El “Aramí” tenía mercadería sin declarar
El informe de la Aduana uruguaya permitió establecer que el buque asaltado frente a las costas de San Nicolás, transportaba mercadería que no figuraba en los comprobantes de embarque. Esta irregularidad es investigada por la Aduana nicoleña que decomisó la carga del buque Aramí de bandera paraguaya. Ahora, está elaborando un informe para la Justicia Federal que instruye la causa en la que están procesadas 17 personas. El Dr. Hugo Lima (P), abogado de Mario Sendín, dijo que de confirmarse estas irregularidades se beneficiará su cliente.
La Aduana de San Nicolás está trabajando en un informe que podría cambiar por completo el rumbo de la investigación sobre el caso de los “Piratas del Río”, el supuesto asalto que sufrió el buque de bandera paraguaya “Aramí” en Noviembre del año pasado.
Esa repartición aduanera, es la que está a cargo de constatar qué cantidad y tipo de mercadería que cargaba este buque nunca fue inventariada porque no figuraba en ninguna documentación. En el mes de Diciembre, fuentes de la Fiscalía Federal de San Nicolás, habían confirmado que se aguardaba una respuesta de la Aduana de Montevideo, Uruguay, porque desde allí había partido el Aramí, para corroborar la procedencia de la mercadería que llevaban a bordo y que la misma, constara en la documentación.
La respuesta llegó a fines del mismo mes, aunque recién trascendió ahora. El informe de la Aduana uruguaya permitió establecer una serie de irregularidades que resultan fundamentales para la causa.
Desde la Fiscalía se adelantó que efectivamente “hubo una omisión en la declaración aduanera” porque a bordo del barco había mercadería que nunca fue declarada. Esto significa, en definitiva, que ese embarque podía ser descargado en cualquier lugar. En otras palabras, un contundente “contrabando”.
Las sospechas que ahora impulsan la investigación federal, es que no sólo existió defraudación al Estado por birlar el control aduanero sino que la denuncia por asalto que hizo la tripulación del Aramí, podría haber sido una excusa para desviar la atención o lo que es peor, un acuerdo para la descarga consensuada de mercadería.
La tarea de la Aduana San Nicolás, que mantiene estricto secreto de sumario por el momento, es establecer si la carga que nunca fue denunciada es la que transportaba el “Luchando Voy”, la barcaza del sampedrino Mario Sendín. En esta embarcación viajaban 17 personas cuando la Prefectura la detuvo en la noche del 1º de Noviembre del año pasado. Esta tripulación completa es la que está ahora procesada por cometer un asalto, que cada vez parece más dudoso.
“El Capitán está muy complicado”
El abogado de Sendín, el Dr. Hugo Lima Padre, dijo a La Opinión que la constatación que está haciendo la Aduana puede ser muy beneficiosa para su cliente.
“Había algunas irregularidades, mercadería que no estaba inventariada, y esto hace pensar en una posible combinación para que se desarrolle la conocida situación”, dijo. Lima se mostró cauto en hacer especulaciones porque todavía el informe aduanero no se conoce, pero se supone que la Aduana habría detectado que la carga sin denunciar era aún más grande que lo que se desembarcó en la barcaza de Sendín.
“Lo único que podemos afirmar es que a mi cliente le encontraron determinada mercadería, y que no toda estaba inventariada. Lo que hace suponer que la podrían haber vendido sin que figure en ningún registro”, dijo el abogado.
El responsable de denunciar un supuesto asalto al barco, y a consecuencia de lo cual fue detenido Sendín y su tripulación, fue el capitán del buque paraguayo, Angel Cabral Centurión. Este paraguayo fue quien contó a la Justicia y a los medios de comunicación, cómo él y los ocho hombres que viajaban a bordo del Aramí habían sido reducidos por sujetos armados esa noche. Ahora, su versión resulta más que sospechosa y por eso, tanto el abogado de Sendín como los responsables de la Fiscalía concuerdan en asegurar que Cabral Centurión “está muy complicado”.
“La empresa puede alegar que no sabía nada. Muchas veces a los barcos los cargan y después viene el personal de la agencia marítima para terminar la documentación, pero no constatan qué mercadería se cargó. También ocurre que algunos barcos por diferentes motivos, vuelven al puerto de origen con parte de su mercadería sin descargar en destino y recién lo descargan en un segundo viaje”, explicó el Dr. Lima, para confirmar hasta qué punto es responsable el capitán del barco sobre las irregularidades descubiertas.
En este contexto, la declaración de Sendín se vuelve más creíble a ojos de la defensa. “La presunción que se puede hacer entonces, es que esta mercadería no declarada podría haber sido vendida al que luego contrató Sendín para descargarla”, dijo Lima.
La situación de los 17 procesados por robo calificado, entre los que se encuentra Sendín y otros tres sampedrinos, no ha cambiado todavía.
Con respecto a esto, la Fiscalía confirmó que el expediente está en manos de la Cámara de Apelaciones porque los abogados defensores apelaron los procesamientos dictados por el Juez Villafuerte Ruzo.
Si las mencionadas presunciones se comprueban, la acusación que pesa sobre los 17 procesados cambiará radicalmente.
De la figura de robo calificado, se pasaría a la de tentativa de contrabando. Lima agregó que en este caso sería tentativa, “porque a todos los detuvieron cuando todavía no habían traspasado la esfera de protección del puerto de San Nicolás”.
Pero la figura clave de la causa es Manuel Benítez Chagas, el misterioso hombre que supuestamente contrató a Sendín para descargar la mercadería del buque Aramí. Esta persona, que residiría en Rosario y a la que Sendín describió como “con acento paraguayo”, estaría siendo buscada por la Justicia.
“Se supone que el Juzgado está investigando su paradero, pero forma parte del secreto del caso”, dijo Lima.
Si Benítez Chagas apareciera, y confirmara todos los dichos de Sendín, la situación del sampedrino sería definitiva. “Ni mi cliente ni su tripulación sabían que se trataba de un contrabando, no cometieron ningún delito”, dice su abogado.