“Para congraciarse con la CGT, buscando desactivar un paro, y en un gesto absolutamente demagógico, el gobierno acaba de acordar un bono para fin de año con un piso de $ 2000. A los jubilados que ganan la mínima (esto es, la mitad de la canasta alimentaria básica) les otorgó sólo $ 1000, y al resto una suma decreciente que se convierte en 0 cuando el haber jubilatorio sobrepasa los $ 6661. O sea que primero inventaron (y popularizaron) un concepto: la grieta. Y ahora, en vez de cerrarla, la profundizan. Peor aún, abren una doble grieta, pues discriminan entre trabajadores activos y jubilados. Y dentro de esta última categoría, establecen una irritante separación entre los que menos ganan y los que superan los $ 5661”, escribió un jubilado que cobra más de la mínima a La Opinión.
“El gobierno replica de esta manera la actitud censurable atribuida a su antecesor. En tren de seguir haciendo demagogia, y con la vista puesta en las Legislativas del año próximo (porque los jubilados también votan) no podrían por ejemplo otorgar un bono por medicamentos, cuyo valor se equipare con el acordado para los trabajadores activos?. Sabido es que el mayor gasto de un jubilado tiene lugar en la farmacia, y los laboratorios no son precisamente carmelitas descalzas. El precio de los remedios se incrementó más que el costo de vida. Alguien dijo por ahí que los actuales gobernantes, tal vez con la mejor intención, se han propuesto combatir al populismo con más populismo. Y por ende el endeudamiento y el déficit fiscal récord alcanzará este año los 500 mil millones de pesos. Habida cuenta que no hay mucha diferencia entre caer de un piso 7 a caer de un piso 9, no sería el momento de equiparar las cargas?”, señaló el hombre con claros cuestionamientos a la política de compensación que anunció el gobierno nacional.