El cambio educativo para un futuro cercano
En el marco del Plan Buena Letra que articula el municipio y la Inspección Distrital de Escuelas, el viernes la Lic. Guillermina Tiramonti, responsable de la Facultad Latinoamericana de Cs. Sociales en la Argentina brindó una charla sobre los cambios a los que se enfrenta la escuela ante el cambio del paradigma cultural. Será el primer paso de una capacitación docente que se comenzaría a dictar en 2007.
La llegada de la Lic. Guillermina Tiramonti, quien disertó en el Salón Dorado de la Municipalidad el viernes, sería el preludio de una serie de capacitaciones que se dictarían a partir del año que viene enmarcada en el denominado Plan Buena Letra. Este programa que creó la municipalidad en conjunto con la Inspección General de Escuelas, se encuentra transitando por una nueva etapa y en ese crecimiento se incluiría una relación fluida con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO Argentina) que dirige Tiramonti.
La especialista brindó una verdadera clase magistral sobre los cambios que la educación, o mejor dicho la escuela como institución, está sufriendo en la era digital a pesar de las resistencias de quienes apuestan a la vieja escolarización.
Por eso la propuesta se tituló como “la escuela en la encrucijada del cambio epocal”, un nombre pomposo para explicar una realidad compleja según dijo la propia Tiramonti, quien en la presentación recordó emocionada que sus padres nacieron en esta ciudad y aún viven aquí familiares suyos.
“La idea es demostrar que la escuela es una institución generada y creada en un determinado momento histórico pero hoy han cambiado todos los elementos que confluyeron a su formación. La modernidad hizo una operación perdurable desde fines del siglo XVII y XVIII que consistió en separar el lugar donde se transmitía el conocimiento, del hacer cotidiano, de la familia o del taller… Desde entonces, tenemos este recorte, este espacio que llamamos escuela, en el cuál se desarrollan los procesos de enseñanza de aprendizaje”, explicó la profesional, quien remarcó que en el último siglo los cambios fueron muy importantes. Sobre todo del conjunto de instituciones a los cuáles está asociada la escuela como el estado y la familia. “En la segunda mitad del siglo XX el estado cambió. Antes tenía que hacer el esfuerzo, el movimiento de estar presente en una sociedad donde no había representación de pertenencia nacional. También tenía que cambiar desde la escuela, un modo de disciplinar a los sujetos. Por eso la escuela tiene mucho de pastoral… Hasta los años 60 ó 70 del siglo pasado”, dijo.
“La familia se transformó en un espacio donde convergen proyectos individuales y no uno sólo, vertical y patriarcal. Esto cambió también cómo se componen esas familias. Además, está el hecho de que el lazo que ahora articula a los miembros de la familia está basado en el amor”.
“Cualquiera que escuche el discurso que sale de las escuelas, de algunos especialistas, en la relación escuela y familia hay ruido ahora. Reproches mutuos, expectativas que no se cumplen. Hay un discurso que dice que las familias ya no contienen a los chicos… que los padres no logran imponerles un discurso a los chicos. Creo que las familias son así, como son, es más difícil modificarlas que generar desde la escuela una cultura que pueda dialogar con esta nueva familia. La escuela es una de las instituciones que pelea su supervivencia en el cambio epocal”.
Según Tiramonti, el otro gran cambio que desafía a la sociedad actual es el cultural. El nuevo paradigma está basado en el aprendizaje que suponen los nuevos textos que aparecen con la tecnología, y que destruyen la hegemonía del libro o el texto escrito. “”La escuela es un producto de la ilustración, tiene una propuesta enciclopedista propia de la época y está basada en la cultura de la letra y pensada en un mundo cultural hegemonizado por la letra. Pero ese mundo no existe más, ahora el libro y la letra compiten con otra serie de textos, a partir de los cuales también se aprende, también se difunde el saber y el conocimiento, pero por sobre todas las cosas una serie de textos en los que están inmersos los chicos que van a la escuela”, dijo la directora de FLACSO. “La tendencia de las instituciones escolares es a rechazar lo que sea proveniente de estos otros textos, la Internet es mala, el chat deforma el idioma, la televisión impide que los chicos lean…”
“El cambio cultural no solamente es este hecho, de Internet y la televisión sino también significa cambios importantes en la forma de avistar el mundo de los jóvenes. Hay impacto sobre los valores, las creencias, las formas de vivir de los jóvenes. Decimos que no están interesados, que no les importa nada, pero son los chicos que van a la escuela con esta nueva configuración cultural. No es que no les interesa nada, no les interesa lo que la escuela dice que les tiene que interesar”, agregó con contundencia.
La propuesta de Tiramonti, de repensar la educación desde una visión posmoderna, fue atentamente seguida por directores de las distintas áreas del municipio, concejales, directores de establecimientos educativos, docentes y alumnos del terciario, entre otras personas presentes. Y supuso un punto de partida más que interesante para trabajar un cambio sostenido y productivo desde dentro de las instituciones educativas, siempre y cuando, por supuesto, sus representantes estén dispuestos a encarar el desafío.