Las baldosas que recuerdan a tres desaparecidos que estudiaron en la escuela Normal
El pasado viernes concluyeron las actividades de la Semana por la Memoria con un acto en el que fueron colocaas baldosas para recordar a tres desaparecidos sampedrinos: Enrique "Grillo" Ruggia, Esteban Cuenca y Graciela Rovini. La vicedirectora del colegio durante los años en que cursaron allí los recordó y trajo a la memoria anecdotas de aquellos años, entre ellas un viaje de egresados al norte del país.
El viernes culminaron las actividades por la Semana de la Memoria organizadas por la Mesa por la Memoria, la Verdad y la Justicia, que colocó junto a familiares, docentes y alumnos, baldosas en la vereda de la escuela Normal para recordar a tres desaparecidos sampedrinos víctimas de la dictadura cívico militar y el terrorismo de Estado que pasaron por las aulas de ese colegio: Enrique "Grillo" Ruggia, Esteban Cuenca y Graciela Rovini.
Fue una emotiva jornada, con familiares de los homenajeados, exdocentes de la institución y alumnos actuales, que, desde ahora, cada vez que bajen la escalinata principal del edificio de calle Bottaro leerán las baldosas conmemorativas y tendrán presente que hubo chicos y chicas que transitaron esos pasillos que fueron secuestrados, torturados, asesinados y desaparecidos durante los años de plomo que azotaron a Latinoamérica.
Entre los presentes estaba Emilse Orcelli de Keller, vicedirectora de aquellos años en los que Graciela, Grillo y Esteban cursaban el secundario, quien tomó la palabra para traer al recuerdo anécdotas que pudo compartir junto a ellos: "Los recuerdo tan jóvenes en esos años", comentó.
"Al que más recuerdo es al 'Grillo'. Un día se subió al techo y yo estaba desesperada pidiéndole que bajara, pero él desde ahí me gritaba a carcajadas 'señora quedese tranquila que no me va a pasar nada'", recordó con emoción durante el acto.
También recordó a "esos chicos llenos de ideales" que viajaron al norte como egresados y comentó: "Fue la primera promoción que eligió ir al norte en vez de ir a Bariloche a bailar, así que ahí ven ustedes los valores de los chicos".
Mercedes Alberti recordó "el último verano en San Pedro" de Graciela Rovini, con quien cursó el colegio. "Compartimos ese verano, yo embarazada de mi hija, Mariana, y ella con Matías gateando, íbamos todos los días al club Náutico. Lo tengo muy presente a eso".
"A ella le gustaba mucho la poesía y se llevó una antología de sonetos, con los que debe haber acunado a Matías y a Augusto", dijo y agregó: "Traigo a la memoria ese verano, porque no sabemos qué pasó después, y en nombre de todos quiero decir que queremos saber dónde está".
Lilian Ruggia, hermana de 'Grillo" trajo al relato el día en que ocurrieron los hechos conocidos como "la matanza de Trelew", en 1972. Estaban en la clase de química. "Nadie se interesó, pero ellos sí, ellos salieron hablando de esto, muy conmovidos, la noticia les había pegado".
Contó que Enrique y Esteban "eran muy amigos" y vivían en la misma manzana. Ellos les permiitó compartir intereses, anécdotas y vivencias desde muy chicos, cuando iban a buscarse en el triciclo, hasta los años de secundaria que forjaron sus ideales y la militancia.
"Hoy ya no están, los desaparecieron, pero están acá presentes defendiendo sus ideales, para que los pibes sepan lo que pasaron", fue una de las últimas y más emotivas frases para los allí presentes. "Tenemos placas porque no tenemos cuerpos", aseguraron.
En San Pedro se cuentan nueve detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico militar. El noveno del que se tuvo conocimiento es Alberto "Beto" Comment. Era colectivero en el conurbano y tenía 37 años la noche en que se lo llevaron a una comisaría y desde la que nunca más se lo volvió a ver.
Había crecido en el campo, en la zona de la escuela 18. Cuando cumplió la mayoría de edad se fue a vivir a Buenos Aires, pero siempre mantuvo el vínculo con su familia. A 41 años de su desaparición, su hija,que tenía 2 años cuando lo secuestraron, participó en la última marcha por memoria, verdad y justicia, el 24 de marzo pasado.