Dos años después de la denuncia, detuvieron a un hombre que abusaba de una nena de 11 años
La policía detuvo el miércoles a un hombre de 45 años acusado de abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores. El caso fue denunciado en agosto de 2017. En aquel momento, la familia de la víctima contó a La Opinión lo que la niña les había relatado luego de que la pareja del imputado les revelara lo que sucedía.
A más de dos años de haber sido denunciado, un hombre de 45 años fue detenido este miércoles acusado de abuso sexual gravemente ultrajante cometido contra una niña de 11 que era vecina de su lugar de trabajo y cuya familia se enteró de la situación porque la propia esposa del abusador les contó.
El Juzgado de Garantías interviniente accedió a la solicitud de detección que elevó el fiscal Marcelo Manso, luego de considerar que las pruebas reunidas en contra del denunciado eran suficientes. La declaración de la víctima bajo sistema de cámara Gesell fue fundamental.
El imputado fue detenido este miércoles, pasadas las 20.00, en un domicilio de Molina al 600. Está acusado de abuso sexual gravemente ultrajante, corrupción de menores, amenazas y tentativa de abuso.
La familia de la víctima había contado a La Opinión que fue la propia pareja del abusador quien los puso en conocimiento de lo que sucedía con la niña. “No contó que esto venía sucediendo desde que la nena tenía 7 años”, habían señalado.
Los abusos fueron reiterados durante cuatro años. Tras contarle a la familia de la nena, la pareja del imputado lo abandonó y se fue con sus cuatro hijos. La maltrataba y los episodios de violencia eran habituales. “Según supimos, a una de las nenas menores que vivían con él le pasó lo mismo que a mi hija”, contó la madre de la víctima.
En agosto de 2017, tras la información que les dio la pareja del vecino, hablaron con la nena, que les dijo que no se animaba a contarles porque él la amenazaba con hacerla daño a ella o a su madre, que en ese momento estaba próxima a dar a luz.
En Fiscalía, ante los medios forenses y las psicólogas que la entrevistaron, la víctima contó todo. Las pericias confirmaron lesiones compatibles con abuso. Luego, el testimonio de la niña bajo el sistema de cámara Gesell ratificó el delito. Ahora, dos años y cuatro meses después, lo detuvieron.
El vecino sabía que lo habían denunciado. En El Fortín, donde trabajaba, también, por eso duró poco en su trabajo como cuidador y tuvo que irse. Entre la denuncia y su alejamiento de lugar, su actitud fue intimidatoria contra la familia denunciante.
“Se sienta en la hamaca de su casa y nos mira”, contaba la madre de la niña en 2017. El vecino, que antes era amable con ellos, había dejado de saludarlos luego de que les dijera que quería hablar con ellos y obtuviera una respuesta negativa: “Le dijimos que no teníamos nada de qué conversar”.