Dudas en el Concejo por la extensión de contrato a Ashira
El Ejecutivo entregó una copia del borrador del contrato precario que planea firmar con la empresa, para extender la concesión por seis meses, ya que la última prórroga posible vence a fines de julio. Sin embargo una cláusula del convenio original prevé una situación como la actual, por lo que no sería necesario que el HCD apruebe una declaración de emergencia.
La publicación de La Opinión la semana pasada respecto del fin de los plazos previstos en el pliego de concesión del servicio de recolección de residuos a la empresa Ashira aceleró el debate entre el Ejecutivo y el Concejo Deliberante sobre el tema, que hasta entonces era preocupación de algunos pocos ediles y funcionarios.
El contrato era por cuatro años con opción a una prórroga por otros dos. Esos plazos vencen el próximo 31 de julio y desde el Gobierno municipal el Secretario de Economía y el Director de Asesoría Letrada informaron a través de este semanario que el plan es una extensión hasta enero.
Para ello, el Ejecutivo decretará la emergencia en el servicio –como hizo con el transporte cuando Caso abandonó sus responsabilidades–, firmará un contrato precario con Ashira y lo enviará al Concejo Deliberante para buscar su ratificación.
El Presidente del HCD Mario Barbieri anunció en sesión que recibió una copia del borrador y que lo extendería al resto de los ediles para comenzar a analizarlo. La Opinión tuvo acceso al documento, que ya genera dudas dentro de los bloques.
De emergencia y precario
Como se dijo, el plan del Gobierno es decretar la emergencia y firmar un contrato precario. En el borrador no hay ninguna explicación respecto a los motivos de la necesidad de esa extensión, que supera los plazos previstos por la concesión. Ello, de seguro, formará parte del decreto.
En el texto que tienen en sus manos los concejales se señala que “frente al inminente vencimiento del palazo contractual y la indiscutible obligación que tiene el Estado de preservar el ambiente sano, lo que incumpliría en caso de no actuar en consecuencia, las partes buscan conciliar las condiciones contractuales que permitan dar continuidad al servicio”.
Por ello ese convenio, cuyo objeto es “continuar en forma directa, temporaria y de emergencia la atención de la higiene urbana”, que consiste en la recolección de residuos domiciliarios y el barrio de calles, todo de acuerdo a lo que dice el contrato original, es decir sin reducir servicios.
El precio será “fijo e invariable”, dice el borrador, aunque aclara que será así “salvo que se acredite” que la “prestación se ha tornado excesivamente onerosa”. Habla de “cantidades que modifiquen en un diez por ciento el costo”. En ese caso, sí se podrá revisar el monto.
Las frecuencias, modalidades y especificaciones son las mismas que figuran en el contrato de concesión de 2008, más “las modificaciones introducidas en el transcurso de la relación contractual”, de las que no hay conocimiento alguno públicamente o en el Concejo Deliberante, al menos de manera oficial y más allá de las quejas de vecinos sobre presuntas reducciones.
Qué pasa con el personal
El medio centenar de empleados que la empresa posee en San Pedro siguen con cierta preocupación lo que acontece. En el contrato, la empresa señala que será “directa, exclusiva y plenamente responsable” de todo el personal que trabaja, con excepción del personal municipal, claro está.
Uno de los puntos que más preocupaba a los concejales quedó redactado para que no haya ninguna duda. Dice que Ashira “será el único responsable del pago al personal que aporte para las prestaciones”.
En ese ítem figuran “remuneraciones, cargas sociales, indemnizaciones, accidentes de trabajo y cualquier otra erogación que se produzca como consecuencia de la relación laboral”.
Para evitar especulaciones, la cláusula novena es explícita: “En ningún caso podrá interpretarse que el personal contratado para el desarrollo de los servicios goza de relación laboral directa o indirecta con la Municipalidad”. Aunque, como sucede en otros distritos donde vence el contrato y se busca una estatización, las empresas despiden, los gremios presionan y los Estados locales terminan absorbiendo al personal.
Primeras dudas
Varios ediles consultados por este semanario manifestaron que estudian el borrador y que tienen algunas dudas, sobre todo porque la planteada extensión del contrato de manera precaria desde agosto no tuvo en cuenta el artículo 6 de la concesión original, que refiere a “prórroga del plazo y extensión de la obligación de la prestación”.
Allí queda explicitado que vencido el plazo original de cuatro años, puede haber prórroga por otros dos, como lo hubo. Ello debe hacerse vía instrumento administrativo. “Un nuevo contrato”, dice, que debería tener como respaldo la decisión administrativa del Intendente, vía decreto. “Nunca vimos el decreto de renovación”, dijo Mario Sánchez Negrete a La Opinión.
El problema, de todas maneras, reside en la extensión propuesta, ya que el contrato inicial indica que una vez vencida la prórroga “el contratista se verá obligado a continuar con la prestación de los servicios por un lapso no superior a 90 días adicionales”.
Varios son los ediles, de distintos bloques, que creen que no es necesario el contrato de emergencia planteado por el Ejecutivo, sino que deberían hacer uso de esa claúsula, ya que tendrían dos meses hasta el vencimiento y tres meses más, es decir cinco meses para llamar a una nueva licitación.
“En febrero presenté un pedido de informes. El HCD les preguntó en ese momento qué iban a hacer con la basura”, se quejó Sánchez Negrete y agregó: “Deberían enviarnos una carpeta con los antecedentes, no una nota que diga ‘ratifíquese’”.