Las altas temperaturas provocaron que en los últimos días muchos jóvenes opten por sumergirse en las aguas que se encuentran frente al buque museo General Irigoyen, algo que está prohibido producto de la profundidad y la correntada del sector.
La semana pasada pudo verse a un grupo de jóvenes tomados de los caños del buque saltando desde la proa hacia el río.
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