Dueño de Fabro aseguró que la policía le pidió coimas y contó qué ocurrió antes de que apuñalen a un joven a la salida
Jorge Correa, titular del boliche en cuya zona apuñalaron a un joven el sábado por la madrugada, dio detalles en Radio Cuarentena respecto de lo que ocurrió dentro de su local antes de que el agresor atacara a la víctima afuera. Efectivo policial él también, denunció a otros policías por pedirle coimas para funcionar "sin problemas". Por la noche lo clausuraron. Ese día inauguró un nuevo bar en la bajada de 11 de Septiembre, donde sufrió daños.
El sábado por la madrugada, Rosendo Cruz Machado, de 33 años, fue apuñalado en inmediaciones del cantobar Fabro club, donde había comenzado un altercado con el agresor, Franco Ríos, un joven que estaba bajo arresto domiciliario y que permanece prófugo de la Justicia, ahora acusado de tentativa de homicidio.
El dueño de Fabro, Jorge Correa, difundió un comunicado en el que relató que todo comenzó dentro de su local a las 4.45, tras lo que el personal de seguridad retiró a las personas involucradas en el entuerto a la calle, y señaló que volvieron a enfrentarse afuera, momento en el que se produjo el ataque con un arma blanca.
Correa destacó la tarea de su personal de seguridad porque, aseguró, si no hubieran socorrido a la víctima afuera del local “no estaría con vida”. El local de su propiedad fue allanado por la policía para retirar los registros de las cámaras de seguridad. A la noche, con la novedad de que el agredido evolucionaba favorablemente, volvieron a abrir.
Personal de Inspección y Policía concurrieron el bar. “Nos solicitan la documentación, reglamentaria, no encontrando ninguna falencia”, dijo Correa. De todas maneras, el local fue clausurado. “El operativo fue realizado con personal de calle de la Comisaría San Pedro, los cuales al ver que no había motivos para cerrar el lugar, buscaron cualquier elemtno para poder clausurar”, se quejó.
En diálogo con Radio Cuarentena, el titular de Fabro Club relató que el operativo estuvo encabezado por un efectivo policial a quien el año pasado denunció por pedido de coimas. “A los que tenemos boliche, resto bar y demás, a veces para poder trabajar nos piden una suma de dinero”, reveló.
“Primero nos pedían 5.000 pesos”, dijo y mencionó a un teniente y un jefe policial sobre los que sembró sospechas aunque reconoció que funcionó sin problemas desde que inauguró y que nunca accedió a pagar ese dinero.
Correa, que también es efectivo policial y se desempeña en otra jurisdicción, dijo que le solicitaban 5 mil pesos por semana para sortear las restricciones de factor ocupacional impuestas por los protocolos vigentes a raíz de la pandemia.
El responsable de Fabro inauguró el sábado otro local, un bar denominado Punta Cana, ubicado en la bajada de 11 de Septiembre, antes del camino Juan Ismael Giménez. Informó que tras la clausura que sufrió el sábado en el boliche de 25 de Mayo al 600, en el otro comercio le rompieron vidrios.
Respecto de los reclamos de vecinos de la zona por el volumen de la música, Correa dijo que Inspección fue a controlar en diversas oportunidades y que nunca estuvo en infracción. “La salida de bolichos no lo puedo controlar, que las motos estén haciendo picadas, yo puedo controlar lo qeu pasa adentro del lugar, tengo seguridad y las personas que ingresan son registradas”, señaló.
“Nunca tuvimos un hecho igual”, dijo sobre la pelea que empezó en el local y terminó afuera con una persona apuñalada e internada en el Hospital en estado crítico. “El lugar es totalmente familiar”, sostuvo.
“Lamentablemente ahora estamos sufriendo una condena social y por parte policial, porque la verdad los inspectores me han ido a clausurar pero con educación y porque han tenido motivos reales, yo creo que tengo la quinta clausura, pero en el caso de policía la verdad que solamente me están haciendo la vida imposible por no podes colaborar con eso que están pidiendo”, se quejó.
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