Patín artístico: Una puja de adultos que afecta a los deportistas que esperan la difusión de la actividad
De los cinco clubes que tienen el deporte, los cuatro que compiten lo hacen en diferentes asociaciones, no organizan enventos de manera conjunta ni para obtener réditos económicos y sólo coinciden en los nacionales. En el detrás de escena, algunos padres de las jóvenes atletas se desviven por las tapas de los diarios y para ello se valen de insultos y reproches. Por ello, desde la dirección de La Opinión, ante los insólitos planteos recibidos en los últimos meses, se analiza dejar de difundir la actividad.
El patín artístico es en San Pedro un deporte que reúne en América, Pescadores, Paraná, Mitre y Los Andes a cientos de deportistas, en su mayoría niñas menores de edad. De los cinco clubes, los primeros cuatro están afiliados a diferentes asociaciones (el Albirrojo en ADEPA, el Rojo en la de Provincia de Buenos Aires, los de la ribera en la UEP y el Sabalero en la Rioplatense), no organizan enventos de manera conjunta ni para obtener réditos económicos y sólo coinciden en los nacionales.
En ello se explica el feroz detrás de escena de la disciplina en las entidades que tienen competencia. Padres se desviven por ocupar las tapas de los diarios y redes sociales en ocasiones relatando sucesos verosímiles o no contra otro club o entrenador que no sea el de su hijo. Siempre es más relevante que hizo o no el otro, a veces dentro de una misma entidad.
Las contiendas reflotan en certámenes en el que coinciden patinadoras de dos o más clubes o en la Perla Deportiva, la fiesta que organiza cada diciembre el Círculo de Periodistas Deportivos (CPDSP) con el fin de galardonar al atleta más destacado del año con cada disciplina. Curiosamente, los especialistas en la materia que desarrollan cada año el evento deben lidiar con planteos insólitos en los que echarle tierra al de al lado es más importante que esgrimir los motivos propios para merecer el premio.
En el medio quedan las chicas y chicos que se suben a los patines con el objetivo primordial de divertirse, aprender el deporte y, si las condiciones lo permiten, competir. La Opinión acompaña desde hace años el esfuerzo de los clubes, padres y patinadores como los de cualquier otro deporte. Sin embargo, ante los planteos recibidos en los últimos meses y una guerra en la que se lo ubica como arma para atacar al rival, la dirección del medio analiza dejar de difundir la actividad hasta tanto no solucionen sus incovenientes internos y de egos que no conducen a ningún destino y sólo lastiman los deportistas.