El conflicto entre los vecinos y los organizadores
Varios comerciantes y vecinos de la zona firmaron un petitorio pidiendo que los corsos no se realicen sobre la Avenida 11 de Septiembre esgrimiendo razones varias. Desde la Municipalidad no hubo respuestas y los organizadores niegan que las cosas sean como se plantean en el petitorio. Los vecinos también quieren que se terminen los bailes de los días domingo en Independencia.
La semana pasada dábamos a conocer la existencia de un petitorio que los vecinos del barrio de la calle 11 de Septiembre presentaron al Municipio para pedir que no permita que los corsos se realicen en esa zona. Entre las razones se encuentran las complicaciones para entrar y salir de sus domicilios los días en los que se realizan los festejos; la suciedad que queda en las calles tras los corsos y los ruidos que perduran hasta altas horas de la madrugada. Además, a estos argumentos se suman los de los comerciantes que sostienen que, como mientras duran los corsos la zona permanece vallada, son grandes las pérdidas económicas. La empleada de una verdulería comentó: “Si entramos los cajones, se pudre todo. Pero no nos queda otra. El tema es económico, sino quién no va a querer un espectáculo así?”.
Ricardo Biaggi, dueño de la carnicería ubicada en 11 de Septiembre y Balcarce, fue uno de los que firmó el petitorio: “La ultima vez que se hicieron los corsos me peleé con los organizadores porque yo soy uno de los más perjudicados. Para entrar a mi carnicería los clientes tenían que pagar entrada.”. El comerciante señala que el problema no son los corsos, sino que cierren toda la zona tan temprano: “El año pasado como a las 16.30 ya estaban cerrando las calles”. Y plantea una posible solución: “El mejor lugar es el Paseo Público; solo es necesario luminarias que se pueden colocar en el día sin molestar a nadie. Cerrás a las dos de la tarde y nadie más entra y desde arriba tampoco te ven porque tenés todos los árboles”. Y agrega: “Nadie le preguntó a los vecinos de esta zona si estábamos de acuerdo con los corsos en el barrio”.
Otros vecinos, en cambio, se mostraron sorprendidos con el petitorio y manifestaron que no están de acuerdo con lo pedido. Se trata de propietarios de kioscos que se ven favorecidos por la gran concurrencia de público al barrio. Además, en muchas casas se organizan “kioscos” provisorios y los integrantes de la familia venden, a través de las ventanas, desde gaseosas hasta pomos de nieve.
Héctor Giles es uno de los vecinos del Barrio Futuro que está organizando los corsos. Giles reconoce haber tenido problemas con algunos vecinos pero aclara: “rápidamente los solucionamos y no pasó nada”. Con respecto al horario en que se coloca el vallado, Giles sostiene que la zona se cierra recién a partir de las 20 horas para no interrumpir a los comerciantes.
Por lo pronto, los vecinos de la 11 de Septiembre no recibieron ningún tipo de respuesta por parte del Municipio y los corsos siguen teniendo como fecha de realización los días 10, 11, 17 y 18 de Febrero.
Los bailes de Independencia
Otro de los puntos especificados en el petitorio tiene que ver con el tradicional baile que el Club Independencia realiza en sus instalaciones en la noche del domingo. Los vecinos se quejan de que la música perdura hasta altas horas de la madrugada del lunes, cuando todos tienen que levantarse temprano para cumplir con sus obligaciones, pero también manifiestan su malestar debido a los casos de violencia y episodios delictivos que tienen lugar a la salida del baile. Una de las posibles soluciones planteada por los vecinos tiene que ver con el traslado del baile a los días sábados. Los dirigentes del club, al ser consultados al respecto, manifestaron que eso no generaría ningún cambio: “Igual se quejarían de los problemas a la salida del baile los domingos a la mañana”. Y en la posibilidad de dejar de hacerlo ni siquiera piensan: “El baile es para nosotros un mal necesario: nosotros no queremos estar hasta las cuatro de la mañana del domingo porque al otro día todos trabajamos pero es la única forma que subsista el club”, afirmó Facundo Maseda, integrante de la Comisión Directiva de Independencia. La situación del club, explicó Maseda, es muy complicada: “Tenemos 400 socios y cada uno paga $7, pero la mayor parte de lo recaudado se destina a pagar los sueldos del personal”. Los bailes, en cambio, son los que permiten que el club se mantenga: por domingo asisten un promedio de 700 personas que abonan entre $8 y $10 cada una. Los bailes, informaron en el club, duran desde las 12 y hasta las 3:45 de la madrugada. “Si te ponés a pensar no es tanto tiempo”, explican. Sin embargo, los vecinos no opinan lo mismo, ya que consideran que los ruidos se prolongan por varias horas más. Igualmente, vale la pena recordar que la seguridad a la salida del baile no es responsabilidad del club sino de la policía que solo en raras ocasiones, según comentaron los vecinos, instalan sus patrulleros por la zona.