El gimnasio de Mitre ya tiene piso flotante
El proyecto que inició el grupo de Maxi Básquet con el aval de la Comisión Directiva se extendió por poco más de un año y costó alrededor de un millón de pesos.
La idea surgió hace poco más de un año de parte de los “viejos” que los martes y jueves se juntan a jugar al básquet en el gimnasio de Mitre y los fines de semana compiten en la Asociación Zárate-Campana (ABZC) en certámenes para mayores de 35 y 45 años. Al principio parecía inverosímil, los números asustaban (800 mil pesos) y cada método para juntar fondos (entre ellos, polladas y rifas más una demostración de patín artístico) se veía escaso. La inflación tampoco colaboraba para que lo conseguido se sostenga en el tiempo.
En diciembre de 2016, con el intendente, Cecilio Salazar, como nexo, el por entonces presidente, Gustavo Amorín, se reunió en Capital Federal con el Secretario de Deportes de la Nación, Carlos Javier Mac Allister, para tramitar un subsidio por 200 mil pesos. “Fue muy bueno. No nos dieron una respuesta definitiva pero nos confirmaron que nos van a ayudar”, sostuvo quien fue hasta la semana pasada el máximo dirigente del Rojo y su lugar, tras 14 años, lo ocupó Germán Codó.
Fue el primer gran paso aunque la institución tuvo que esperar varios meses para recibir el dinero. Entremedio, en marzo, el Maxi Básquet comenzó a vender, mediante el Proyecto Pro Piso Flotante, m2 del parquet que abarca más de 500. Cada parcela tuvo un valor de mil pesos y los que adquirieron la suya participaron del sorteo de un televisor LCD que se llevó Sergio Rosa. Además, los compradores inscribieron su nombre en un banner colocado sobre una de las paredes del lugar. En total se rentaron 210 m2 y todavía se puede colaborar contactándose con la secretaría o con quiénes llevaron adelante la iniciativa.
A fines de mayo llegó el subsidio de la Nación e inmediatamente Mitre, que se hizo cargo del resto de la plata para lograr el objetivo, firmó la compra del piso flotante con la empresa Alto Paraná. En la presentación realizada en el espacio cubierto estuvo Salazar y, entre lágrimas, Amorín admitió que al principio “parecía un proyecto inalcanzable”. Y agregó: “Yo les dije que si entre todos lo podemos hacer, seguramente se iba a llevar a cabo. Fue más rápido de lo que esperábamos. Hoy firmamos el contrato con Alto Paraná y en tres o cuatro meses el sueño será una realidad”.
La instalación del suelo deportivo exigió diferentes reparaciones en el gimnasio ubicado sobre Ruiz Moreno con el principal objetivo de evitar la filtración de agua: se cubrieron goteras en el techo y cambiaron las aberturas de las siete ventanas laterales y tres del frente. Además, se quitó la jirafa que sostenía el aro que da a Obligado y se montó una columna de cemento para ganar espacio. Los bancos de suplentes y la mesa de control se colocarán en el sector opuesto al que estaban y se facilitará el acceso a los baños emplazados sobre Salta. Por último, en los próximos días comenzarán a pintar las paredes.
Si bien no fueron, como sostuvo Amorín, tres o cuatro meses, en noviembre llegó la madera y un mes después, el 11 de diciembre, trabajadores de Alto Paraná comenzaron a hacer realidad el sueño. La obra, que es una de las más importantes en la historia del club y costó alrededor de un millón de pesos, se extendió durante once días y en vísperas de Navidad el Rojo se hizo el regalo más relevante de los últimos años.
Mucha agua corrió por debajo del puente. Desde los métodos para obtener fondos hasta el saludo y aliento de diferentes personalidades del básquet como Diego Maggi (ex Selección Argentina que vivió en San Pedro y jugó en Náutico), Lisandro Rasio, Rubén Wolkowyski, Patricio Garino, Julio Lamas y Sebastián González. Sin embargo, lo impensado se cumplió y desde el año entrante una de las entidades más prestigiosas de la ciudad contará con un espacio renovado que disfrutarán cientos de basquetbolistas y patinadoras. Hasta el momento, las autoridades no confirmaron si harán una presentación formal aunque tienen varias ideas en mente, entre ellas la posibilidad de organizar un partido entre dos clubes de Liga Nacional (LNB).
San Pedro sólo cuenta con tres espacios cubiertos con piso flotante. El de Mitre se suma a los de Náutico y el Estadio Municipal que está en malas condiciones y necesita ser reparado.