El Ejército preparó todo para instalar el puente en Vuelta de Obligado
Tras cuatro días en los que el pueblo estuvo incomunicado, personal del Batallón de Ingeniería de Campo de Mayo llegó el martes para analizar el terreno y hoy empezarían con las tareas. Instalan un puente Bailey, de uso militar, que soporta 45 mil kilos. Desde febrero de 2014 está planificada una obra que nunca se hizo.
Los vecinos de Vuelta de Obligado fueron noticia nacional producto del aislamiento que sufren desde el sábado pasado, cuando una vez más cedió el pavimento de la última alcantarilla después del puente del arroyo Los Cueros, justo después de la curva que desemboca en el acceso al pueblo.
Ayer martes personal del Batallón de Ingeniera Campo de Mayo del Ejército llegó a la localidad para evaluar el terreno. A cargo del Oficial Mayor Carreto, un ingeniero de las fuerzas armadas, eran 14 los que arribaban ayer y otros 35 los de hoy, para el desarrollo de las tareas.
Los hombres del Ejército instalarán un puente Bailey, un dispositivo de uso militar capaz de soportar unas 45 toneladas de peso, lo que rehabilitará el paso vehicular en el histórico paraje, que tiene a sus 300 habitantes sin poder cruzar en sus automóviles para cumplir con sus labores cotidianas.
El puente es una solución provisoria duradera que estará allí hasta tanto diagramen las obras necesarias para la reconstrucción de la alcantarilla, algo que se espera desde que en febrero de 2014 pasó lo mismo y el gobierno provincial de entonces envió enormes tubos que quedaron a la vera del camino, sin colocar.
Vuelta de Obligado tuvo a sus 300 habitantes sin poder salir del pueblo, pero también a una gran cantidad de turistas que estaban el sábado en el paraje y que se vieron atrapados por la situación ese mismo día, cuando a las 18.30 decidieron cerrar el paso vehicular por precaución.
La noche fue tensa en el histórico sitio. Turistas que habían llegado para participar de una fiesta de casamiento en un emprendimiento ubicado en el camino pudieron asistir, pero al regresar tuvieron que dejar sus autos “del lado de afuera”.
Otros, en cambio, tenían los vehículos en el pueblo y se fueron recién el lunes por la tarde, cuando el gobierno dispuso transporte para acercar a la terminal de ómnibus a quien deseara. Cruzaron una pasarela que habían colocado la noche anterior y saludaron a sus automóviles, que quedaron bajo el resguardo de los complejos turísticos donde se alojaban.
En Vuelta de Obligado había tres parturientas y el sábado a la noche no había pan. Para salir de la localidad, los vecinos tenían que llegar hasta la zona del corte -en algunos casos les quedaba a alrededor de 2 mil metros- y caminar dos kilómetros más hasta una estancia donde los servicios de transporte tanto escolar como de línea urbana podían girar y retomar hacia San Pedro.
El lunes hubo tensión porque los vecinos se resistían a que dispusieran un puente provisorio con rieles y durmientes. “Ponen esto, se van y no aparecen más”, sospecharon. El personal de Vialidad que había llegado el domingo para reparar la alcantarilla y que vio cómo al final de su trabajo todo se desmoronaba otra vez, intentaba dar garantías de que no sería así.
Los pobladores recibieron a la prensa nacional y compartieron pescados fritos al mediodía y pizzas a la noche. El Jefe Departamental de la Policía Dante Paolini fue al lugar mientras la Gobernadora Vidal anunciaba desde el CIC que ayer volvería el Ejército -el lunes habían estado representantes- para evaluar el terreno y colocar el puente, tarea que comenzaba este miércoles.