El Barrio Arco de Oro se venderá con financiación bancaria
Más de treinta personas se han inscripto en un listado tentativo de interesados para las viviendas que se construirán en los terrenos de la ex fábrica. Aunque no saben exactamente cuánto costarán, confirman el interés que existe en muchos inquilinos para tener la oportunidad de adquirir casas propias.
El grupo empresario que compró los terrenos de la ex fábrica Arco de Oro puso en marcha la obra de construcción de un barrio que según se estima, tendrá sus primeras viviendas disponibles en el segundo semestre de 2006.
Los empresarios lograron sortear con éxito los trámites que demoraron mucho tiempo y se trabaron en asuntos burocráticos. A más de dos años del lanzamiento de la idea recién ahora se perfila como posible la construcción del Barrio. Hace más de un mes cuando comenzaron los trabajos de limpieza y rellenado del terreno también se conocieron detalles sobre las construcciones de dos plantas que serán ofrecidas a los interesados. No trascendieron los montos definitivos pero se plantearon valores a partir de los 75 mil pesos, competitivos con el mercado actual. Además de la calidad en cuanto a la construcción, representó todo un “gancho” para los que desean acceder a la casa propia, la posible financiación particular de las casas. Sin embargo fuentes del grupo empresario ya indicaron que ése no será el método para la venta y no habrá particulares involucrados en la financiación.
“La financiación será bancaria para evitar cualquier tipo de inconveniente y de personalización de las operaciones” confió uno de los empresarios a La Opinión, al tiempo que aseguró que se continúa con la reuniones con una importante inmobiliaria local para definir la mecánica de venta. “Se han mantenido encuentros con varios bancos y se está buscando la mejor opción para trasladarlo a los interesados”, dijeron.
En la inmobiliaria (Giles y Yabas) ya se ha abierto un registro de interesados con todos sus datos y se cuentan más de 30 familias que son potenciales compradores.
Más allá del negocio inmobiliario que podrían hacer tanto los propietarios como los constructores y de la recuperación de un terreno que lució totalmente abandonado durante casi una década, es notable el interés permanente de los vecinos por acceder a una vivienda propia con financiación. Algo que por cierto alienta a otros inversores que han comprado terrenos y que podrían destinarlos a proyectos similares.