El debate es por la igualdad
La discusión a la que asistimos por estos días por el matrimonio gay es una discusión sobre la igualdad de derechos de todas las personas. Cuando los que se oponen hablan de leyes naturales están insultando a muchos, deberían saberlo. No se puede llamar “anormales” gratuitamente a la gente.
Las leyes de este país se hacen para todas las personas, sean de la religión que sean. En Argentina conviven católicos, evangélicos, judíos, musulmanes, entre otras religiones. Y no se puede legislar de acuerdo a lo que dice cada doctrina.
La Constitución adhiere a los pactos internacionales que respetan los derechos de las minorías, lo mismo debe hacer el Congreso. Después que cada uno, en su individualidad, actúe en consecuencia con la doctrina religiosa que profesa, lo que no está mal, el problema es que con la Biblia o el Corán no se puede gobernar un país.
Julián, un heterosexual que respeta a los otros