El asesinato de Ramallo que conmocionó al país
El comerciante Ramón Ovejero y la abogada Mariel Zamora permanecen detenidos por el asesinato de Silvia García, empleada y amiga del matrimonio, cuyo cuerpo apareció en una cámara frigorífica de una verdulería que el matrimonio tenía en la ciudad de Ramallo. Las sospechas y celos de la profesional respecto de la relación de su esposo y la víctima habrían sido determinantes en el caso.
A poco de cumplirse una semana del trágico desenlace que le costó la vida a Silvia García en la localidad de Ramallo y que asombró a todos por su alevosía, aún quedan muchos aspectos por reconstruir en esta historia. Desde el punto de vista de la Justicia, el hecho está esclarecido aunque resta saber con precisión qué fue lo que llevó al matrimonio, padres de dos hijos, a cometer semejante acto.
A medida que se fueron conociendo detalles del caso la noticia comenzó a ganar lugar en los principales medios del país. No era para menos. Ramallo Pueblo vivía uno de los días más conmocionantes de su historia.
El homicidio de la mujer, de 40 años, sucedió en la verdulería Mar-Yes, ubicada en la esquina de San Martín y Sarmiento. El destino quiso que el nombre de la calle coincida con la del Banco Provincia asaltado en 1999 en Villa Ramallo, cuya toma de rehenes terminó en una verdadera tragedia.
Dos localidades hermanadas que aún guardan la mística de pueblo del interior y que ahora tienen en su historia hechos policiales que las ubican en las primeras planas del país.
Inspección, marcha y un curioso llamado
No solo el pueblo de Ramallo está conmocionado por lo ocurrido. La sorpresa y el estupor reinan también en la localidad sampedrina de Gobernador Castro, de donde eran oriundos los acusados. Nadie allí los creería capaz de cometer semejante asesinato.
Mientras el Fiscal Darío Giagnorio reúne datos y evalúa los tiempos para solicitar la prisión preventiva de Ramón Ovejero (30) y Mariel Zamora (26), quienes desde hace años estaban radicados en Ramallo, la comunidad se prepara para marchar mañana jueves para pedir por “paz y justicia”.
Tanto el acusado como su esposa, que se había recibido hace poco como abogada, se negaron a declarar y permanecen detenidos en distintas dependencias policiales de la ciudad de San Nicolás.
Los pasos a seguir por parte de los investigadores están centrados en una nueva inspección en el interior del comercio, de acuerdo a los peritajes ordenados. La idea de volver a la verdulería surge con la intención de hallar algunas pertenencias de García que aún no han aparecido, como su celular y la cartera.
Por otra parte, una de las medidas ordenadas gira alrededor de un curioso llamado telefónico que durante las horas de búsqueda habría recibido la policía y en el que indicaban que la mujer se encontraba bien. El objetivo es determinar quién lo hizo y por qué.
A diferencia de los rumores de calle, para la instrucción no está claro cuál fue el móvil del crimen. Sí tendrían en cuenta que, de acuerdo a las pruebas colectadas, habría sido Mariel Zamora quien mató a Silvia García.
Hasta el momento, la reconstrucción indica que una mujer habría tomado por detrás a la otra, en circunstancias que todavía no fueron establecidas, y le produjo un profundo corte en el cuello con la misma cuchilla que utilizaban en la verdulería. Prácticamente, la decapitó.
En el depósito del comercio habría comenzado la participación de Ovejero. El cuerpo asesinado fue trasladado hasta el fondo de la cámara de frío y los investigadores entienden que una persona sola no podría haberlo hecho.
Además, en el lugar fueron corridos y acomodados cajones que estaban distribuidos en el interior, y se lavó todo el piso, donde a simple vista no se observaba absolutamente nada, cuando se sabe que una herida de esas características provoca una abundante pérdida de sangre. Fueron los peritos quienes advirtieron manchas relacionadas con el acto en distintos lugares del sector afectado.
La Justicia analiza la posibilidad de citar a declarar a otras personas, ya que también hay sospechas de que habría terceros que estarían al tanto del acto que Ovejero y Zamora cometieron esa noche. Es que todo lo sucedido tras el asesinato les habría llevado varias horas de permanencia en la escena del crimen.
Del dicho al hecho
Apenas la familia de Silvia García advirtió su ausencia, los primeros en asegurar que la mujer se había retirado de su trabajo fueron sus empleadores, Mariel Zamora y su esposo Ramón Ovejero.
Allí comenzó la búsqueda. Distintos lugares en donde se sospechaba que la mujer podía estar fueron recorridos en vano. Durante esas horas nadie sospechaba del matrimonio, quien esa mañana decidió mantener cerrado el comercio para sumarse a la búsqueda de su empleada y amiga.
Decidieron acompañar a la familia de la víctima, que ya atravesaba momentos muy duros. Incluso, Ovejero participó junto al círculo íntimo de una reunión con las autoridades judiciales y policiales cuando veían que ya no quedaba lugar por donde buscar y Silvia García no aparecía.
“Aún recuerdo ver a Ovejero sentado al lado del padre de la víctima”, destacó asombrado el Comisario de Ramallo, Gustavo Lavagnino.
Fue una clienta de la verdulería la que en cierta medida comenzó a dar vuelta esta historia. Las primeras imágenes de una cámara de seguridad monitoreadas mostraban a una mujer que salía del comercio y subía a un auto Fiat Duna rojo. Cuando ese movimiento de la noche anterior era público y las capturas de pantalla iban a comenzar a ser difundidas por los medios locales, esa persona se presentó por sus propios medios, brindó detalles del caso y obligó a los investigadores a descartar la hipótesis más firme con que contaban.
Si Silvia García no era la mujer captada en las imágenes por las cámaras de seguridad, es porque nunca había salido de la verdulería. Así, una comisión policial, en compañía del matrimonio propietario, se dirigió al comercio.
Buscaron por todos los rincones del lugar, sin novedades. Todo estaba en condiciones. Aquí no ha pasado nada. Por último, se dirigieron a la cámara frigorífica. En el fondo, detrás de unos cajones, estaba el cuerpo de Silvia García, con una bolsa en la cabeza y un profundo corte en el cuello.
Ovejero y Zamora fueron detenidos de inmediato y trasladados a la Comisaría de Ramallo. Quedaron a disposición de la Justicia e iniciaron un camino tan impensado como irreversible hacia el juicio que los condenará.