El ajuste de la política no supera los $ 300 mil por mes
Los movimientos de funcionarios del gabinete de Cecilio Salazar que tanta tensión generaron entre sus funcionarios no comportaron un ahorro significativo en la estructura de gastos del Municipio. Entre los que se fueron, los que cambiaron de cargo y los que llegaron, el ajuste es de alrededor del 0,3 % del Presupuesto.
El denominado “ajuste de la política” propuesto por la gobernadora María Eugenia Vidal implicó la reducción del gabinete provincial para ahorrar dinero público en el pago de funcionarios. La administración bonaerense invitó a los municipios, especialmente a los que responden a Cambiemos, a dar el mismo paso. “Un gesto, una señal hacia la gente”, dijeron.
En San Pedro hubo desplazamiento de funcionarios, modificación de tareas y el arribo de algunas caras nuevas. En números, 12 salieron de sus cargos, siete fueron nombrados y uno pasó de Ejecutivo al Concejo Deliberante. Son cuatro los que se fueron, entonces, aunque debería contarse uno más, ya que Luis Caramún asumió como delegado de Santa Lucía pero seguirá cobrando como empleado municipal.
“Sabemos que con esto no vamos a solucionar los problemas económicos de la provincia o del municipio, pero es una señal hacia la gente”, repitió el intendente Cecilio Salazar.
Su hijo Ramón, secretario de Coordinación del gabinete, dijo el sábado que no sabía con exactitud cuánto ahorro significaba el movimiento de fichas, ya que el número final lo tenía el secretario de Economía, Mario Sánchez Negrete, internado en el sanatorio del Instituto Fleni tras una importante intervención quirúrgica, y él tenía presente una cifra distinta, del borrador del decreto, que tampoco reveló aunque sí, aclaró que habían sido respetadas las proporciones de los espacios políticos que integran la alianza Cambiemos.
Con los decretos de cese y designación en mano, más la planilla de sueldos de la ordenanza de Presupuesto (ver recuadro), La Opinión llegó a la cifra de $ 295.175,49 pesos de ahorro para el gabinete de Salazar, lo que representa alrededor del 0,3 por ciento del total de fondos que manejará el Municipio en 2018.
La cifra exacta se conocerá cuando vuelvan a publicar los recibos de sueldo, liquiden el mes de enero o decidan que la comunidad debe conocer la relevancia que tienen las decisiones que se toman con los fondos públicos. Amén de los secretarios todos cobran menos que un concejal aunque las tareas no resistan comparaciones.
Ajuste y ahorro
El “ajuste de la política” en el gobierno de Cecilio Salazar tuvo la salida de funcionarios del gabinete, aunque algunos de ellos pasaron a otro cargo y otros fueron reemplazados por nuevos rostros.
Hubo quienes dejaron sus funciones pero fueron reubicados, en algunos casos con una reducción de responsabilidades que además comportó una baja en sus salarios, aunque no significativa.
Otros, muy pocos, fueron despedidos y sus lugares quedaron vacantes o fueron ocupados por personal de planta que no percibirá sueldo político, como en el caso de los que revistaban en las delegaciones de Santa Lucía y Doyle.
Hay quienes fueron removidos de sus cargos hacia otras dependencias y que ya tienen reemplazo político, como en el caso de la Dirección de Personal.
El primero en ser desplazado fue el secretario Privado y de Prensa Jonathan Galván, que a pesar de que su cargo original como mano derecha del intendente siempre tuvo rango de director, juró al frente de una Secretaría, firmaba decretos y percibía el sueldo correspondiente a esa responsabilidad, más el 50 por ciento de bonificaciones por función que el Jefe Comunal decidió pagarles a sus funcionarios cuando venció la vigencia de la ordenanza de “emergencia económica”, aunque no los motivos que obligaron a su sanción.
Galván pasó a ser director administrativo del Concejo Deliberante, cargo que ocupaba hasta diciembre el ahora secretario legislativo Alejandro Donatti. Su designación fue decidida por la nueva presidenta del HCD, Mónica Otero.
El sueldo básico más el 50 por ciento de bonificación por función de un secretario con 48 horas, según la planilla de salarios que figura como anexo del artículo 37 de la ordenanza de cálculo de recursos y gastos, el Presupuesto 2018, es de 71.735,61. No cobran refrigerio ni bonificación no remunerativa. Desde la asunción de Salazar, tampoco cobran antigüedad, algo que podría valer reclamos posteriores. El monto, como todos los que siguen, es en bruto, sin descuentos por aportes, obra social e impuesto a las ganancias.
Los directores con 48 horas cuestan 46.249,51 pesos. El básico es de 29.934,34 al que se suma el 50 % de bonificación por función, los 617 pesos de refrigerio y otros 731 de bonificación no remunerativa. Si Galván no cobrara el porcentaje de bonificación por función, su costo sería de $ 31.282,34. El ahorro sería de $ 25.441 si cobrara el plus o de $ 40.453 si no lo percibiera.
Movimiento de fichas
Otro de los que dejó su cargo para ir a uno de rango menor es Alfredo Camilletti. El productor de 25 de Mayo que llegó de la mano de Silvio Corti –con quien compartió militancia y tareas administrativas en Federación Agraria– estaba al frente de la Secretaría de Infraestructura, Planeamiento y Obras Públicas. Cobraba como Secretario-sueldo bruto más bonificación, $ 71.735,61- y pasó a ser subsecretario de Desarrollo Económico, tarea que tenía a su cargo de manera subsidiaria.
Los subsecretarios, siempre de acuerdo a la planilla de sueldos del Presupuesto y en bruto con 48 horas, cuestan 64.113,61. Además del básico, la cuenta contiene bonificación del 50 % por funciones, refrigerio y bonificación no remunerativa. El ahorro en este caso sería de 7.622 pesos.
El subsecretario de Desarrollo Humano, Fernando Negrete, fue desplazado de ese cargo para recuperar el primero en el que lo había nombrado Cecilio Salazar: director de Comisiones de Fomento.
Pasó entonces de un básico más bonificaciones de $ 64.113,11 a un sueldo bruto de $ 46.249,51. El ahorro en este funcionario sería entonces de $ 17.863,60.
Salud, ida y vuelta
El exsecretario de Salud Edgar Britos no estaba contemplado en el “ajuste de la política”, pero renunció luego de conocido el decreto que desmanteló su área. En su lugar fue designado Guillermo Sancho, que dejó la dirección del Hospital en manos de Fabián Plano.
El área de Salud tiene dos funcionarios menos en su estructura: Diego Noto, que era director adjunto, y Lidia Ronte, exdirectora de Atención Primaria. Suman entre ambos $ 92.499,02, aunque a ese ahorro hay que restarle la designación de un funcionario en el área administrativa, Augusto Ramos, que de director de Personal municipal pasó a “subdirector administrativo a cargo de la oficina de personal” del Hospital. Pasó de una categoría que costaba $ 46.249,51 a una que cuesta $ 39.089,55. Su ahorro es de 7.160 pesos. Con su nombramiento, los más de 92 mil pesos de ahorro en Salud pasaron a poco más de 53.400.
El cargo que dejó vacante Ramos tiene reemplazo, ya que a los pocos días de conocido el decreto de “ajuste de la política” y por pedido del secretario de Economía, Mario Sánchez Negrete, el intendente designó como director de Personal a Rolando Gamietea. Los $ 46.249,51 que corresponden a sus funciones indican que, en efecto, en estos movimientos de Salud y Personal el ahorro es de apenas poco más de 7.000 pesos.
Los que sí son ahorro
Los que sí representan un ahorro real son los cinco directores que fueron expulsados del gabinete y que no tienen reemplazo político: el delegado municipal de Santa Lucía, Abel Burgués; el subdelegado de Pueblo Doyle, Domingo Mallol; el coordinador de la Delegación de Santa Lucía, Carlos Suárez; la directora de Educación y Capacitación, Mariana Fucci; y el director de Producción, Germán Font. Suman entre todos, siempre en bruto y calculado como “director con 48 horas” según la planilla de sueldos actual, $ 231. 247,55 por mes.
De dónde salen las cifras
Los montos calculados en esta página corresponden a la planilla de sueldos del anexo del artículo 37 de la ordenanza de Presupuesto 2018. De acuerdo a la mayoría de las designaciones, los funcionarios del gabinete cobran el máximo posible, es decir por 48 horas, más las bonificaciones correspondientes.
Puede que en ese cálculo haya algún error y algunos funcionarios tengan un salario bruto menor producto de la cantidad de horas con la que figuran.
Para saber con exactitud cuánto cuestan y cuánto cobran de bolsillo los funcionarios de la administración Salazar habrá que esperar que el intendente vuelva a ordenar la publicación de los recibos de sueldo, algo que el autoproclamado “gobierno abierto y transparente” no hace desde octubre de 2016, dos meses después de que La Opinión revelara que se habían aumentado todos los sueldos sin informarlo a la comunidad.
Esos salarios son: secretarios: 47.823,74 pesos de básico más 23.911,87 correspondientes al 50 por ciento de bonificación por función –habían asegurado que bajaría al 35 %, pero el decreto en ese sentido no fue publicado–, lo que da un total bruto de $ 71.735,61 a los que hay que descontarle aportes, obra social e impuesto a las ganancias para determinar el monto de bolsillo.
Los subsecretarios: $ 41.843,74 de básico más $ 20.921,87 de bonificación por función, más $ 617 de refrigerio, más $ 731 de bonificación no remunerativa. Da un total de 64.113,61 pesos.
Los directores y delegados municipales: $ 29.934,34 de básico más $ 14.967,17 de bonificación por función, más $ 617 de refrigerio, más $ 731 de bonificación no remunerativa. Total: 46.249,51 pesos.
Los subdirectores: $ 25.161,03 de básico más 12.580 de bonificación por función, más $ 617 de refrigerio, más $ 731 de bonificación no remunerativa. Total: 39.089,55 pesos.
Los concejales, según la planilla de sueldos, tienen una dieta pura de 49.401,32 pesos, a los que hay que sumar la antigüedad de cada uno, que en algunos casos es muy importante y superior a lo que perciben los funcionarios con delicadas responsabilidades en el ejecutivo.
El intendente, en tanto, tiene un bruto de $ 197.605,30 más el 10 por ciento de gastos de representación, que suma un total de $ 217.365.80.