El aumento de robo en viveros provocó quejas contra la Justicia y crece la sospecha entre los propios viveristas
En las últimas semanas, el robo de plantines creció exponencialmente. La semana pasada, la Cámara de Viveristas se reunió con el intendente y el lunes convocaron a todos para un encuentro con las autoridades policiales. Hubo apenas 20 de los más de 170 productores y dos grandes planteos: la sensación de impunidad para los delincuentes por el accionar de la Justicia y la preocupación creciente porque los que compran lo robado son los propios colegas.
Tras reunirse con el intendente y con Senasa la semana pasada, la Cámara de Viveristas local convocó a un encuentro abierto de la Multisectorial a la que fueron invitados los responsables de las fuerzas de seguridad y del gobierno para plantear la problemática de robo de plantas y plantines que los afecta y que, explicaron, recrudece en esta época del año.
“Los robos se producen todos los días”, aseguraron y reafirmaron un concepto que este medio refirió la semana pasada y que pone en alerta a todos: lo que se vende, se planta; es decir que lo compran otros viveristas.
En la reunión no había más de 20 de los alrededor de 170 registrados. “Yo pensé que no íbamos a caber acá”, se lamentó un veterano de la actividad. “No queremos decir que los queno están acá son los que compran lo robado, pero el enemigo está adentro”, dispararon en la reunión.
El secretario de Seguridad, Eduardo Roleri; el de Gobierno, Silvio Corti; y el de Desarrollo Económico, Alfredo Camilletti, encabezaron el encuentro, del que participaron el Jefe Distrital de la Policía, Juan Catalano, y el titular de la Comisaría, Andrés Galiano, y las máximas autoridades de la Policía Rural, el jefe regional Daniel Acosta y el responsable local, Lucas Lechter.
“No nos mintamos, son nuestros colegas, nosotros, los que compran”, disparó una viverista que sufrió incontables robos. Durante el fin de semana, un “plantinero” recibió la “visita” de los delincuentes: se llevaron entre 8.000 y 10.000 plantintes.
Todos destacaron la labor policial y apuntaron a las responsabilidades de la Justicia, porque los delincuentes que son apresados por este tipo de delito vuelven pronto a la calle. Aun así, la comercialización irregular es el punto a atacar, consideraron.
Los viveristas están cansados. Cada robo implica no sólo la pérdida de los elementos sustraídos, sino además el destrozo de los invernáculos, el pisoteo sobre los lotes, el día perdido entre la Comisaría y la Fiscalía, más la bronca por el trabajo arruinado. La resignación crece y, como apuntaron en la reunión, cada robo alimenta las posibilidades de cerrar, con lo importante que es la actividad como generadora de mano de obra.
“Estamos en la temporada de robo de plantines, que se termina cuando empieza a apretar el calor, pero empieza el tema del robo de frutales. Por eso los que ahora trabajan cuidando viveros después pasan a cuidar los montes. Así estamos”, señalaron.
El responsable regional del Comando de Prevención Rural reveló que la sede local de la Policía especializada en este tipo de hechos carece de personal suficiente para la cantidad de móviles que tiene en la actualidad. El refuerzo provisorio que habían dispuesto a raíz de la ola de robo de ganado tuvo que ser reubicado ante otras problemáticas, y ahora Acosta dejó el compromiso de evaluar la posibilidad de destinar efectivos de la regional ante esta seguidilla de hechos en viveros.
El Comisario de la Rural reconoció que el déficit afecta a la fuerza en todo el territorio bonaerense y que es difícil que eso mejore en el corto plazo, aunque las gestiones están hechas. En ese marco, pidió a las autoridades gubernamentales y a la Cámara de Viveristas que refuercen sus reclamos para que se disponga una Ayudantía Fiscal tematizada en delitos rurales y relató la exitosa experiencia en ese sentido que tienen en Pergamino, donde hay un Fiscal especialmente asignado para ese tipo de hechos.
Durante la reunión, hubo quejas, una vez más, por el accionar de la Fiscalía 11 que conduce Viviena Ramos. La semana pasada hubo un allanamiento en busca de los plantines robados en vivero Dani. La policía llegó a un lugar donde había de todo menos lo que le robaron a Karina Kissling. Sin embargo, no hubo autorización para una requisa de emergencia.
La presencia de Walter Rolfo, de Senasa, fue relevante para que los viveristas presentes reconozcan una problemática que los afecta y en la que tienen incidencia directa: la venta ambulante sin registro de la mercadería. No faltó quien contó la experiencia de una compra en la que le quisieron cobrar extra por hacerle factura y rótulo.
“Son los propios viveristas los que compran. Hay que generar conciencia: si hoy comprás robado, mañana te van a robar a vos. Si nos ponemos las pilas entre todos y los descubrimos, podemos evitarlo”, cerró una de las voceras del grupo.
Por parte del gobierno, Silvio Corti reconoció la relevancia de la actividad para la economía local y expresó su preocupación porque “la intensidad del aumento de casos en este último tiempo, es grave”. En ese sentido, tras repasar aspectos en los que mejoraron las cuestiones relacionadas con la seguridad, recordó que el intendente “ha reclamado de manera privada en reuniones y públicamente a la Justicia porque hay una sensación de impunidad, de que no hay castigo ante un delito, lo que genera una preocupación enorme en la comunidad”.
La semana pasada La Opinión reveló que los viveristas estiman que en el último año sufrieron el robo de alrededor de dos millones de plantas, lo que calcularon representa, en promedio, más de 60 millones de pesos perdidos sólo en la mercadería robada.