El acusado de abuso en el baldío de 9 de Julio y Thorne reconocerá las agresiones pero no la violación
Rafael Ramos fue detenido el domingo por la madrugada, luego de que una mujer de 47 años con la que tenía una relación sentimental reciente lo denunciara por abusar de ella. El detenido le dijo a su abogado que la relación sexual “fue consentida”, le reconoció la discusión y hasta la agresión física. Aunque hubo versiones acerca de que ella “quiso levantar la denuncia”, son infundadas: no sólo ratificó e instó la acción penal sino que además denunció que fue amenazada por los familiares del imputado.
La causa por abuso sexual agravado que instruye la Fiscalía Nº 11 tras un hecho ocurrido el sábado por la madrugada avanza en la Justicia y el detenido, identificado como Rafael Ramos, de 29 años, elabora su estrategia de defensa tras contratar al estudio jurídico de Hugo Lima (h), que el domingo, cuando lo detuvieron, le recomendó que no declarara en la indagatoria.
El sábado, alrededor de las 7.00 de la mañana, una mujer de 47 años fue trasladada al Hospital tras ser hallada en la zona de 9 de Julio y Thorne cuando estaba desnuda y gritaba para pedir auxilio porque, según denunció luego, fue abusada sexualmente por Rafael Ramos, con quien mantenía una reciente relación sentimental, quien además la golpeó brutalmente y le robó el celular.
La víctima fue hallada desnuda y llorando a los gritos en ese baldío por un matrimonio que suele estacionar su camioneta todas las mañanas en esa zona para salir a caminar a modo de ejercicio físico.
“Era una mujer grande, lo noté cuando se paró, estaba totalmente desnuda. Un hombre pasó corriendo y yo le pedí ayuda: ‘No me meto’, dijo. Mi marido se quedó mirando la situación y la llamaba, ella gritaba auxilio, socorro”, recordó la integrante del matrimonio.
La pareja no tenía teléfono celular porque como ya les habían robado varias veces ya no los llevaban. Comenzaron a tocar timbre en casas vecinas, hasta que vieron conocidos y les pidieron ayuda.
“Ella empezó a vestirse, conmigo al lado, se puso la bombacha y lloraba. ‘Me robó el teléfono’, gritaba. Un vecino y otro hombre nos ayudaron. Ellos se ocuparon de todo, llamaron a la ambulancia que llegó enseguida. Fue horrible lo que vimos”, contó la testigo.
Llamaron a la policía, ayudaron a vestirse a la víctima y luego llegó una ambulancia, que la trasladó al Hospital, donde se activó el protocolo ante situaciones de abuso.
En el nosocomio constataron lesiones compatibles con abuso y múltiples heridas ocasionadas por la golpiza que le dio su agresor. Tras el informe de la forense, el testimonio de la víctima y de los testigos, la instructora judicial Jimena Santini –que estuvo a cargo de toda la tarea porque la fiscala Viviana Ramos, titular de la UFI 11, una vez más, no vino al lugar de los hechos– elevó las actuaciones para la solicitud de la detención de Ramos.
El juez de Garantías Ricardo Prati accedió y el acusado fue apresado el domingo por la mañana en su casa. Alrededor de las 7.00, una comisión policial integrada por personal de la Sub DDI Baradero – San Pedro, de la Comisaría y de la Comisaría de la Mujer se presentó en un domicilio de Liniers al 1100 donde Rafael Ramos reside. Estaba durmiendo. Su perro lo despidió con ladridos y lo acompañó a los saltos hasta el patrullero que lo trasladó a la Comisaría. Por la tarde lo llevaron a Fiscalía, para la declaración indagatoria.
El imputado llegó acompañado por la abogada Soledad Galarza, representante del estudio jurídico de Hugo Lima (h), quien le aconsejó que hiciera uso de su derecho a no declarar. Así fue, Rafael Ramos no abrió la boca y fue trasladado a la DDI de San Nicolás, donde permanece alojado.
El lunes, el propio Lima se entrevistó en su celda con el detenido. Allí comenzaron a delinear lo que será la estrategia de defensa, que será expuesta cuando el abogado pida una ampliación de la declaración de su asistido y Rafael Ramos ofrezca ante la Fiscalía su versión de los hechos.
La línea de esa estrategia será sostener que “no hubo violación” y que la relación sexual “fue consentida”, de acuerdo a lo que el acusado le dijo a su defensor particular, que fue convocado por la familia de Rafael Ramos apenas lo detuvieron el domingo.
El relato inicial del imputado –que será expuesto cuando declare– señalaría que fue en moto hasta un boliche ubicado en calle Mitre, de donde ella salió acompañada de otras personas. Allí discutieron. Él le sacó el teléfono. Se gritaron. Luego, ella accedió a subir a la moto. En el camino, la discusión siguió.
No está claro cómo ni por qué fueron a la zona del Nuevo Boulevard y terminaron en ese baldío, uno de los pocos que quedan libres en ese terreno. En la charla con su abogado, Rafael Ramos reconoció que hubo una discusión y hasta que le “levantó la mano, por celos”. Pero sostuvo una y otra vez que la relación sexual fue “consentida”.
El imputado no tiene denuncias previas por agresiones, violencia de género, ni siquiera por riñas callejeras. La estrategia de Lima será sostener que su defendido puede ser responsable de las agresiones físicas pero que “no hubo violación”.
El lunes por la noche se conocieron versiones atribuidas al abogado Hugo Lima (h) respecto de que la víctima habría ido a la Comisaría de la Mujer a retirar su denuncia y que habría quedado asentado en un acta. Son falsas.
La Opinión confirmó que la mujer no sólo nunca fue a retirar la denuncia sino que ratificó en todos sus términos las acusaciones que hizo contra Rafael Ramos y que además interpuso denuncias por amenazas puesto que luego de lo ocurrido el sábado fue amedrentada por personas del círculo íntimo del acusado.
De todas maneras, aunque hubiera ido a retirar la denuncia, cosa que no hizo, el sábado cuando declaró ante el personal de la Fiscalía 11 instó la acción penal, es decir que habilitó el proceso que derivó en la detención de Rafael Ramos el domingo, situación en la que permanecerá, por lo pronto, hasta que el Juzgado de Garantías resuelva si accede a la solicitud de prisión preventiva que de seguro elevará la fiscala Ramos.
La jurisprudencia indica que “la acción pública que nace luego de la instancia privada no es renunciable” por lo que aun cuando la propia víctima quisiera dar marcha atrás, una vez instada la acción penal su decisión no causa efecto sobre el devenir de la causa.
La falsa noticia fue publicada en un medio tras una nota de Lima en FM Génesis. Luego fue replicada por otros que sin haber escuchado la entrevista y en algunos casos sin siquiera citar la fuente. En la Justicia asistieron azorados a la difusión de esa noticia, porque nada de eso había ocurrido.
La víctima apareció revictimizada, como “la loca que denuncia y después quiere retirar”, como la que “abusa de la figura del abuso y después se arrepiente”. Las pericias psicológicas que el Centro de Asistencia a la Víctima confirmarán con el avance de la causa la influencia que tuvo en ella este intento de hacerla sentir culpable ni más ni menos que de haber sido abusada sexualmente, que es lo que denunció en la Justicia