El día que Gendarmería desmanteló una camioneta municipal en busca de drogas
El hecho no trascendió hasta ahora, pero sucedió camino a Rosario, cuando un móvil de la Municipalidad se dirigía en un traslado habitual desde la Secretaría de Desarrollo Humano. La reconstrucción que pudo hacer La Opinión da cuentas de que buscaban drogas y que hasta tendrían a una persona identificada, que no estaba en el vehículo y que sería integrante del plantel estatal.
En el ambiente policial, judicial y político se dice que nadie que esté vinculado a la comercialización de drogas puede “trabajar” si no tiene algún grado de connivencia, protección o complicidad por parte de alguno o de esos tres poderes, cuya tarea frente al narcotráfico es prevenirlo y combatirlo.
Las historias que se cuentan en cada ámbito son todas verosímiles, pero siempre muy difíciles de probar. A veces parecen historias imaginadas por guionistas de thrillers taquilleros. Hasta que la realidad supera a la ficción. Hasta que un hecho permite devanar la enmarañada madeja y establecer los vínculos que llevan desde dependencias estatales a oficinas de abogados, pasando por despachos donde se toman decisiones importantes para la vida cotidiana de la gente común, por lo general ajena aeste tipo de entretelones.
Varias semanas atrás, un móvil municipal fue detenido por Gendarmería Nacional en la ruta 9. Personal uniformado y de civil inspeccionó todo el vehículo en busca de drogas. Tenían identificada a una persona que no estaba allí en ese momento y se miraron entre ellos como quien sabe que podría haber sido esta vez pero no fue.
El tema no trascendió y las personas que en ese momento estaban en el vehículo nunca hablaron. Aun así, La Opinión logró reconstruir lo que pasó ese día.
“Revisen todo”
Era un día normal para las labores de Desarrollo Humano. Una camioneta de traslado salió cargada de gente rumbo a Rosario. Cuando cruzaron el peaje de General Lagos, la Gendarmería los paró. Parecía un operativo de control habitual, pero no lo era.
Los efectivos uniformados convocaron a otros que estaban de civil. Hicieron bajar al chofer y a los pasajeros. Uno de los que viajaba contó a este semanario que al conductor lo llamaron por su apellido y le dijeron que se quedara tranquilo, que sabían que él “no tenía nada que ver”.
Nadie supo con precisión qué pasaba sino hasta el final del operativo, luego de que desarmaran todo el interior de la camioneta, incluidos los paneles de las puertas, para verificar que no hubiera algo de lo que buscaban: drogas.
Otra de las fuentes con las que La Opinión reconstruyó aquella jornada refirió que antes de que subieran al vehículo escucharon a uno de los civiles hablarle al chofer, mientras le devolvía la documentación del rodado: “No salgas nunca sin revisar la camioneta”, fue el consejo que le dieron.
Ninguno de los consultados por este medio supo decir a quién se referían, pero los efectivos que intervinieron en el caso hablaban de una persona que sería empleada municipal y al que estarían investigando desde hace tiempo.
Evidentemente, creían que en el móvil de la Secretaría de Desarrollo Humano viajaba otra persona y, por lo visto, esperaban encontrarle “algo” relacionado con la venta de drogas.
¿Qué y a quién buscaban?
Entre los blancos que tienen en la mira los investigadores de la comercialización de drogas en la región norte de la provincia de Buenos Aires y el sur de Santa Fe aparecería una camioneta de similares características, a la que habrían observado durante los fines de semana ir y venir desde Rosario, capital nacional de la distribución de estupefacientes y sede de las disputas narco más sangrientas del país en los últimos años.
Fuentes del Ministerio de Seguridad confiaron a La Opinión que la investigación lleva su tiempo y la colaboración de diversas fuerzas. Automóviles de alta gama, al mismo tiempo que camionetas similares a la inspeccionada aquel día en la ruta, aparecerían filmados en ciertos barrios donde conviven y confluyen pobreza, drogas y asistencialismo.
En el Gobierno municipal hay quienes están al tanto de todos estos temas. No hablan oficialmente porque no quieren “interferir en la investigación”. Pero fueron los que recomendaron que cierto personaje fuera removido de una jefatura que le dieron en la Municipalidad en los últimos meses, “por las dudas”.
Las versiones indican que hay muchas cosasque abren sospechas: la construcción de una casa ostentosa, un salario oficial nada abultado, allanamientos fallidos, aceitadas relaciones con reconocidos estudios jurídicos de renombre en toda la provincia y cultivado perfil bajo a pesar de una personalidad histriónica característica.