El fiscal Leveratto habló sobre grooming, cyberacoso y pornografía infantil en escuelas
El titular de la Fiscalía especializada en ese tipo de ilícitos recorre colegios de las ciudades bajo la órbita del Departamento Judicial de San Nicolás para brindar charlas relacionadas con qué son y cómo se cometen esos delitos, y las herramientas de prevención. Ante chicos y chicas de entre 11 y 17 años, Leveratto habló con ejemplos del uso cotidiano que ellos hacen de las redes sociales. “Tengamos conciencia, tengamos cuidados y hagamos un uso responsable”, les pidió.
Personal de la Fiscalía Nº 4, especializada en delitos como grooming, cyberacoso y distribución de pornografía infantil vía internet, brindó charlas para los alumnos de los ciclos básico y superior de la secundaria del colegio San Francisco de Asís y para estudiantes de sexto grado de la escuela 6.
El fiscal Jorge Leveratto y el agente judicial Nicolás Lemme planificaron desde el año pasado una serie de encuentros en escuelas públicas y de gestión privada de las ciudades que dependen del Departamento Judicial de San Nicolás para explicarles a los estudiantes, potenciales víctimas, de qué se trata este tipo de delitos y cómo prevenirlos.
“La idea es darles herramientas, que sepan con qué herramientas pueden contar ante un caso de cyberacoso”, les contó a los chicos y chicas del colegio el fiscal Leveratto, que brindó una charla primero para el ciclo inferior, de primero a tercer año, y luego para el superior, de cuarto a sexto, y para alumnos del último grado de primaria en la escuela 6.
“Son delitos especiales, que se cometen por internet, y que les toca en particular a ustedes, por la edad en la que están y porque manejan todo el tiempo las redes sociales”, señaló. Grooming y pornografía infantil fueron los ejes.
Con videos explicativos en el que se abordaba cada delito, Leveratto les explicó los conceptos y las maneras de prevenir este tipo de ilícitos al que los adolescentes están expuestos en Facebook, Twitter, Instagram y otras redes sociales que utilizan a diario.
“Con perfiles falsos, fotos falsas, en las que parecen de la edad de ustedes, los siguen en las redes y empiezan a tener una relación con ustedes, a chatear, para ganar confianza y suelen transformarse en confidentes”, les contó y advirtió: “El tema sexual va a aparecer después, no de inmediato. Les va a empezar a pedir material de contenido sexual".
“Estas son cosas que han pasado y que hemos tenido en la Fiscalía, casos de San Nicolás, San Pedro -que hay un montón-, Baradero, Arrecifes”, señaló y explicó que el pedido de material sexual comienza con solicitudes de ropa interior para luego subir el tono y ante una negativa amenazar con publicar las otras fotografías. “Los empieza a presionar, esa es la metodología”, dijo.
“Hemos tenido casos en las que un señor de 28 años que trabajaba en un hospital empezó a chatear con chicas de segundo año y fue detenido en la esquina del colegio, porque había acordado para encontrarse con ellas”, relató.
Sobre pornografía infantil, puso el ejemplo del pediatra del hospital Garrahan, explicó los alcances de la calificación penal y señaló que “lo común son la publicación y divulgación de imágenes de menores de edad en actividades sexuales explícitas o en presentación de sus partes genitales”.
“Este delito no es ni más ni menos que compartir una foto de un menor de edad desnudo”, explicó y contó un caso de Ramallo en el que un estudiante divulgó una foto íntima de una compañera de colegio y advirtió: “Eso es delito, la ley no distingue si era un mayor o un menor. En ese caso, se allanó la casa y se secuestró todo”.
Leveratto fue claro ante los chicos y chicas que lo escuchaban: “Tomen conciencia: si reciben una foto de una persona menor de edad desnuda en una actividad sexual, sea de San Pedro, San Nicolás, Buenos Aires o de Holanda, si la comparten ya están cometiendo un delito. Después la causa irá a la Justicia juvenil, pero va a haber allanamientos, etc.”.
El fiscal explicó que esa actividad se detecta en todo el mundo gracias a convenios de las compañías como Google, Facebook, Instagram, etc. con la ONG The National Center for Missing & Exploited Children (Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados).
“El primer consejo: no compartamos fotos íntimas, porque cuando la mando no sé qué puede pasar, la persona que la recibe hoy me quiere, mañana no me quiere y no sé qué puede pasar; y si estamos en el otro lugar, y otra persona me pasa una foto porque hay un pacto de confianza, no la compartamos, porque un día nos puede tocar a nosotros”.
“Estamos monitoreados. No es para asustarlos, pero tengamos conciencia, tengamos cuidados y hagamos un uso responsable”, cerró Leveratto para luego responder preguntas de los estudiantes que escucharon con atención sus conceptos.