Días decisivos para la enfermera que robó comida en el Hospital
El sumario en su contra está en etapa de definiciones. La Junta Disciplinaria se reunió la semana pasada y evalúa las pruebas que obran en el expediente. La misma enfermera fue denunciada penalmente por “maltrato” a un bebé en un centro de salud
Desde principios de agosto del año pasado, la Municipalidad instruye un sumario administrativo contra la enfermera del Hospital Romina Gómez, acusada de robar comida de la cocina del nosocomio junto a una compañera que fue despedida automáticamente por carecer de estabilidad laboral, ya que era contratada.
Gómez es empleada de planta permanente y en su caso debían seguirse los pasos de ley e instruir un sumario para establecer sus responsabilidades en el caso y actuar en consecuencia.
La semana pasada la Junta de Disciplina se reunió en Palacio, con miembros del gabinete y representantes sindicales, para analizar las pruebas que obran en el expediente.
Romina Gómez fue captada por las cámaras de seguridad cuando salía de la cocina junto a su cómplice y esa sería la prueba fundamental para cuestionar su actitud. En el gobierno, desde el principio, sostuvieron que la decisión es despedirla, aunque deben cumplir con el sumario correspodiente.
Durante la reunión de la Junta de Disciplina los sindicatos hicieron algunos planteos menos relacionados con lo que sucedió con la enfermera que con la vara distinta con la que se miden algunas cosas en el Estado local. En tiempos de crisis económica, dicen, no quieren ser parte de una decisión que implique dejar sin trabajo a una persona. Aunque las pruebas serían contundentes como para evitarlo.
Para colmo de males, Romina Gómez fue denunciada penalmente por “maltratar” a un bebé en un centro de salud. El año pasado, cuando ocurrió lo del robo de comida, la enfermera había sido suspendida por 30 días. Cumplida esa sanción preventiva, volvió a trabajar pero ya no en el Hospital sino en centros de atención primaria.
El hecho que le valió una denuncia penal ocurrió en la salita del barrio Los Aromos, donde fue a cubrir una suplencia. La madre de un bebé de apenas unos meses llevó al niño a un control y al retirarse del lugar, notó que la enfermera le había dejado marcas luego de pesarlo.
Según confirmó la madre del niño a La Opinión, el secretario de Salud, Guillermo Sancho, estableció comunicación con la familia para que relaten lo sucedido y tomar cartas en el asunto.
En la denuncia penal la vecina detalla que luego de lo ocurrido “habría realizado averiguaciones personales en las que afirma que la profesional de la salud no sería la primera vez que posee problemas de estas características, existiendo antecedentes y quejas de otros pacientes”.
No es la primera vez que hay una denuncia sobre esta enfermera por maltrato, ya había sido sancionada en 2010, cuando una mujer la denunció por una situación que, al igual que ahora, protagonizó con un paciente pediátrico. En esa oportunidad, los sindicatos la salvaron del despido.