Edgardo Rasio: “No se valora el sacrificio que hay que hacer todos los días para lograr una medalla de oro en un Argentino”
El entrenador que llevó a Náutico al pentacampeonato en el certamen más importante por clubes a nivel nacional dialogó con La Opinión sobre el gran logro obtenido y los secretos para mantenerse durante muchos años en la elite del deporte con atletas que también se destacan a nivel internacional. Además, se refirió al poco reconocimiento que tuvieron desde la Comisión Directiva: "Estoy seguro que muchos directivos del club no saben ni como es la cara de Gonzalo Carreras, o quién es (Valentín) Rossi o (Rebeca) D'Estéfano. No conozco ningún directivo que haya ido a darles un beso o un abrazo. Yo estoy acostumbrado a eso, los que no se tienen que acostumbrar son los chicos".
Edgardo Rasio es un entrenador que, en San Pedro, está por encima de la media. Desde hace muchos años prepara en Náutico a jóvenes deportistas que en cada certamen nacional e internacional que afrontan dejan la bandera celeste y celeste y blanca en lo más alto.
En el Argentino de Velocidad que se realizó a fines de octubre en Regatas La Plata no fue la excepción. Por quinto año consecutivo se equipo logró el título con holgura y ante más de 40 clubes de todo el país, un objetivo que si bien era previsible, no lo era la diferencia de medallas que hubo con el resto: "Yo sabía que había ciertos botes que podía conquistar pero se dieron algunos otros como el caso de los K1 de mujeres que estaban muy dificil y el K2 1.000 y 500 de varones seniors. Se dio más o menos lo que se planificó más alguna otra cosita que vino de regalito".
¿Cómo haces para conformar el equipo y que sea competitivo?
-Yo tengo una vasta experiencia de muchos años de venir trabajando con estos sistemas de entrenamiento los cuales año a año los voy acentuando y afianzando aun más y enriqueciendo de alguna forma. Voy agregando cosas nuevas que veo, me parecen, pregunto o investigo. Las pruebo y se van dando. Después es mantener la confianza del deportista, si está confiado y convencido en lo que vos haces, te van a dar a todo. Estos pibes son de muy buena madera, el que se queda es porque tiene ganas de hacer las cosas bien y darlo todo. Yo vivo estudiando, hace un mes de recibí de biomecánico y eso yo lo estoy aplicando en mis deportistas. Cosas que voy sumando se van viendo en el resultado.
-A diferencia de otras temporadas donde los masters fueron la punta de lanza del plantel, en la presente se dio al revés: los cadetes tiraron del carro. ¿Fue lo más positivo que te dejó el Argentino?
-Uno busca más la base que la gente que ya está de vuelta que hace el deporte porque lo hicieron toda la vida y lo quieren seguir haciendo. Son camadas, ahora tenía ocho cadetes para competir y en otro momento no he tenido para armar un K4. Cuando tenes una camada tan grande de buenos deportistas y de corta edad la satisfacción es doble porque con esta gente tenes mucho tiempo para trabajar y ponerlos en lo máximo del deporte.
-De hecho cinco fueron al Sudamericano.
-Fueron y obtuvieron oro. Eso es un gran aliciente para mí como entrenador y para ellos que se lían con gente que no es sólo de Argentina y hace que se motiven. Estos pibes volvieron el lunes y el martes querían entrenar. Ellos saben lo que es la cultura del entrenamiento. No existe otra forma para mí que entrenar, entrenar y entrenar todos los días de tu vida y cada cosa que hagas va a resultar a favor o en contra de lo que estas buscando. Estos pibes también se almientan y comen como corresponde y hacen lo que deben cuando van a una competencia. Los resultados se ven y más en estas categorías chicas que lo vienen haciendo desde los 11 o 12 años. Llegan a los 15 sin ser profesionales pero hacen la vida de un profesional sin cobrar plata.
-¿Cómo se regula eso para que no se cansen?
-Es una gran pregunta. Hay que tener cuidado con esas cosas. De ganar no se cansa nadie, de perder si. Ahí está el gran secreto de ir metiendo a los que no son tan buenos en botes que pueden pelear una medalla y entonces ese que no es tan bueno se siente tan útil como cualquiera, es una parte más del gran mecanismo que es el equipo. Un emblema para mí es un bote K4. Cuando yo consigo armarlo ese es el bote emblema porque tiene que ir a pelear la medalla de oro y saber que son cuatro tipos los que van a conseguir el triunfo o la derrota. En eso yo simbolizo el equipo. Los individuos solitos van surgiendo pero el equipo es lo fundamental. Cuando vos tenes equipo, tenes todo. Cuando vos tenes un individuo y te procupas solo por esa persona, el resto se te va a hacer otra cosa. Cuando hay equipo todos estan empujando y si te dormis te pasan por arriba los que vienen abajo, eso hace que el equipo y los chicos estén siempre motivados. Después hay que administrar los entrenamientos porque es lógico que se pueden cansar. Para eso también estan los períodos de descanso y vacaciones. Ahora competimos el 18 de noviembre y todo el mundo de vacaciones tres semanas. El alto rendimiento te rompe todo y hay que recuperar el cuerpo.
-¿Se les da el reconocimiento que merecen?
-Creo que como se produce todos los años, es algo normal. Algo que es muy difícil lograr la gente lo naturaliza. En España es normal que Barcelona o Real Madrid sean campeones de la Liga Española. Acá pasa lo mismo. No se valora el sacrificio que hay que hacer todos los días para lograr una medalla de oro en un Argentino o Sudamericano, que (Valentín) Rossi salga cuarto en el mundo, Rebeca (D´Estéfano) sea la mejor de Sudamerica o (Gonzalo) Carreras vaya a un juego olímpico. Parece lo más normal y natural del mundo. Por ser recuerrente parece que fuera natural y ahí sí no se le da el valor que tiene.
¿Y desde adentro del club, la propia Comisión Directiva?
-Un tipo que viene de un juego olímpico tenés que ir a buscarlo a la ruta. En 109 años no hubo nunca un atleta olímpico del Club Náutico. Estoy seguro que muchos directivos del club no saben ni cómo es la cara de Gonzalo Carreras, o quién es Rossi o D´Estéfano. No conozco ningún directivo que haya ido a darle un beso o un abrazo a Rebeca, Valentín o Lisandro (Butti). Yo no digo que le den plata ni nada, sólo eso. Porque ocurre todos los días o casi siempre no tiene que ser así. Alguna vez lo dijo (Matías) Machicote (N.d.R: expalista y actual jugador de la primera básquet de Náutico): "Cuando yo no era nadie, nadie me daba bola. Cuando fui subcampeón del mundo todos se querían sacar la foto conmigo". No puede ser así. Pero yo estoy acostumbrado a eso, los que no se tienen que acostumbrar son los chicos. Un directivo o quien sea tienen que ir a la botera cuando entrenan y decirles yo soy el directivo tanto y felicitarlos. Pero no pasa.