Dos causas por el juego clandestino
Tras el operativo en el que desbarataron un casino ilegal en Santa Lucía, surgieron nuevos datos acerca de cómo operan los centros de apuestas clandestinas en la zona. Los detenidos tras ese allanamiento fueron liberados y hay dos causas en marcha, una contravencional por el “garito” y una penal por el policía que fue atropellado por uno de los responsables de la casa de juegos.
La policía de San Pedro realizó un operativo la semana pasada que desbarató un casino clandestino en la localidad de Santa Lucía, donde fueron secuestradas ocho computadoras marca Dell programadas para realizar apuestas ilegales, que funcionaban en un domicilio particular.
Se trata de una vivienda ubicada en América al 350, que según los resultados de la investigación está habitada por la señora Alicia Mabel Rodríguez, conocida en el pueblo como “la Pájara”, quien por otra parte contó su versión de los hechos en una radio de esa localidad.
En el marco de ese procedimiento fueron aprehendidos Rodríguez y otro reconocido vecino santalucense, identificado por el Fiscal Hernán Granda como Néstor Ingane, quien al momento de realizarse la acción policial atropelló al oficial Ezequiel Bogado, provocándole heridas que dieron lugar al inicio de una causa penal en su contra por “lesiones graves dolosas”, ya que Granda consideró que el hecho no fue un accidente.
Por ello Ingane estuvo en la comisaría en calidad de detenido, aunque recuperó la libertad luego de que sus abogados solicitaran una medida de excarcelación al Juzgado de Garantías, que la otorgó, puesto que la causa es excarcelable. Por su parte, Bogado está en su casa, en cama, con rotura de ligamentos.
“Pensé que era legal”
La situación desatada la semana pasada dio lugar a dos tipos de causas: por un lado la penal por las lesiones contra el policía y por otro una contravencional por el juego clandestino, que se tramita en el Juzgado Correccional y en la que también está involucrada Rodríguez.
En declaraciones realizadas a una radio de Santa Lucía, la aprehendida admitió que en su casa funcionaba la sala de juego, pero señaló como responsables a Ingane y a otro hombre al que identificó como Fabián Vulcano. Rodríguez se defendió y aseguró que cobraba “400 pesos por semana” en concepto de alquiler y que pensó que todo “era legal, como antes las maquinitas estaban en el club”.
Se refiere al club Central Córdoba, ubicado a la vuelta de la casa y por cuyo patio ingresarían los ocasionales clientes del garito clandestino y donde según diversos testimonios recogidos por este semanario funcionaba el casino clandestino antes de recalar en la casa de la mujer.
Al respecto también se refirió el Delegado Municipal Martín Rodríguez, quien aseguró que había hecho una denuncia en el Destacamento policial, enterado de la existencia de las máquinas: “La denuncia la hice porque se corría la bola”, dijo.
La Opinión intentó desde la semana pasada comunicarse con la mujer, sin éxito. De la misma manera, resultó imposible obtener palabra de Ingane y en su casa señalaron: “No creo que quiera hablar sobre el tema”.
También en San Pedro
El operativo en Santa Lucía dio lugar a que muchos vecinos se acercaran a esta redacción para sumar información respecto a lugares donde hay juego clandestino en San Pedro. Algunos de ellos coinciden con lo que este semanario ha publicado en diversas oportunidades y otros dan cuenta de que hubo “mudanzas”.
Según esos datos, las avenidas Sarmiento y 11 de Septiembre albergan casas donde funcionan “garitos”, e incluso en algunos de ellos hay máquinas tragamonedas iguales a las que se utilizan en los casinos habilitados en diversos puntos del país. Entre ellos, uno que está en un barrio donde los vecinos han denunciado la situación a la policía en varias oportunidades en que han mantenido reuniones por situaciones de inseguridad.