El albañil baleado en su casa salvó su vida de milagro
Mario López, que había sido dado de alta 15 días después de recibir un balazo en la puerta de su casa, fue internado de urgencia la semana pasada y derivado a un centro de mayor complejidad. Superó una delicada intervención quirúrgica, pero no pudieron extraerle el proyectil. Su agresor sigue en libertad.
La familia del albañil Mario López, baleado en su casa el pasado 1 de mayo, informó a La Opinión que la intervención quirúrgica a la que fue sometido el fin de semana pasado en el hospital San Felipe de San Nicolás fue un éxito y ahora se recupera en ese centro asistencial, tras días de zozobra.
“Hoy podemos respirar. Después de una operación grandísima salió, está fuera de peligro”, confirmó Sandra, su suegra, luego de pasar horas de angustia desde el jueves, cuando su yerno, de 34 años, se descompensó y tuvo que ser internado de urgencia.
Mario López fue atacado a balazos en la puerta de su casa por el hermano de un adolescente al que los vecinos habían identificado como quien ingresó a la vivienda para desvalijarla. Nueve días después fue dado de alta, con el proyectil alojado en su cuerpo. El jueves pasado lo internaron de urgencia.
Días de preocupación y temor
El jueves, López se descompensó. No podía respirar y hubo que entubarlo. Cuando el jefe del servicio de cirugía Juan José Salgado lo vio, le informó a la familia que era inminente su derivación a un centro de mayor complejidad.
“Empeoró y está grave”, informaron ese día desde el entorno familiar de Mario López, con la bronca contenida: el joven que le disparó nunca fue detenido, a pesar de que estaba identificado. La Justicia ordenó un allanamiento en su casa, dos días después, sin resultados.
El sábado, ya internado en el hospital San Felipe, el albañil de 34 años ingresó al quirófano. Fueron varias horas de una delicada pero exitosa intervención quirúrgica.
“La recuperación va a ser larga”, dijo su suegra y agregó: “Esperemos que no se complique”. López sigue con la bala alojada en su pecho, “a un centímetro del corazón”, como dijeron desde el principio. No pudieron extraerla porque, una vez más, el riesgo era alto.
“Los médicos nos dijeron que tenemos que esperar, a ver cómo evoluciona. Por ahora seguirá en el San Felipe”, detallaron desde el entorno familiar.
Un balazo tras el robo
El 1 de mayo Mario López había ido a pescar con su familia. Al mediodía fue a almorzar a la casa de su suegra, donde pasó el feriado. Al regresar a su vivienda, ubicada en Mateo Sbert al 2200, se encontró con que le habían forzado una ventana y le habían robado diversos elementos.
Los vecinos le dijeron quién había sido: apuntaban a un conocido adolescente de 14 años que vive en la zona. Con sus familiares, López encontró al chico en la calle y le pidió “que aparezcan las cosas”. Más tarde, el menor, su hermano y otro hombre se presentaron en la casa del albañil.
Allí, el hermano mayor del adolescente, conocido por su trayectoria delictiva, descerrajó disparos al piso y al aire, mientras alrededor jugaban chicos del barrio y la familia López estaba en la vereda. Luego levantó el arma y apuntó al albañil, que recibió un balazo calibre 22 en el pecho, cuyo proyectil quedó alojado a un centímetro de su corazón.
Otro herido de bala en Hermano Indio
La semana pasada se registró un nuevo incidente armado en ese barrio, en el que resultó baleado un adolescente de 15 años.
Sucedió en Balcarce al 1500, donde el joven recibió un disparo de arma de fuego que impactó en su muslo izquierdo y obligó a su traslado en una ambulancia del 107 a la guardia del Hospital Subzonal Emilio Ruffa.
Horas antes, personal policial había allanado su vivienda en el marco de una causa judicial que investiga un robo.