El gobierno busca modificar el sistema de la balanza, tras el robo
El hecho reveló que en Palacio poco y nada sabían sobre la trazabilidad del dinero. En el gabinete evalúan alternativas para evitar otros episodios. La responsable de trasladar los billetes fue sumariada y declaró en Fiscalía, donde tuvo contradicciones.
La revelación que hizo La Opinión respecto de la denuncia que radicó la empleada municipal del área de Inspección Carolina Moré sobre un asalto perpetrado por motochorros que le robaron un bolsín con 200.000 pesos de la recaudación de la balanza que cobra el canon por pesaje de camiones provocó un verdadero cimbronazo en el gobierno de Cecilio Salazar, cuyos funcionarios no salen de su asombro a raíz de lo sucedido.
El responsable final del dinero era el secretario de Seguridad, Eduardo Roleri, quien hizo mutis por el foro y con un pretendido interés de no “estorbar” la causa penal que investiga el robo y el sumario administrativo iniciado para evaluar las responsabilidades de Moré guardó silencio y no respondió consultas periodísticas sobre el extraño suceso
Moré, por su parte, declaró ante la fiscala Viviana Ramos y dejó algunos aspectos un tanto grises que en el edificio de calle Saavedra al 200 fueron considerados como “contradicciones” que despertaron suspicacias varias y que ahora forman parte de las hipótesis con las que trabaja la Justicia para la investigación del caso.
Las contradicciones de Moré
Carolina Moré es una empleada municipal de 41 años que ingresó a la planta de trabajadores del Estado local en 2016, en la camada de 20 nuevos inspectores que propuso sumar el entonces director del área Ángel Burgos. Su ascenso fue rápido y señalado por sus pares. Llegó a estar a cargo virtualmente cuando el titular estuvo de licencia y se ganó la confianza plena de Roleri. Al punto de que le asignaron la gran responsabilidad de retirar el dinero recaudado en la balanza para su posterior depósito en el banco.
Ante la fiscala Viviana Ramos, que la escuchó con el ceño fruncido y en algunos tramos un tanto sorprendida por la modalidad “administrativa” implementada, Carolina Moré dijo que era habitual que ella pasara a retirar el dinero por la cabina de pesaje y que el día del robo, el 26 de diciembre pasado, había pasado “dos o tres veces” y que la plata era entrega “en una hoja A4 cerrada con ganchitos”.
Relató que ese día fue primero a la siesta, momento en que se llevó un bolsín con alrededor de 230.000 pesos, y que luego, alrededor de las 22.00, antes de ser asaltada en la puerta de su casa de la zona de Gomendio y Ruiz Moreno, pasó por el otro bolsín, que contenía $ 200.000, botín del motochorro. Entre ambos retiros de dinero, fue a un club y a un cumpleaños, con el dinero encima, en una mochila.
En algunos tramos de su relato dudó respecto del monto y dijo que los 200.000 pesos que denunció como robados en la Comisaría no sería tantos, sino que, como señaló Roleri apenas La Opinión reveló el hecho, sería bastante menos.
La investigación ya está en marcha y los pasos a seguir son los de evaluar cada uno de los datos que se fueron recogiendo y volcarlos sobre la mesa. Hay videos aportados por la propia inspectora y que habrá que ver cuánto de reveladores son, también hay audios y algunos “nombres” que fueron señalados como “sospechosos” por conocer.
La fiscala tiene abiertos varios frentes dentro del mismo caso porque a la par de lo sucedido esa noche también se abocará a investigar porqué la causa llegó a su escritorio el día 2 de enero, una semana después de ocurrido el robo.
En Fiscalía se sorprendieron no sólo por esa demora sino porque desde el gobierno no hubo ningún llamado para dialogar sobre el tema, a pesar de que, aseguran en la Justicia, son bastante propensos a comunicarse cuando un caso les interesa particularmente.
Una cuestión de “prolijidad”
En Palacio se escucharon gritos. Los pocos que quedan en el gobierno con una preocupación por los aspectos formales sintieron el eco de la famosa frase de Sergio Rosa a Guacone: “La Municipalidad no es un almacén de barrio”.
“Somos una manga de desprolijos”, espetó un hombre de la mesa chica. La modalidad “caja de zapatos” explotó por el aire con el robo. Aunque aseguran que nunca se había acumulado tanto dinero y que esta vez sucedió por la fecha en que las fiestas de Navidad cortaron la semana, todos coinciden en que es necesario mejorar el modo en el que se rinde el dinero del pesaje de camiones en la balanza
El meticuloso director de Rentas, Hernán Abatángelo, explicó el sábado en Sin Galera la modalidad utilizada: “En el caso de pesaje, el procedimiento desde el inicio es enviar a emitir los talonarios, a imprimir a la imprenta, una vez emitidos Inspección los pasa a buscar, una persona firma el acta de retiro y empieza el control y cobro, que se hace en la balanza, la persona que retira el dinero lo deposita en el banco, trae el comprobante a Tesorería, que luego pasa a Contaduría para controlar con los talonarios retirados, se archiva la caja y los talonarios”.
Cada talonario entregado es responsabilidad del área de Inspección. Lo ideal en este esquema bastante “desprolijo” es que a diario se rindan los recibos, para evitar que se acumulen fondos.
“No debería existir el tema de efectivo, desde la Dirección de Rentas promovemos el uso de pago electrónico, tenemos que mejorar eso y deberíamos ir a un sistema prepago”, aseguró Abatángelo. Desde que existe el canon, eso es una expresión de deseo, una insistencia de Rentas que nunca se concreta.
La balanza debe pasar todos los vehículos de transporte, pero tiene especial atención en los areneros. “La recaudación anual indica que serían unos 150 camiones por día”, dijo el contador. La última rendición registrada fue el 18 de diciembre. Al 26 hubo apenas tres días hábiles en los que se recaudaron 430 mil pesos. A razón de 200 pesos por transporte pesado, son 2150 camiones, 716 por día.
“Esto no puede volver a pasar, hay que poner el foco en mejorar esto”, dijo Abatángelo, que en abril del año pasado denunció a empleados de su Dirección cuando detectó que cobraban coimas por dar de baja deudas de patentes.