El Gobierno cerró el primer semestre con un déficit de 55 millones
La diferencia entre los ingresos y los gastos es negativa, de 94 millones, pero los fondos extra recibidos permiten llegar al número final. El secretario de Economía Mario Sánchez Negrete confía en que podrá revertir la situación hacia diciembre. Área por área, cuáles son las que más gastaron. Sueldos, bonificaciones y horas extras, una pesada carga.
El primer semestre de 2017 del gobierno de Cecilio Salazar fue deficitario. El Ejecutivo gastó hasta junio más de 430 de los 605 millones de pesos proyectados y terminó con una diferencia negativa de más de 94 millones, que cerró contablemente en 55 por la inyección de 50 millones extrapresupuestarios, que permitieron incrementar el gasto. La cuenta es, entonces: 477 millones gastados contra 422 efectivamente percibidos. Son 55 millones de diferencia.
El secretario de Economía Mario Sánchez Negrete reconoció que el semestre terminó en rojo y aseguró que su preocupación está centrada en el cierre de diciembre, cuando espera revertir la tendencia que muestra la primera mitad del año, que coincide con la previa a las elecciones.
Con una masa salarial superior a los 38 millones de pesos, bonificaciones y horas extras al nivel de la cuestionada era Guacone, el peso del gasto en personal para el funcionamiento del Estado sigue siendo de lo más complicado de sobrellevar.
Intramuros de Palacio menean la cabeza porque no le encuentran la vuelta: Sánchez Negrete quisiera ajustar en ese sector, pero las decisiones finales las toma el intendente, cuya política de recursos humanos no difiere de otras que sumaron personal desde el día cero de su gestión.
Hacia afuera, el vocero del gobierno en el Concejo Deliberante, Iván Paz, dijo en la sesión de Rendición de Cuentas que no había que sorprenderse si se veía incrementar la planta de personal, las horas extras y los gastos, porque todo ello obedecía a que están “haciendo lo que había que hacer”, un lema que el poblado departamento de comunicación pública del Municipio –que en plena campaña se confunde con el de Cambiemos de manera ostensible y casi obscena– prefirió dejar de lado para el menos preciso “construyendo futuro”, significante vacío sobre el que muchos encogen los hombros dentro del gabinete.
Los gastos del primer semestre
El presupuesto 2017, de casi 606 millones de pesos, encontró al gobierno con un año electoral en el que hubo que apurar muchas obras anunciadas el año pasado –del que Salazar y Sánchez Negrete dijeron haber salido superavitarios en 15 millones, aunque los fondos afectados sin ejecutar sumaban alrededor de 35 millones–, incrementar salarios en 7 y 5,5 por ciento durante los dos primeros trimestres -lo que incluyó a funcionarios, concejales y al propio Jefe Comunal- e inyectar recursos extra a áreas como mantenimiento urbano, una de las que más dinero utilizó del que tenía previsto para todo el año.
La evolución de gastos por objeto indica que el Gobierno comprometió más de 508,5 millones para el primer semestre, de los cuales devengó 495 y pagó 430 millones. De los 50 millones extra, utilizó 46,6. En total, sumaron 477.345.86074 pesos los pagados durante la mitad de 2017.
Fueron 213 millones en sueldos, de los 419 previstos para todo el año. 35,5 por mes es el promedio. El Ejecutivo tuvo que recurrir a Provincia para pagar los aguinaldos. La administración Vidal remitió unos 15 millones no reembolsables para aliviar esa carga.
De los 38 millones que previó para todo el año en bienes de consumo, Salazar comprometió 34 y pagó 22,5. Es decir que el Estado ya consumió el 60 por ciento.
Para “servicios no personales” –cuenta que incluye servicios de comunicación; publicidad, impresión y encuadernación; viáticos; transporte y almacenaje; alquileres; seguros; conservación, reparaciones menores y construcciones temporales– previeron 106,5 millones. Al 30 de junio habían comprometido 134 y pagado 115 millones.
En “bienes de uso”, el Ejecutivo superó ampliamente lo presupuestado para el ejercicio en curso. Calcularon 22,6 millones, pero al cierre del primer semestre ya habían comprometido 84,5 millones. De ellos, pagaron 46,5 millones.
Las “transferencias” previstas para todo el año eran de 18,7 millones. Comprometieron 8 millones y pagaron 6,5.
Llamativo es el ítem “servicio de la deuda y disminución de otros pasivos”. El Gobierno le pidió autorización al Concejo Deliberante –que es el que aprueba los presupuestos– para destinar un millón de pesos para este objeto. En el primer semestre, el rubro presenta 34,7 millones pagados.
Los programas que insumieron fondos
El Rafam, el sistema contable que utilizan los municipios en la provincia de Buenos Aires, tiene unos casilleros formales que se llenan de acuerdo a lo que “más o menos” encaja, según reconocen en todo el territorio bonaerense quienes lo utilizan desde su implementación. El Tribunal de Cuentas, luego, es el encargado de verificar que lo formal cierre. De lo político se ocupan los concejales, que son los que analizan al año siguiente cómo utilizó el gobierno de turno el dinero del Presupuesto vigente.
En el estado de situación económico financiera a junio que el Gobierno hizo público de manera impresa, como es su obligación, el detalle de evolución de gastos por programa muestra un estado de subejecución en algunos, equilibrio en otros y sobre ejecución en varios. Es decir que en algunas áreas gastaron menos de lo que tenían previsto, en otras vienen bien respecto de la proyección y en varias están ampliamente sobrepasados.
Las que más se pasaron son “actividades centrales”, con 300 millones comprometidos y 288 pagados, de 250 millones que tenían asignados para todo el año.
El ítem “partidas no asignables a programas” también muestra un exceso: 29 millones pagados sobre 150 mil pesos proyectados para 2017.
Las delegaciones, que son tres más dos (Río Tala, Santa Lucía y Gobernador Castro más Vuelta de Obligado y Pueblo Doyle) comprometieron 11 de los 17 millones de pesos previstos. De ellos, pagaron 10,5 millones.
El cementerio viene bien: pagó 905.700 pesos de los 2,3 millones asignados.
El ítem “Desarrollo de planes habitacionales y escuelas”, que se alimenta de un fondo especial, está, como todos los años desde hace mucho tiempo, subejecutado al extremo: tiene 42 millones para todo el año y lleva gastados 1.641.483 pesos. Las escuelas se reparan con el Fondo Educativo. Las viviendas, no se sabe.
Servicios Sanitarios es de las que más gastó. Eran 15,3 millones los que tenía asignados hasta diciembre, pero ya comprometió más de 16. Hasta junio había pagado efectivamente unos 12,3 millones.
El mantenimiento de la red vial viene retrasado: pagaron 4,2 millones de los 11 previstos.
El área de Planeamiento Urbano no tuvo mucha actividad, al menos de la que insume recursos financieros: tiene 165 mil pesos gastados, de más de un millón asignados para el año.
Mantenimiento urbano estuvo muy activo y se nota en las calles de la ciudad. En el primer semestre, el área que depende de Ariel Álvarez comprometió más de 16 millones, de los que pagó 14. Para todo 2017 tiene asignados 22 millones.
Las actividades de promoción y desarrollo social tuvieron un gasto equilibrado: 5,2 millones de los 11,7 proyectados.
Comisiones de Fomento ahorró mucho presupuesto y gastó menos del 10 por ciento: 217 mil pesos es lo que pagó.
El área de Salud es la que mayor presupuesto tiene y, por lo tanto, la que más gasta. El hospital local está equilibrado, con un compromiso de 84 millones sobre 154; el de santa Lucía, 9,3 millones sobre 19; el de Gobernador Castro, 4 millones de 7,8; y los centros de salud 15,3 de 25,5; Bromatología, que también depende de Edgar Britos, gastó la mitad: 2,1 millones de 4,3 presupuestado.
El ítem deuda consolidada muestra 288 mil pesos pagados de 782 mil previstos.
Por su parte, Barbieri sigue haciendo gala de su condición de ahorrativo en el Concejo Deliberante: pagó 7 millones de los 19 que el cuerpo tiene asignados para todo el año.
La plata que había en caja
El primer semestre cerró con 5.000.000 disponibles. A ese número se llega con la suma de las cuentas del Estado local.
El déficit operativo se nota en la cuenta de Recursos Ordinarios, la que debe usarse para cubrir los gastos corrientes, como el pago de sueldos. El rojo es de 22.245.531,46 pesos. Significa un promedio de déficit mensual de 3.707.588 pesos. Un 50 por ciento más que el déficit operativo que arrastraron Guacone y Giovanettoni.
La otra cuenta que cerró negativa es la de Fondos afectados (de origen municipal): son 386 mil pesos abajo.
Luego, todas las cuentas muestran recursos disponibles al cierre del semestre. Algunos son llamativos, por cierto.
El fondo sojero cerró con 6,2 millones en caja; el Plan Nacer (dinero que envía Nación para prestaciones médicas gratuitas), 1.350.000; el Fondo Educativo, 800 mil pesos; un “Fondo de Seguridad Provincial” aparece con 339.857 pesos, mientras que otra cuenta con el mismo nombre y distinto número muestra una disponibilidad de 8 millones de pesos, a pesar de que provincia no muestra envíos a San Pedro por este ítem en sus informes (ver recuadro); el fondo de infraestructura que envía Vidal tenía a junio 7.714.776 pesos; la cuenta “fondo de terceros”, casi 3 millones; los jardines municipales, en total, más de 31 mil pesos.
Los millones que aportó Provincia
El informe disponible del Ministerio de Economía provincial que da cuentas de las transferencias de fondos a los municipios señala que hasta mayo, último mes publicado, San Pedro recibió casi 182 millones de pesos.
Su distribución es la siguiente: 2,8 millones por juegos de azar; un millón y medio para planes sociales; 500 mil pesos para tratamiento de residuos; $ 7.750.000 del fondo de fortalecimiento para municipios; 3,4 millones para inclusión social; 3,5 millones del fondo sojero; $ 15.652.853 en concepto de fondo educativo; cero pesos para el fondo de seguridad; 17,5 millones del fondo de infraestructura.
El déficit de Sánchez Negrete
Los recursos corrientes percibidos fueron de 371.336.203,16 pesos. Los gastos, en tanto, 465.686.641,87. El resultado, entonces, es un déficit de 94.350.438,74. Al agregar los 50,6 millones extrapresupuestarios que ingresaron, la cuenta queda así: 477 millones gastados contra 422 efectivamente percibidos. Son 55 millones de déficit al 30 de junio.