Dos usurpaciones abren la discusión sobre los negocios inmobiliarios
El miércoles, se desalojó un terreno de importantes dimensiones en Máximo Millán 2100, que había sido vendido a una pareja oriunda de la zona de Islas a través de Facebook y por el cual pagaron 80 mil pesos y dos motos. El sábado, una casa fue usurpada por extraños en el Barrio Futuro, cuando el dueño de casa habían salido a cuidar a la madre.
En los últimos años, en la ciudad de San Pedro se han dado una cantidad de usurpaciones y ventas irregulares de inmuebles que pone nuevamente en escena los negocios inmobiliarios ilegales que se suceden uno tras otro sin ningún tipo de control ni criterio.
El pasado miércoles, tal como lo adelantó La Opinión en su edición 1270, se desalojó a una pareja que había adquirido una casa en inmediaciones de Maximo Millán 2100. Los ocupantes de la vivienda habían adquirido la misma a través de Facebook a una persona que supuestamente sería la dueña, aunque vendió un bien que no era propio. Por el predio pagaron 80 mil pesos en cuotas y entregaron dos motos.
Tras la denuncia judicial, vino el desalojo. El que realizó la presentación judicial y se presentó como el dueño de la propiedad ante la justicia, es el reconocido religioso sampedrino Alejandro León, cuyo nombre real es Diego López. Su padre, también llamado Diego López, le dejó el predio como herencia. Por su parte, el que vendió el lote fue José Antonio Pereyra, que presentó como documentación un boleto de compraventa firmado por un tal Diego López, aunque no se pudo establecer la veracidad del documento.
En el mismo lote hay otra vivienda, la cual, también dicen haber pagado por ella. Dos familias estafadas por ventas irregulares que nadie controla, que nadie certifica y de la cual se duda de todo.
El segundo caso, sucedió en la mañana del sábado, cuando Brian González, de 25 años, regresó a su domicilio luego de haber estado toda la noche cuidando a su madre y se encontró con la sorpresa de que en su vivienda había gente y habían retirado algunas de sus pertenencias dejándolas en la vereda. “hasta el perro le dejaron en la calle” explicó un vecino, indignado con la situación.
La casa fue tomada por una familia conformada por el jefe familiar, su pareja y tres hijos. “yo me merezco una casa de estas” le explicó César a La Opinión en el mediodía del sábado.
Luego de la denuncia del propietario de la vivienda, la policía intervino tras el accionar judicial, notificando a los ocupantes de la casa del inicio de las actuaciones correspondientes.