El aumento del gas calienta los hogares
El gas aumentó más del 300 por ciento. Hay facturas que pasaron de 44 a 538 pesos. En Litoral Gas recibieron decenas de consultas. El “culpable” es el decreto 2067 impuesto por la Nación. Se acortan las distancias entre el gas envasado y el de red.
No hace mucho tiempo, las familias se anotaban en largos listados y pagaban fortunas para que el gas natural llegara a sus viviendas. En esa época era prácticamente una inversión a futuro, ya que si bien era muy costoso poner el servicio por tener que llevar la conexión hasta el domicilio particular, después la factura no era tan cara como los gastos que producían otras opciones de servicio. Ahora, la cuestión ha cambiado y la red parece perder los beneficios que antes ofrecía ante otras posibilidades.
La incorporación, una vez más, de un Decreto Nacional, hizo que las facturas del servicio de gas de red se hayan incrementado en más de un trescientos por ciento, por lo que las empresas distribuidoras del servicio dejan bien en claro a sus clientes que no se trata de un aumento del cuadro tarifario, sino de la incorporación de un nuevo ítem a la boleta, algo por lo que aseguran no recibir ni un solo peso.
El fondo fiduciario
A través del Decreto 2067/08, la Presidenta de la Nación Cristina Fernández creó el “Fondo Fiduciario”, que según la misma resolución, tiene como objetivo atender las importaciones de gas y todas aquellas necesarias para complementar la inyección de gas natural, garantizando la cantidad suficiente que requieran tanto las industrias como el consumo interno del país.
Para que esto sea posible, el Estado crea tres ítems que especifican de dónde se puede obtener el dinero necesario para el mantenimiento del servicio: “Programas especiales de crédito que se acuerden con los organismos o instituciones pertinentes, nacionales e internacionales, y a través de sistemas de aportes específicos, a realizar por los sujetos activos del sector”. El que más le interesa a la población, ya que afecta directamente su bolsillo, es el que explica que es necesario aplicar un nuevo cargo a la tarifa que pagan los usuarios de los servicios regulados de transporte y/o distribución del gas.
Pasando en limpio, las empresas pasan a ser un “agente recaudador”, ya que según la información que brindó el personal local de Litoral Gas, no hubo una actualización o aumento de tarifa por parte de la empresa, sino que esta aplicación es la que “engorda” el monto final.
Para cada categoría de usuario y dependiendo de la cantidad de metros cúbicos consumidos (m3 – medida utilizada para el gas), se calcula el nuevo monto. El mismo puede verse sobre el cuadro de especificaciones de la factura (ver imagen) pero se calcula dentro de los siguientes parámetros: para un consumo de entre 1.000 a 1.250 m3 (anuales), $ 0.0605 por m3; si el consumo es entre 1.250 y 1.500 m3, cada uno tendrá un valor agregado en la boleta de $ 0.16335; mientras que el costo es de $ 0.2299 para el rango de gastos que va de 1.500 a 1.800 m3 anuales. Por último, si el consumo es mayor a 1.800 el valor que se suma es de $ 0.3267.
Los números se adaptan a cada una de las facturas de los usuarios, por lo que no se podría hacer una comparativa general, pero hay que tener en cuenta dos aspectos: por un lado, este cuadro tarifario fue aplicado por el ENARGAS (Ente Regulador del Gas) el 15 de Diciembre de 2008, pero su aplicación empezó en Febrero, con retroactivo a Noviembre de 2008, pagado por los clientes en varias cuotas. Por otra parte, un consumo medio familiar es de entre 100 y 200 m3 en épocas de calor y de entre 700 y 900 m3 en invierno, por lo que el rango de tarifa por este nuevo cargo es de las más costosas.
Para ser más precisos y poner un ejemplo, en un mes, una familia que consumió 365 m3, pagó $98.45 de ese fondo cada 30 días, por lo que en la boleta le llegaron $196.91 por ese decreto, aunque gastó $ 169,55 de gas, claramente se aporta más de lo que se gasta.
Litoral atiende, escucha y responde
En San Pedro la empresa que brinda el servicio de distribución del gas es Litoral Gas. A ese lugar, según comentaron a este medio los empleados, fueron decenas de usuarios a realizar su reclamo, al igual que los oyentes que trajeron sus facturas a La Radio con el objetivo de saber si había un error en la facturación o si tenían perdidas de gas.
La respuesta era siempre la misma: “Es consecuencia del Decreto 2067/08 —ya pegado en una cartelera—, no hubo aumento de tarifas”. Sin embargo, la gente tenía miedo, a punto tal que algunos reclamaron antes de recibir la factura. En esos casos, la respuesta era: “Si siempre gasta unos $100, le llegarán $300. Hay que calcular tres veces más”. Las caras no eran muy alegres, pero era la verdad.
Por supuesto, este impuestazo no es generalizado y hay varias excepciones, pero prácticamente hay que consumir en invierno tan poco como en verano, aunque igualmente no se podría cumplir con la regla generalizada: los impuestos y el fondo superan al gasto neto de gas.
Dos datos más a tener en cuenta: todavía hay usuarios que no recibieron el gran aumento, ya que la distribución de las facturas fue retenida hasta el 30 de Junio (día después de las elecciones) y en el caso de San Pedro, la medición se hace en dos tandas, por lo que en estos días más de un sampetrino recibirá un gran susto por debajo de la puerta. Por otro lado, los aumentos se percibirán incluso hasta después de que los calefactores se apaguen: se estima que el último de los grandes pagos será en Septiembre; después, dependerá de la Presidenta.
¿Qué conviene más?
No son tantas las opciones para pasar este frío polar, pero es importante tener en cuenta cuáles son los costos de cada una. Además del gas natural, están las alternativas de la leña, la electricidad y el gas envasado.
Según las personas que tienen salamandra u hogar, se necesitan cerca de 750 Kg de leña para tenerla prendida durante la mañana y la tarde durante un mes. Para esto se necesitan cerca de $ 200, pero no sirve para todas las utilidades que otorga el gas natural.
La electricidad es otra opción para la calefacción, e incluso para bañarse con un calefón, pero no así para la cocina, por lo que habría que combinar al menos dos servicios, teniendo en cuenta el alto costo de la energía, por lo que tampoco es una buena opción.
Una familia puede llevar adelante las necesidades básicas con gas envasado en garrafas. Es una de las opciones más baratas y de uso más extendido. Con $ 16 se obtiene una de 10 kg, que dura entre diez y quince días, promedio, en una casa sin calefactores ni termotanque. Una familia que utilice tubos de 45 kg. para abastecer cocina, calefactores y termontanque, deberá reemplazar el tubo cada 10 días, a un valor de 130 pesos cada uno.
Las palabras de la gente
Bastó con ver la factura para que los argentinos montaran en cólera por el gran aumento. Como ya mencionamos, esta situación —al igual que todos los impuestazos— no es generalizada, pero abarca a una gran cantidad de la población en mayor o menor medida, teniendo en cuenta incluso los sueldos y la proporción que un servicio puede tener sobre el ingreso familiar.
Algunas de las quejas de los ciudadanos pudieron ser reflejadas en “Sin Galera”, a través de los mensajes de texto que comentaron sus experiencias, tales como una oyente, desde su celular que termina en 214: “En la zona del campo, una factura que oscilaba en 500 pesos, la factura llegó a 1.800”. Mientras que, desde el número 500,otro oyente comentó: “Lili buen día, de 41 que pague la factura anterior me vinieron 647, casi me muero, por factura consumí 980 M3 contra 50 M3 de la anterior, una locura y no queda otra que pagar”. Yanina dijo: “Buen día, a mí me llegó 98 de gas consumido + 200 de impuestos, última lectura el 8 de Junio y el anterior llego 120. ¿Cuánto me vendrá el proximo?”.
Sin embargo, algunos oyentes dieron recetas sobre lo que hay que hacer, como 318 que escribió: “Hay que apagar los calefactores a la noche, yo lo prendo un rato a la mañana y otro rato a la noche, 6 horas diarias, me vino 175 pesos”. 905 indicó: “Hay que apagar los calefactores, usarlo a partir d las 20 y los hijos se crian más sanos”.
Como no podía ser de otra manera, los sampedrinos también buscaron culpables y hasta pensaron en medidas MUY extremistas para pasar el mal trago: “¿Cuando me llegue la factura voy al cardiólogo? Tengo un calefón, un calefactor viejito y una cocina”; dijo uno; el más fuerte: “Lili, para eso me compro un revolver y listo, no podés usar un calefactor y trabajo como un negro”.