El correo tuyo, mío o nuestro
Seis años después del fin del contrato de concesión, el servicio de correos, ahora en manos del Estado, sigue recibiendo las mismas quejas. Las cartas con facturas llegan después de la fecha de vencimiento y las oficinas locales no dan abasto con el personal que trabaja en la actualidad.
La situación del Correo Argentino es, por lo menos, extraña. En medio de dudas jurídicas respecto de reestatización o reprivatización, en San Pedro los vecinos no dejan de quejarse por los retrasos con que reciben las facturas de servicios que se distribuyen a través de la oficina local.
Telefonía móvil y hogareña, televisión satelital, resúmenes de tarjetas de crédito, entre otras facturas, llegan a los domicilios de los usuarios a través del servicio postal del Correo Argentino. Trece mil unidades aproximadamente son las que cinco carteros deben repartir en toda la ciudad, lo que implica un retraso que genera rispidez con la población, que muchas veces debe pagar sus facturas luego de la fecha de vencimiento, con el recargo correspondiente.
A través de Bayton, una empresa que contrata personal temporario, Correo Argentino dispone de dos a cuatro carteros más de refuerzos cuando la demanda es demasiado importante, cosa que suele suceder entre el uno y el cinco de cada mes, según consideren necesario y lo autoricen desde las centrales.
La situación se repite en muchas ciudades como San Pedro, donde la explosión demográfica no fue acompañada por el crecimiento del servicio postal, problema que se vivía antes de la privatización de los 90’ y que persiste luego de que el Estado derogara la licitación y se hiciera cargo del directorio del Correo.
La privatización y después
En 1992 y tras la Ley de Reforma del Estado, la Empresa Nacional de Correos y Telégrafos (ENCOTEL, desde 1974) fue transformada en ENCOTESA, una sociedad anónima con mayoría del estado. Esa figura fue la que llevó hasta su privatización en 1997, cuando Correo Argentino S. A. se quedó con la concesión del servicio por un plazo de treinta años.
El fenómeno de desguace del Estado, bajo las concepciones de la minimización de la participación estatal en la vida económica del país, reprodujo en el Correo las mismas consideraciones que en otros servicios cuya privatización no aseguró, como se esperaba, una mejoría en las tareas.
En 2003, un Decreto del Poder Ejecutivo Nacional rescindió el contrato de concesión “por culpa del Concesionario”, según consta en el Decreto 1075/03, ya que la empresa se había presentado en concurso preventivo, lo que hacía peligrar la continuidad del servicio, por lo que el Estado debía reasumir la operación, cosa que hizo “transitoriamente”, instruyendo a través del mismo documento a los Ministerios correspondientes para que “en un plazo determinado (180 días) proceda a llamar a Licitación Pública Nacional e Internacional con la finalidad de volver a privatizar el servicio público postal”.
Eso fue hace seis años. A la fecha, se ha prorrogado infinitamente —y se hace cada seis meses— el llamado a licitación, por lo que la empresa sigue siendo una Sociedad Anónima en la que el Estado tiene la totalidad de acciones.
El personal depende del Estado, como poder concedente que se hizo cargo de la administración y gestión de la empresa
El Jefe de Gabinete de Ministros tiene la posibilidad de disponer de los ajustes presupuestarios necesarios y el Ministerio de Economía debía realizar “todas las acciones tendientes a posibilitar las gestión económico financiera del servicio de correos”, creando una cuenta especial “dentro del Presupuesto General de la Administración Nacional”.
Aún así, los problemas se suceden en todas las reparticiones, donde el personal sigue siendo el mismo que hace seis años, a pesar de que las condiciones poblacionales se modificaron y que el servicio fue vuelto a la órbita del Estado por incumplimiento de las obligaciones para con los usuarios.
Mucho se habló sobre la “reestatización” del Correo, cosa que es así de hecho, aunque jurídicamente se esté aguardando —cinco años después de vencido el plazo— el llamado a licitación.
Con La Radio en la oreja
La Radio trabajó en profundidad el tema de la distribución de facturas a través del Correo Argentino y recibió decenas de quejas de vecinos que narraron al aire las problemáticas que sufren por el servicio.
De la misma manera, ex empleados del Correo compararon la situación de antaño con la actual, explicaron las complicaciones de la tarea cotidiana del repartidor de correspondencia y pusieron de relieve la situación planteada por la explosión demográfica de la ciudad y el retraso que al respecto denota el correo.
El Honorable Concejo Deliberante, en semanas donde la tarea no había sido mucha por al emergencia sanitaria, mostró la atención con que puede escuchar un programa de radio y sus capacidades para actuar en consecuencia. Un proyecto de resolución presentado por el bloque Acción por San Pedro/UCR solicita al “Directorio del Correo Argentino para que en forma urgente proceda a efectuar los nombramientos de agentes necesarios e imprescindibles con su correspondiente entrenamiento y capacitación para el buen desempeño de la entidad oficial, destinando el personal suficiente para mejorar la atención al cliente en las oficinas, con prioridad del personal de distribución de piezas postales domiciliarias con destino a la Sucursal San Pedro”, tras largos considerandos que reproducen los reportajes realizados en La Radio.