Dictan sentencia contra el violador serial
La Fiscalía de Juicio solicitó 25 años de prisión para Pablo Pérez, acusado de violar a dos mujeres. Su defensa solicitó la nulidad de la mayoría de los actos efectuados durante la instrucción.
En el día de hoy, el Tribunal integrado por los jueces Belén Ocariz, Guillermo Martínez y Cristian Ramos, dará a conocer el resultado final del juicio trazado contra el chofer sampedrino Pablo Pérez (31), acusado de abusar sexualmente de dos mujeres el 11 de julio de 2006 y el 10 de junio de 2008. Dos casos muy similares a los acontecidos el primer día del 2009, cuando esta misma persona abusó sexualmente de dos menores de edad y por la cual está cumpliendo actualmente una condena de 12 años.
Ahora los letrados deberán expedirse sobre el pedido efectuado por la Fiscal de Juicio Gabriela Ates, quien solicitó 25 años de prisión de efectivo cumplimiento, o el pedido de nulidad y sobreseimiento que pidió el defensor particular del acusado, Dr. Marcelo Jiménez.
Entre el jueves y viernes de la semana anterior se llevaron a cabo las audiencias de testimonios, alegatos y defensa del imputado, y sobre las primeras horas de la tarde de hoy se conocerá el fallo final del juicio.
Las jornadas se llevaron a cabo en la sala Nº 1 del Tribunal Criminal Nº 1 de San Nicolás, lugar al que asistieron además de los profesionales, las víctimas y sus familiares, quienes afrontaron las audiencias con una entereza encomiable más allá de los trastornos y secuelas que originaron los hechos sufridos.
A Pérez se lo notó algo tranquilo, aunque se molestó por la presencia de la prensa y debió soportar el repudio de una de sus víctimas que llegó a increparlo cuando lo trasladaban desde la alcaidía, en medio de una crisis de nervios producto de volver a tener frente a frente el rostro de su victimario. De todos modos su defensa solicitó que el acusado no participara de la audiencia.
Durante las jornadas se escucharon más de cuarenta testimonios y se pudo establecer la tarea de los peritos Graciela Marti, María Isabel Ortiz y Andrea Colussi, quienes a través de un novedoso sistema satelital de teleconferencia brindaron detalles de cómo se llegó a comprobar que las muestras genéticas extraídas coincidan plenamente. La Licenciada Colussi destacó que el perfil genético de la persona es muy particular, por lo que sería prácticamente imposible que su conclusión sea errada: “El perfil genético masculino correspondiente a Pablo Enrique Pérez es 169 millones de veces más probable que sea de él, que de otra persona”, dijo.
Durante la audiencia fue importante el singular testimonio de la ex pareja del acusado, quien dijo que una noche él se presentó en su casa con el mismo celular al descripto en el robo a una de las víctimas, aludiendo que se lo habían olvidado en la Trafic que manejaba. También afirmó haberle regalado un reloj similar al descripto por una de las mujeres como así también una campera verde que el acusado poseía.
La joven dudó de la culpabilidad de quien por entonces fuera su novio, hasta que un mes después de su detención en 2009, en una de las visitas al penal de Campana donde estaba detenido, una serie de preguntas cuyas respuestas fueron evasivas y mentirosas la convencieron. Desde entonces, mantiene una relación cercana con las víctimas, con quienes se la pudo ver dialogando en las jornadas del juicio.
En el marco de las audiencias, también se pudo acreditar que Pérez conducía la camioneta Trafic de una empresa de transporte en las horas en que se perpetraron los hechos y que era cotejable su recorrido con los sectores en donde se produjeron. Particularmente en el caso del 11 de julio de 2006, cuando la víctima había consultado a Pérez minutos antes porque justamente ella estaba esperando una combi.
En conclusión, las pruebas trazadas sobre el acusado son contundentes y para la Fiscalía ha constituido el delito del abuso sexual con acceso carnal reiterado. Además, a los fines de mensurar la pena, deberán computarse como agravantes la reiteración de hechos delictivos (dos de abuso y el robo), la extensión del daño causado, comprobado en la causa, la modalidad utilizada a través de un ataque violento, rodeado de amenazas y golpes, utilizando métodos sexuales denigrantes y ocasionando lesiones importantes en la zona genital de las víctimas.
Para la Justicia no existen eximentes y obra que Pérez actuó dentro de los parámetros normales y que entendía la criminalidad.
Hoy, el Tribunal tendrá en sus manos la posibilidad de ofrecerles a las víctimas una condena ejemplar, y condenar por segunda vez a uno de los personajes más siniestros que ha escrito la historia policial de la ciudad.
Nulidad y absolución
El Dr. Marcelo Jiménez, Defensor particular del acusado, en su presentación buscó por todos los medios derribar lo aportado por todas las partes. El abogado afirmó que mantiene el pedido de nulidad en cuanto a los informes médicos presentados sosteniendo que la comparación de ADN se hizo respecto de una prueba ilegal y nula.
Además pidió la nulidad de todo lo actuado y que se lo debe absolver por la comisión del ilícito de abuso sexual con acceso carnal. Con respecto al robo, entiende que la cadenita no se le secuestró al detenido. Aquí también solicitó la absolución por el delito de abuso sexual, por no estar probado y que se lo absuelva por el delito de robo, sosteniendo que es inapropiado y no corresponde agravar la pena por los dos hechos anteriores por los que fuera condenado por sentencia no firme.
Pérez purga una pena de 12 años en el penal de San Nicolás, donde al principio “la pasó muy mal”, según detallaron fuentes cercanas a la situación del detenido.
Sin embargo, manifestaron que ahora es “protegido del jefe del pabellón de sanidad” y que eso le da “ciertas ventajas” dentro de la comunidad alojada allí.