El 86 por ciento de los conductores de moto no usa casco
En la provincia de Buenos Aires murieron durante 2011, según estadísticas oficiales, 2.570 personas en accidentes de tránsito. Los datos del Ministerio de Salud provincial, estiman que del 100 por ciento de los pacientes que ingresan a los hospitales con traumatismos, el 27,2 por ciento obedecen a la falta de casco en un accidente en moto. Un periodista de La Opinión Semanario realizó un relevamiento sobre 650 rodados.
La provincia de Buenos aires tiene patentado el 28,3 por ciento de la totalidad de las motos que circulan en el país, según estadísticas de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina, este porcentual significa que hay alrededor de 220.000 motos. En nuestra ciudad, se estima que la cantidad de motocicletas que integran el parque automotriz supera las 20.000, lo que equivale al 9,1 por ciento del total provincial. Además, según datos arrojados por el INDEC en el último censo realizado en 2010, el partido de San Pedro cuenta con 59.036 habitantes de los cuales alrededor de 40.000 viven en la ciudad.
Si tenemos en cuenta estas cifras, estamos en condiciones de decir que más del 50 por ciento de los sampedrinos circulan en moto.
El uso del casco
Tras consultar con los dueños de diferentes locales de ventas de motocicletas, comprobamos la coincidencia en la proporción de ventas: de cada 10 motos que venden, es un solo casco el que se comercializa. Vale aclarar que algunos de estos lugares consultados venden la moto con el casco incluido, lo cual por supuesto no garantiza el uso. “Yo les vendo la moto, hacemos los papeles y les digo que elijan un casco. Se lo prueban, lo eligen y cuando salen se lo cuelgan en el codo o lo intentan meter en la baulera” expresaba uno de los comerciantes en diálogo con La Opinión.
El Sub Secretario de Protección Ciudadana Domingo Bronce, mencionó a este medio, que en San Pedro se labran entre 7 y 8 infracciones por día por falta de documentación y alrededor de 20 por la no utilización o uso inadecuado del casco. Cabe destacar además, que la ciudad sólo cuenta con cuatro inspectores abocados a la tarea y que las multas por este tipo de infracción solo se labran por la tarde ya que por la mañana se realizan otras tareas de control.
“Hay que mentalizar a la gente demostrándole que no querés recaudar”, argumentaba otro de los agencieros en diálogo con La Opinión quién además comentó: “En una reunión entre representantes de las agencias y la municipalidad, yo propuse una solución, incluso delante del mismo Bronce: que el municipio cobre ante la primera multa una cifra de $ 300 y al ir el infractor a realizar el pago, entregarle un casco en mano. Yo dije que conseguía los cascos a $ 99 y se los dejaba a ese precio”, y concluyó “tardaron más de diez segundos en responder, a lo que me paré y me fui. Acá quieren recaudar no concientizar”.
¿Qué pasa realmente en la calle?
Durante tres días, trabajamos en el relevamiento de 650 motos que circulan por el centro de nuestra ciudad, teniendo en cuenta aquellas cuyos conductores se desplazan sin casco, que lo usan de modo indebido, como por ejemplo en el brazo, o directamente utilizan cascos que no cumplen con la norma establecida, y por último, aquellos casos en los cuales solo uno de los motociclistas que circulan en un mismo vehículo utiliza el casco. El resultado que arrojó la investigación es el siguiente: del total de las motocicletas y ciclomotores relevados, en el 3,8 por ciento de los casos (25 motos) en aquellos en que circulan más de dos personas, solo una utiliza casco.
El 3,1 por ciento (20 motos) lo utiliza indebidamente o utiliza un casco que no cumple la norma. El 86,2 por ciento de los casos, lo que equivale a 560 motos, no utiliza casco y solo el 6,9 por ciento (45 motocicletas) cumple tanto con el uso, como con la norma. Además de esto, cabe destacar que en el 35 por ciento de los casos, sobre las motos circulan más de dos personas que es el máximo de tripulantes permitido por ley.
El mito y la realidad científica
La asociación civil “Luchemos por la vida”, dio a conocer una comparación entre las principales excusas expuestas por los consultados a la hora de no utilizar el casco, y la realidad demostrada en diferentes estudios realizados en los Estados Unidos. “Con el casco no veo bien para los costados”, es una de las excusas más populares junto a “no me deja escuchar”. Estos dos argumentos fueron descartados por estudios científicos. En el primero de los casos, podemos explicar que la visión periférica es de entre 200 y 220 grados, los estándares de seguridad internacionales obligan a que los cascos provean una visión de 210 grados. El 90 por ciento de los accidentes ocurren en el rango de los 160 grados, lo que deja a las claras que el casco no dificulta la visión periférica. El resto de los accidentes ocurren por atrás. Con respeto al mito de que el casco perjudica auditivamente al motociclista, diferentes estudios realizados por la Universidad de California en el lugar del accidente, no arrojaron ningún caso en el que el motociclista no pudiera escuchar un sonido crucial del tránsito. Se ha llegado incluso a argumentar que la obligatoriedad del uso del casco es inconstitucional ya que viola los derechos individuales, el popular “si me mato, me mato yo”. De más está aclarar la carga social y económica que representa una lesión de gravedad o un deceso por no cumplir la ley lo que implica el dolor de la familia, y todo el entorno que los rodea y los recursos que pone en función el estado desde los servicios de salud para atender este tipo de hechos, siempre que no se tenga en cuenta las lesiones o traumas que puedan perjudicar a terceros.
Los cascos tienen un valor de $ 200 para cumplir la norma y evitar lesiones en el cráneo. La vida, no tiene precio.