El fenómeno Candela Raviola: sus inicios en Pescadores, el apoyo de su familia y la mentalidad de superarse día a día
Especialista en espalda y mariposa, la nadadora de 14 años tuvo una temporada con poca actividad pero en los certámenes que se presentó, brilló, sobre todo en el Selectivo Nacional donde en dos pruebas mejoró sus marcas hizo el segundo mejor tiempo del país. El detrás de escena de una trabajadora silenciosa que tiene un presente excepcional y sueña con un futuro mejor, en voz de su entrenador, Sebastián Estévez.
Faltan minutos para que Candela Raviola participe en los 100 metros espalda del Selectivo Nacional que organizó la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos (Cadda) en el Cenard de Capital Federal y a su lado, en el natatorio Jeannette Campbell, entra en calor Andrea Berrino, la mejor espaldista de Argentina. Berrino tiene 26 años y Raviola, que se esfuerza por igualar sus tiempos, 14. En la carrera, la sampedrina quebró su propio récord y obtuvo el segundo mejor tiempo por detrás de la cordobesa. La escena, se repitió un día después en el mismo certamen pero en los 200 espalda.
Que una pequeña que está por entrar en la adolescencia se presente en un prueba donde participaron los mejores nadadores de Argentina con esa expectativa y anhelo, la hace diferente. “Tiene una actitud muy positiva, siempre apunta a la nadadora más difícil y a metas difíciles”, precisó a La Opinión su entrenador en Pescadores, Sebastián Estévez, quien le terminó de dar forma al prospecto que descubrió Daniela Villa y actualmente es su guía en su desarrollo como atleta.
“Tiene una capacidad de adaptación y superación muy rápida”
Estévez, sobre Candela Raviola
Candela empezó a nadar en el Azulgrana cuando tenía 8 años. Como todos, se incorporó a la escuelita donde Villa detectó su potencial, detalló Estévez: “Un día me llamó Daniela para que vaya a ver una nena que nadaba, fui y era Candela. Me dijo que me fije como empujaba y avanzaba en el agua. A mí no me gustó porque técnicamente era muy despatarrada, acelerada en todos los estilos, muy hiperactiva. No me convenció”.
“A los pocos meses, Daniela la empezó a llevar a encuentros de escuelitas. En uno yo fui a hacer mesa de control, la vi correr los 50 o 100 espaldas y un poco mariposa. Pensé ‘¡ah la pucha!’, cómo cambió en seis meses. Ahí Daniela la pasó a promocionales, corrió unas pocas carreras y la federamos”, completó Estévez. El club debió federarla porque, al lograr tiempos de nadadores de esa condición, lo exigen y, también, es injusto para los promocionales.
Siempre en voz de Sebatián Estévez, explicó que sus “avances fueron muy rápidos” y en el primer Nacional en Córdoba “obtuvo la marca técnica del torneo”. Posteriormente, se destacó en un Open, en otro Nacional con cinco medallas y descolló en el Torneo Paulista en Brasil donde nadó en “pileta corta y larga” y “bajó todas las marcas”, incluidas la de pares brasileños, un país con una larga tradición en la natación.
“Esa evolución que hizo de escuela a promocionales en seis meses, pinta un poco las características de Candela, que tiene una capacidad de adaptación y superación muy rápida. Cuando comete algún error técnico en algunas de las pruebas que ella nada, lo trabaja una o dos semanas y lo corrige”, detalló su profesor, uno de los de mayor prestigio en la zona. Y agregó: “También, se recupera muy rápido de cualquier actividad. Entrena fuerte elmiércoles y el viernes está dispuesta a nadar fuerte de vuelta. Su principal característica es la aptitud física y técnica”.
Raviola no sólo cuenta con la contención de un club y su entrenador sino también en su casa, de su familia que la ayuda con la alimentación, descanso, traslados, concientización, visualización y hasta la flexibilización donde su papá, Juan, es fundamental. Exarquero en equipos de la Liga Sampedrina (LDS), trabaja con su hija en esa faceta y, tal aseguró Estévez, “tenía cero flexibilidad y en seis mes la mejoró 100%”.
En el Campeonato Selectivo, Raviola no quebró el récord argentino de cadetes en 200 metros espalda en pileta de 50 metros por 4 centésimas pero, todavía con un año por delante en la misma categoría, va camino a hacerlo. De hecho, ya lo tienen en pileta corta (25 metros) que es en la que entrena en su institución.
Su especialidad son espalda y mariposa y Estévez precisó los motivos: “Yo insistí muchas veces en que nade los 200 combinados pero con pecho hay un tema que no termina de resolver que es la movilidad del tobillo. Después de este último Nacional que nadó los 200 combinados y no le fue bien la parte de pecho, decidimos concentrarnos en dos estilos competitivos, espalda y mariposa”.
Incluso, argumentó los objetivos a futuro: “La idea es dejar de lado los 200 combinados y dedicarnos a los 200 mariposa que es una prueba muy difícil que requiere técnica y resistencia. Vamos a tirar un tiempo oficial a fin de mes en el Metropolitano donde también va a tirar los 100 espalda de nuevo. Después hay que diagramar el 2021 que es una incertidumbre en todos los deportes”.
Raviola es, actualmente, la mejor exponente sampedrina. Lo es desde 2019 y el Círculo de Periodistas Deportivos la premió con la Perla Deportiva y la Revelación entre miles de atletas locales. Su entrenador analizó los porqué: “Se han juntado varias cosas necesarias con Candela para tener resultados en un deporte individual donde dependes solamente de vos”.
Y detalló: “Las condiciones son que tiene una aptitud física excepcional, los trabajos de fuerza afuera del agua los hace y asimila a todos, tiene muchas ganas, le gusta lo que hace, tiene capacidad para superarse y cada vez se concentra más que es fundamental porque ahora los pequeños errores son los que hacen la diferencia, son los que van a determinar que hagas un récord o no”.
“Tiene una actitud muy positiva, siempre apunta a la nadadora más difícil y a metas difíciles”
Estévez, sobre Candela Raviola
Por su presente, la sampedrina es evaluada constantemente por el Ente Técnico Nacional compuesto por los entrenadores de selecciones mayores quienes están “felizmente asombrados” por su “rendimiento a tan corta edad”. Sin embargo, Estévez puso los pies sobre la tierra y aclaró: “Pueden pasar miles de cosas, entra en una edad difícil. Ojalá siga creciendo pero no es la primera vez que nadadoras con tanto talento, a los 15-16 años entren en una meseta muy extensa o abandonen por una cuestión de cambios de intereses. Hay que disfrutar el momento, tener esperanza y planificar a que todo va a andar bien y seguir progresando”.
Por último, Sebastián Estévez sostuvo que la falta de competencia den 2020 por la pandemia de coronavirus le impidió a Candela “demostrar todo lo que es capaz de hacer” y deseó que lo haga en 2021: “Para todos los deportistas fue un año complicadísimo, más aun para los talentos que tienen una condición especial y al no poder competir es como que tenés un caballo enjaulado”.
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