En los últimos años hemos observado que cae más lluvia en poco tiempo. También los arroyos traen más agua con más velocidad, provocando en ocasiones daños en infraestructura de caminos, puentes y aliviadores.
El cambio de uso del suelo, el avance de la frontera agropecuaria (Dall’ Armellina, Monica [et.al.] 2010 pág. 43), desde 1998, y la ausencia de planificación territorial, sin tener en cuenta la topografía, ambientes de naturales (ej: pastizales, valles de inundación, humedales, bosques ribereños), han sido un factor agravante.
En el año 2015 un estudio realizado por FAUBA, determinó en la zona de Santa Lucía que en los campos de la zona, con 20 años aproximadamente de siembra directa, los suelos solo absorben 25 mm de una lluvia de 80 mm.
La erosión de los suelos por efecto de arrastre provoca la colmatación, elevación del lecho por acumulación de sedimentos, de los arroyos y valles de inundación. Estos últimos donde las napas están casi sobre superficie, por sus características se saturan de agua, sin absorber, rápidamente. (EEA INTA San Pedro carta de suelos 1972).
Esto lo observamos en tres ejemplos, cercanos, el aliviador del Puente Arroyo Los Cueros en febrero 2014, diciembre del 2016; en el Puente El Espinillo en abril 2016 y en el aliviador del Bajo de Gomila en enero 2018.
Desde octubre del 2018 el INTA Clima y Agua y el INA pronosticaban Niño/ENSO para fines de diciembre, enero 2019. Esto significa lluvias abundantes localizadas, inundaciones, creciente del río Paraná. Esta última actúa como tapón al escurrimiento de los excesos de lluvias locales.
De acuerdo a esas advertencias conviene consignar textualmente los posibles escenarios hidrológico para la cuenta del plata en el período enero – marzo de 2019.
“En el Litoral, noroeste argentino y cuencas de los ríos Uruguay, Iguazú y media-baja del Paraguay se esperan lluvias por encima de lo normal a normales. En la cuenca alta del río Paraguay y del Paraná en territorio brasileño se esperan lluvias dentro del patrón de normales. Aguardan la ocurrencia de eventos de precipitación localmente más intensa que lo normal sobre el centro y norte de Argentina durante el transcurso del los próximos meses. La relativa coincidencia en los pronósticos sumado a la propia climatología y al desarrollo de un evento “El Niño” aumenta las chances en la frecuencia de estos eventos con sus respectivos impactos.”
La estación agrometeorológica del Inta, reportaba para el mes de diciembre 300 mm acumulados. Este dato es importantes más cuando en los primeros 11 días de enero ya habían caído 91.5 mm.
Los pronósticos de cambio climático (SRNDS 2015) estiman que las consecuencias en nuestro país serían: sequías y olas de calor, lluvias mas intensas e inundaciones, cambios en la producción agropecuaria. Ante esto tenemos que estar preparados para mitigarlos, realizando un Ordenamiento Territorial de usos y actividades en nuestra geografía. De lo contrario, los costos económicos y sociales serán cada vez mayores.