Diferencias desde el aire: la sana envidia de un piloto
Eduardo Génova sobrevoló con su aeronave la zona costera de Baradero y quedó asombrado. La naturaleza se muestra en todo su esplendor sin construcciones de cemento que distraigan, sin impedir la llegada al río y con la libertad de disfrutar espacios verdes y públicos.
El piloto sampedrino Eduardo Génova tiene el privilegio de volar por toda la zona y recorrer y apreciar desde el aire un panorama que no todos podemos comparar.
En sus paseos ha podido comprobar la gran contaminación cementicia que tenemos los sampedrinos con la ampliación de clubes, hoteles, viviendas que cada vez abarcan más espacios de todos para beneficio propio.
No solo en el radio urbano, sino aquellos sitios más alejados donde la instalación de corrales de crianza de todo tipo de ganado ya es moneda corriente.

En su recorrida aérea el piloto comentó la “sana envidia” que le provocó ver cómo se comportan otras comunidades cercanas como Ramallo, San Nicolás y Baradero, cuidando sus costas, su medio ambiente y su naturaleza.
Evaluando la situación, una vez finalizado su recorrido, propuso algo muy muy sencillo de aplicar: que no se haga ningún movimiento, ninguna construcción, ninguna edificación, no instalar ningún cartel, no instalar nada sin la autorización de la Municipalidad, que en varias oportunidades se convierte en protagonista de esos atentados contra lo natural.
“Es un mamarracho, un mamarracho todo, cada uno hace lo que quiere, arrancando, poniendo carteles de todos los colores”, señaló y advirtió que hay clubes, hoteles de un lado y hacia el otro, corrales, alambrados, casas que ocupan hasta las veredas.
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