El futuro está en sus manos

Los resultados y el reconocimiento de la gente están. En el 2007 fue elegida como la Revelación del año por los periodistas deportivos de la ciudad, fue mejor jugadora y también ganó el Pedro. Este año volvió a ser elegida como la mejor del año y se perfila para mezclarse entre las mejores cinco tenistas del país.
Ya no hay dudas que Candelaria Delucca es una de las figuras más preponderantes que ha dado el tenis sampedrino en los últimos años, y cuenta con un futuro extraordinario con sólo 13 años.
La temporada que se aproxima será muy puntual, pues debido a su actual posición en el ranking nacional está prácticamente obligada a jugar todos los Torneos importantes que se le presenten, sea donde sea. El Circuito COSAT (Copa Sudamericana de Tenis) es su principal anhelo y para ello se está preparando.
El único escollo que se le ha impuesto en su camino es poder obtener los fondos necesarios que la ayuden a costear los gastos que esta etapa le acarrea. Existe un contacto directo con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través del Dr. Elvio Macchia, y se espera una respuesta positiva. La misma que le permita estar vinculada al tenis grande del país.
En medio de un entrenamiento, Candelaria Delucca adelantó en que consiste su preparación y como marcha todo de cara a su inicio de temporada. “Este año empiezo con los COSAT. Resulta que el año pasado hice uno solo y para poder progresar debo jugarlos. Si puedo voy a jugar todos los Torneos, es un sueño que quiero cumplir”, dijo la joven jugadora.
“Este año es fundamental porque es mi segundo año en el Sub 14 y ya no me queda más margen”, dijo la tenista de cara a su futura participación. “Además tengo la oportunidad de estar entre las 10 mejores que es lo que me permite jugar el Circuito”, adelantó.
“Por estos días estoy realizando la pretemporada a fondo. Estoy entrenando con Germán Dalonzo y en lo físico trabajo con el profesor Fernando Fontela. Hacemos gimnasio, trabajos físico- táctico y voy a empezar con pileta”, contó la joven.
“Vamos de menor a mayor, porque en estas instancias lo físico es determinante para cualquier jugador. Lo físico es lo más importante, por lo menos para mí. En este nivel no se puede dar ventajas y mientras avanzamos con la preparación estamos comenzando a jugar de a poco”. “A fines de Enero empiezan las competencias, pero también depende del dinero”, volvió a recalcar la jugadora.
En medio de la charla, Delucca, tuvo tiempo para recordar sus comienzos y como se metió de lleno en esta disciplina. “Empecé a jugar a los cuatro años. Yo seguía a mi hermana Agustina, le agarraba la raqueta y me ponía a jugar. Ella (su hermana) jugaba muy bien y creo que ahora está arrepentida de haber dejado el tenis. Pero a mí me sirvió un montón para comenzar a practicarlo. Yo al tenis lo llevo en la sangre y gracias a Dios nunca se me cruzó por la cabeza abandonarlo”, confió la jugadora reconociendo que atraviesa por una edad en la cual se deben tomar decisiones y ella eligió el camino del deporte basada en sus condiciones.
“En esta etapa de mi vida como jugadora, la familia cumple una función importante, trascendental. Porque si no tenés el apoyo de ellos se hace muy difícil seguir adelante”, resaltó.
“La verdad que se me hace muy difícil pero las ganas que tengo pueden con todo. Tengo que viajar sola por todos lados porque mi mamá ya no me puede acompañar y entonces combino los micros con los de otras jugadoras para encontrarnos y acompañarnos a los partidos. Esto me gusta y le voy a meter para adelante sea como sea”, relató confiada la joven promesa.
Por último se la consultó sobre las posibilidades de estar junto a otras escuelas, de perfeccionarse o incursionar en el tenis de las grandes ciudades del país. “Desde mi punto de vista creo que no importa el lugar en donde se entrene o el nombre del entrenador, si tenés ganas y empeño todo eso queda de lado”.
Contundente y suelta para hablar como pocas veces se la vio, Candelaria Delucca pintó de lleno cual es su actualidad. Evidentemente condiciones le sobran y ganas también, pero en algún aspecto no todo depende de ella, aunque contagian las ganas y el coraje que coloca a través de las palabras.