Día de Prevención del Suicidio: marcha y pedido de atención en salud mental en San Pedro

Desde las 19 los manifestantes comenzaron a concentrarse en la puerta de acceso principal del Hospital Emilio Ruffa. Llevaron distintas pancartas y el color amarillo que es el que identifica el reclamo de las víctimas de suicidio e incluso hubo compañía de referentes de otras entidades.

Hubo participantes de todas las edades y reclamos a viva voz mientras caminaban. El recorrido comenzó por 25 de Mayo hasta el Estadio Municipal y desde allí hasta calle Mitre para arribar a la intersección de calle Ruíz Moreno donde emprenderán el último tramo hasta calle Rivadavia donde se encuentra el mural de mosaiquismo con los nombres que aportaron las impulsoras sampedrinas de una idea que comenzó en Capital Federal con la organización de la asociación civil EmpeSares.

Un móvil de La Opinión y Sin Galera acompañó la marcha que impulsa el tratamiento y modificación de la ley de salud mental. “Saquen plata de otro lado, no con los enfermos. No son chicos enfermos, es una adicción, una enfermedad”, decía una de las participantes respecto a las condiciones de vida que impiden a quienes tienen menores recursos acceder a tratamientos.

“Sólo los que lo padecen saben de qué se trata”, dijo una joven entre llantos y consignó que a veces sólo consiguen turnos de atención a sesenta días.

“Hay gente que no tiene el dinero para pagarlo, necesitamos apoyo”, dijo una mujer que portaba una pancarta blanca que decía “Basta”. Al finalizar y para cerrar la manifestación Luciana Baca, la mamá de Lola, agradeció a los presentes. Antes se había referido a uno de los logros de la tarea que emprendió a pocas horas del fallecimiento de su hija: “logramos que se hable de suicidio”, dijo y estimó que el solo hecho de que el tema se trate en las escuelas ya es un avance en la prevención. Destacó además la necesidad de contar con profesionales especialistas en el tema y la participación de los psicólogos sampedrinos.

Hubo abrazos, angustia y dolor por los que no están en una marcha que sigue congregando a familias que necesitan mucha voluntad para poder sobreponerse a la situación de duelo que transitan y aún así unen fuerzas para mantener el foco sobre una problemática que comprende a numerosos sectores de la población que con o sin diagnóstico padecen problemas de salud mental.