente al aumento de municipales
Este jueves deben pagar los salarios, con el 5 por ciento de aumento acordado. El mes que viene deberán erogar los 1000 pesos al básico que destrabaron la negociación con uno de los sindicatos, mientras otro plantea reclamos. Antes del aguinaldo, el Ejecutivo necesitará alrededor de 25 millones para cumplir con los sueldos. El pago atrasado a Ashira complica la ecuación y el plan de “déficit cero” de Sánchez Negrete. El monto extra es el mismo que Guacone y Giovanettoni tenían como déficit mensual.
El Gobierno de Cecilio Salazar respiró aliviado la semana pasada cuando logró que el sindicato mayoritario de los dos que tienen representación para sentarse en la Mesa de Relaciones Laborales a discutir salario aceptó la oferta y dio por cerrada la paritaria para los empleados de la Municipalidad.
Aunque ATE resiste (ver recuadro), el acta de la asamblea del Sindicato de Trabajadores Municipales fue firmada por un centenar de afiliados que decidieron aceptar el 5 por ciento para abril y los 1000 pesos al básico con los que el Ejecutivo sorprendió en la última reunión, luego de dos propuestas que no alcanzaban a cubrir ni la mitad de lo que pretendían las organizaciones.
“Esto significa, con los 500 pesos de marzo, un 22,5 de aumento para el que menos gana”, explicó Juan Cruz Acosta y destacó: “No lo esperábamos”. El monto corresponde para el primer semestre y hay un compromiso de volver a debatir entre julio y agosto, para analizar un incremento salarial hasta fin de año.
En el gabinete celebraron haber detenido el anuncio de paro por 48 horas que estaba previsto y la escalada de conflicto que podía significar. Sin embargo, a pesar de la negativa de ATE, ya no es la disputa con los sindicatos lo que preocupa sino las posibilidades reales de cumplir con el aumento propuesto.
A contar monedas
El jueves es la fecha de pago, de acuerdo a la ley. Cuarto día hábil, el Ejecutivo debe reunir unos 15 millones para pagar los salarios de los trabajadores de planta, de acuerdo al nuevo esquema de liquidación.
En total, contando médicos -que reclaman en toda la provincia un nuevo aumento-, guardias, horas extras, concejales y funcionarios, a raíz del acuerdo el Gobierno debe contar con entre 24,5 y 25 millones mensuales para cumplir con el total de sueldos que debe pagar.
El viernes pasado alcanzaron a reunir el dinero necesario para abonar el servicio de recolección de residuos a Ashira, empresa que durante los primeros tres meses del año cobró en tiempo y forma, pero que ahora ya tiene un mes de deuda, que se suma a la que arrastra el Municipio desde la era Guacone.
El Secretario de Economía Mario Sánchez Negrete sabía el lunes que los fondos no estaban, pero trabajaba con su equipo para analizar cómo llegar a mañana con el dinero suficiente como para depositarles a los trabajadores. Ese día fue el primero en irse del acto de inauguración de la Policía Local (ver página 15). “Tengo un montón de cuestiones que resolver arriba del escritorio”, le dijo al intendente y salió, acompañado por el concejal Sergio Rosa.
El fantasma de la era Guacone
Sin posibilidades de cerrar con los trabajadores por un porcentaje mínimo, en el Ejecutivo hacen cuentas respecto de lo que significa el incremento de entre el 18 y el 22,5 por ciento que celebró Acosta y rechazó ATE.
“Cada punto significan 150 mil pesos”, había dicho Sánchez Negrete. La cuenta, entonces, da que el aumento implica entre 2,7 y 3,3 millones. “Son más de 2.500.000 pesos”, reconoció el Secretario de Economía, con cara de preocupación.
El número es, nada menos, que la suma que Guacone y Giovanettoni tuvieron como déficit mensual durante los dos últimos años de gobierno, los más deficitarios de la historia sampedrina.
“Hasta ahora, venimos sin déficit estructural”, dijo Sánchez Negrete, cuya planificación tiene -acaso tenía- como objetivo llegar a fin de año sin haber gastado un peso más del que ingresó a la Municipalidad.
Por el momento, su férreo control sobre los gastos le dio algunos resultados. También, es cierto, algunos dolores de cabeza y otros tantos enojos de quienes dentro del gabinete quisieran mayor premura para cumplir con sus tareas cotidianas.
Quienes analizan el devenir de la economía municipal desde la oposición consideran que el tiempo de la buena racha empezó su camino cuesta abajo, sobre todo porque el Gobierno comienza a sufrir el descuento del adelanto de coparticipación por 6 millones que envió Provincia, lo que significó un gran alivio.
En julio hay que pagar los 25 millones de pesos de salarios más el medio aguinaldo. La suma no está en las posibilidades del Ejecutivo ni siquiera con el mejor de los vientos a favor. Salazar y Sánchez Negrete esperan una ayuda especial de María Eugenia Vidal, al tiempo que esperan que el aumento de los médicos no ronde, como piden desde Cicop central, el 40 por ciento, porque ello implicaría no sólo el hecho de no poder afrontar el pago sino además el fin de una tregua en el conflicto con los profesionales de la salud que mantuvieron a raya a Guacone, con el Hospital apenas funcionando como servicio de emergencias.
ATE analiza medidas de fuerza
El miércoles pasado, a la cita para una nueva propuesta de aumento salarial para los trabajadores municipales sólo asistió el sindicato que conduce Juan Cruz Acosta, quien luego llevó la oferta a una asamblea que la aceptó, con un centenar de afiliados a mano alzada.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) no fue al despacho del Secretario de Gobierno porque consideró que la vía de la Mesa de Relaciones Laborales estaba agotada. El viernes por la mañana pidió intervención al Ministerio de Trabajo, para a la tarde sellar en asamblea el rechazo a la propuesta salarial.
“Se achata para los de arriba, si se toma como base a los recién ingresados puede dar un 22 por ciento, pero en el caso mío, por ejemplo, el aumento no llega al 16”, dijo a La Opinión el Secretario Adjunto de ATE, Heriberto de la Fuente.
“Queremos que venga el Ejecutivo a negociar”, señaló y ratificó el “mandato de asamblea” de no aceptar sumas fijas. “Queremos sentarnos a hablar de porcentajes”, aseguró.
No descartan definir medidas de fuerza si no hay novedades respecto de sus reclamos. Para el Gobierno, la paritaria municipal ya está cerrada.