Durante la pandemia, creció la incautación de caballos sueltos en la vía pública
Como reveló La Opinión semanas atrás, en 2020 hubo un 40 por ciento menos de infracciones que en 2019. Sin embargo, hay un ítem que creció: hubo un 15 por ciento más de animales secuestrados, con los caballos sueltos como principal problemática.
En 2020, a raíz de la baja de la actividad general en la ciudad producto del aislamiento social preventivo y obligatorio a raíz de la pandemia de coronavirus COVID-19, las infracciones de tránsito se redujeron un 40 por ciento, estadística cuyo análisis reveló La Opinión semanas atrás.
Sin embargo, en el detalle de los tipos de infracción y de incautación hay un ítem que creció alrededor de un 15 por ciento de un año a otro: el secuestro de animales en la vía pública.
En 2019 los animales incautados fueron 89. En 2020, el número creció a 102. Durante el año anterior a la pandemia, septiembre fue el mes con mayor cantidad de secuestros, con 20. Al siguiente, fue agosto, con 18.
En 2020, abril y mayo no tuvieron actividad, pero en el resto de los meses, incluso en tiempos en los que el confinamiento era estricto. En 2019, en cambio, de enero a junio prácticamente no hubo acción: apenas dos incautaciones, una en enero y otra en marzo.
El problema de los animales sueltos, sobre todo los caballos, es cotidiano. Todos los días, desde distintos puntos de la ciudad, vecinos reportan la presencia de equinos que pastan en espacios públicos o recorren las calles, con lo que ello significa en términos de riesgos por accidentes de tránsito.
En 2019, la Municipalidad tomó la decisión de pasar al patrimonio público los animales que tenía retenidos y alojados en el Corralón municipal. De la misma manera, decidió sacrificar un grupo que había arrojado positivo en los análisis de anemia.
Muchas veces, el secuestro de animales en la vía pública deriva en que los propietarios no los reclaman. Por un lado, hay quienes no pueden certificar su propiedad con la documentación correspondiente. Por el otro, están los que prefieren no pagar la multa y el monto que surge de la estadía en el Corralón.
El director de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad, Luis Caramún, de quien depende el área de Arrieros que se dedica a la inspección de animales sueltos, informó que los propietarios de caballos secuestrados tienden, en los últimos años, a tramitar la recuperación.
“Mayormente lo retiran. Hacen el certificado de anemia, pagan la multa y lo retiran. Hay algunos casos en los que nadie se presenta y los mandamos a la protectora Rescate Equino de San Nicolás”, explicó Caramún.
Una vez que pasan 30 días sin que nadie los reclame, el Juzgado de Faltas emite la autorización para el traslado a la protectora “para que estén atendidos y cuidados”.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión