Dolor por la aparición sin vida de Marcos Sosa
El joven que había desapareció y luego fue hallado sin vida en Junín había vivido en la ciudad hasta el año pasado, junto a su papá y tres hermanos.
La desaparición y posterior hallazgo sin vida de Marcos Sosa en Junín también repercutió en el sentimiento de su familia sampedrina. A medida que fueron pasando los días, trascendió que gran parte de sus seres queridos habitaban en nuestra ciudad y se vieron conmovidos por lo acontecido. Por cuestiones familiares, el joven de apenas 20 años se había ido a vivir con su mamá a Junín.
La desaparición de Sosa fue denunciada el martes 15 pasado por su madre, Rosa Juana Benito, en la Comisaría Segunda de Junín y de inmediato la Policía inició una amplia búsqueda, coincidiendo por esos días con los rastrillajes que también se realizaban en esa zona en busca del pequeño Tomás, el niño de 9 años que también apareció muerto en la ciudad de Lincoln.
Fue así que se tomaron distintas medidas tendientes a dar con su paradero, entre ellas rastrillajes de diferentes zonas, allanamientos en propiedades de Junín y la difusión de los datos del joven a través de los medios de prensa, incluyéndoselo además en la nómina nacional de personas desaparecidas.
Se pudo establecer que Marcos Sosa había abandonado su domicilio de calle Pringles al 1.600 en forma voluntaria y sin que creara sospecha alguna.
Aproximadamente a las 7.30 del pasado viernes, el cuerpo del joven fue hallado por un baqueano de la zona cerca de la Ruta Nacional 188. Juno a él estaban la moto en que se había ido y un arma de fuego con el que se habría disparado para quitarse la vida.
Marcos tenía ocho hermanos, tres de ellos habitan en nuestra ciudad –uno mellizo con él, Ezequiel– al igual que su papá Pascual Sosa.
Su mamá Rosa contó que no entiende qué le pasó al joven para tomar la drástica decisión. “Marcos era muy querido y tenía muchos amigos en San Pedro. El estudió allá en San Pedro hasta hace un años atrás y luego vivió en La Plata, donde estaba aprendiendo de Jockey. Se volvió a vivir a Junín y hacía pocos días me había comentado que quería que yo conociera San Pedro y de paso veía al resto de su familia, pero no se dio”, relató.