El Delta en Peligro
El Defensor del Pueblo de La Nación Eduardo Mondino, dictó el Viernes una resolución en la que reclama la creación de un área protegida que abarque el Delta del Paraná y sus islas, y que prevenga posibles futuros incendios. El Ombudsman, además, hizo un llamado de atención a las autoridades sobre la situación ambiental del Delta del Río Paraná, ante la avanzada ganadera y sojera. Sigue pendiente la atención de la situación humanitaria de los pobladores de las islas, sobre los cuales pesa un inminente desalojo.
El pasado Viernes, el Defensor del Pueblo de la Nación Eduardo Mondino emitió, luego de varios meses de trabajo, una contundente resolución sobre los incendios en el Delta.
Desde que los fuegos en las islas comenzaron a representar un problema más grave del que representan habitualmente, a la Defensoría del Pueblo de la Nación comenzaron a llegar montones de solicitudes de intervención, vinculadas a los incendios.
En todos los reclamos, se indicaba que el humo estaba ocasionando trastornos respiratorios, insomnio e irritación de ojos y garganta para toda la ciudadanía.
Pero el siniestro vial ocurrido en la madrugada del 9 de Abril de 2008 en la Ruta Nacional N° 9, a la altura de San Pedro, fue quizás la primera y más contundente prueba de cómo el humo se estaba constituyendo en una amenaza a la seguridad y la salud de las personas. Allí murieron cuatro personas y resultaron heridas otras cuarenta a causa de la falta de visibilidad ocasionada por el humo.
Incluso, consta en los expedientes de la defensoría, un ejemplar de la Edición 836 de La Opinión en el que se anticipaban “las complicaciones que el extraño fenómeno del humo mezclado con niebla pudieran generar en el tránsito”.
El siniestro dió lugar a la primera acción judicial del Defensor del Pueblo de la Nación en relación al humo. En esa oportunidad realizó una presentación ante el Juez Federal Villafuerte Ruzzo de San Nicolás para que el Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) y la propia concesionaria Vial 3 indicaran “qué medidas adoptaron para intentar prevenir la tragedia”.
Finalmente, y ante el agravamiento de la quema de pastizales verificada en las islas del Delta durante el último tiempo que afectó directa o indirectamente a más de 15 millones de personas de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Defensor del Pueblo de la Nación Eduardo Mondino, le ha reclamado a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación que promueva, con carácter urgente, la creación de un área protegida interjurisdiccional que abarque la totalidad del Delta del Paraná.
¿Quién prendió el fuego?
Evita Eduardo Mondino, en el informe emitido el pasado Viernes, elucubrar complicadas teorías conspirativas para descifrar los motivos verdaderos de los incendios en las islas.
A diferencia del discurso oficial en tiempos en los que el humo llegaba hasta el obelisco, cuando se produjo una cacería de brujas en busca de los presuntos culpables de la quema de más de 200.000 hectáreas del Delta, Mondino le apunta a razones mucho menos espectaculares para los incendios: varios meses de sequía, una cultura del uso del fuego para las actividades productivas y una importante cuota de inoperancia estatal para eliminar los focos ígneos cuando todavía se estaba a tiempo.
Aunque parezca insólito, el Dr. Mondino denuncia que fue la Defensoría del Pueblo, el primer organismo en requerir la información satelital sobre los puntos de calor en las islas a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales. Esos datos, tan determinantes para trazar una estrategia de combate contra el fuego, llegaron a manos de quienes combatían los incendios recién el 18 de Abril de este año. Es decir, nueve días después del accidente en San Pedro, cuando los incendios tomaron estado público.
La imagen más contundente de la inoperancia de las distintas agencias encargadas de combatir los incendios por esos días, fue la de bomberos muñidos de precarias “guachas”, puestos a posar ante las cámaras de televisión, intentando mostrar actividad frente al mal humor social que generaba el humo. En San Pedro, mientras tanto, un pequeño grupo de ciudadanos autoconvocados demostraba que existían formas mucho más eficientes para apagar el fuego en las islas.
El Delta en peligro
En la resolución, el Ombudsman de la nación aprovecha para hacer notar la situación actual de los humedales del Delta del Río Paraná, “que se encuentran entre los sistemas más productivos y de mayor relevancia ecológica de la tierra” según consta en el documento.
Sin embargo, es actualmente una región considerada “en peligro” por la comunidad científica internacional y con alta prioridad de conservación a escala regional.
Se han identificado en la misma más de 700 especies de flora y doce grandes unidades de paisaje que contienen más de 30 comunidades vegetales diferentes de bosques, pastizales, pajonales, juncales y lagunas que se han visto fustigadas por los incendios. Además de las 580 especies de vertebrados que habitan en la zona de islas, 37 se encontrarían actualmente en alguna categoría de amenaza a nivel mundial o nacional por encontrarse en peligro de extinción.
“Decisión Inaudita”
En el contexto actual del Delta, con el tremendo avance de la ganadería en las zonas más bajas de las islas, e incluso con la incipiente utilización de ellas para la siembra de soja, Eduardo Mondino calificó como “inaudita” la decisión del Gobierno de Entre Ríos en el 2004, de someter a arrendamiento a todas las islas fiscales de la provincia, lo cual derivó en el otorgamiento de nada menos que 111.000 hectáreas a más de 100 productores para uso ganadero.
“Es inaudito que una autoridad provincial habilite la transformación de tal magnitud en un ecosistema sin una evaluación estratégica de impacto ambiental” dijo Mondino en su informe.
Como consecuencia directa de estas medidas, el INTA señala que en los últimos tres años las cabezas de ganado ascendieron de 60.000 a 1.000.000 según un conteo realizado en otoño pasado, muy por arriba de lo recomendable para esa superficie (185.000 a 270.000) y se multiplicaron los terraplenes y endicamientos ilegales para convertir el humedal en terreno apto para la hacienda.
Incluso, según Mondino, el INTA pretende, en los próximos años, incentivar la forestación para pasta celulósica y sistema silvopastoril de cría en el Delta Inferior entrerriano; la actividad forestal pura y diversificada con apicultura, mimbre y fruticultura, agro y ecoturismo en el Delta Inferior bonaerense; la ganadería de invernada con infraestructura adecuada en el noroeste del Delta Inferior y porción este del Delta Medio entrerriano; y la ganadería con invernada extensiva sin infraestructura en el centro y oeste del Delta Medio y en el Delta Superior. A esto se le suma el avance de los emprendimientos inmobiliarios sobre zonas naturalmente bajas e inundables mediante rellenos y terraplenes, que impiden el normal desarrollo de los humedales. “El uso productivo del Delta se encuentra en aumento, con nula planificación ni control estatal del impacto ambiental” decía Mondino haciendo pública una denuncia que desde hace tiempo vienen pronunciando en voz baja los lugareños.
En este escenario, y según las conclusiones de la defensoría del pueblo de la Nación, es de esperar que los incendios de gran magnitud se repitan o incluso se incrementen en el futuro.
La resolución de Mondino
Esencialmente, la principal recomendación que realizó el Defensor del Pueblo de la Nación a las autoridades, fue que se promueva, en forma urgente, la creación de un “área protegida interjurisdiccional”, que abarque la totalidad del Delta del Paraná y sus islas. El Ombudsman pretende evitar con esto, que las distintas jurisdicciones “se pasen la pelota” sin hacerse cargo de la situación en caso de un futuro incendio, o para defender las condiciones medioambientales de la zona.
Pero además, en la misma resolución, el Dr. Mondino solicitó que se adecue el funcionamiento del Plan Nacional de Manejo de Fuego para garantizar su efectividad en la prevención y lucha contra los incendios.
Al Ministerio del Interior, pidió que ponga en marcha un sistema de prevención y acción frente a emergencias y catástrofes nacionales, incorporando un mecanismo de alerta temprana, y a los Gobernadores de las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos que evalúen la posibilidad de suspender la autorización de nuevos emprendimientos o cambios en el uso del suelo hasta tanto no se apruebe y aplique el antes mencionado Plan de Manejo.
La cuenta pendiente: La estafa a los isleños
Después del lapidario informe emitido por El Defensor del Pueblo de la Nación, en el que advierte y demuestra la parsimonia y la lentitud estatal a la hora de actuar en los incendios y en la preservación del ecosistema del Delta del Paraná, queda pendiente una cuestión importantísima en la agenda de políticas públicas sobre las islas: La estafa que se intenta perpetrar sobre los isleños, descendientes de generaciones de lugareños, a quienes se pretende desterrar de sus tierras a mano de pseudo propietarios, que se hicieron de los títulos de propiedad de las islas a través de incalificables estrategias.
Tal como lo publicara La Opinión en numerosas oportunidades, representantes de empresas que operan en las islas engañaron a los pobladores de la isla, haciéndoles firmar contratos de “comodato” para poder acreditar posteriormente la propiedad de los terrenos y expulsarlos en cuanto exista una oportunidad.
Esta situación ya ha sido informada a la repartición presidida por el Dr. Eduardo Mondino a través de los canales administrativos correspondientes y se espera que el Defensor anexe esta cuestión a su agenda de trabajo sobre las islas del Delta Paranaense.