Detuvieron un camión con sobrecarga de arena
En un operativo realizado por Inspección General, detuvieron al chofer de un camión que circulaba con un exceso de 15.000 kilos en la carga de su vehículo.
El eterno problema de la arena que derraman los camiones sobre calles y accesos, provoca accidentes, destrozos sobre la infraestructura, malestar en los vecinos de la zona y un aspecto más que desprolijo para el turista que arriba a nuestra ciudad.
El pasado miércoles, funcionarios de Inspección General, realizaron un operativo sobre los accesos a la ciudad con el objetivo de controlar los camiones que circulan trasladando arena. En horas de la tarde detuvieron al conductor de un camión, cuya carga, superaba ampliamente el tope permitido.
De inmediato confiscaron las toneladas excedentes para trasladarlas al Corralón Municipal y destinarlas a la planta de construcción de caños que funciona en ese lugar.
La limpieza
Más allá de la sobrecarga que, sin dudas, deteriora los caminos, preocupa a los vecinos el peligro que ocasiona semejante capa de arena sobre la cinta asfáltica.
En declaraciones efectuadas por Martín Noseda, responsable del Corralón Municipal, recalcó que no es su responsabilidad la limpieza de los accesos y calles involucradas en el circuito de carga y descarga de los camiones que transportan arena. A pesar de ello, son muchas las oportunidades en las que realizan la tarea con una motoniveladora que solo se limita a correr los montículos que se forman en los bordes de la calzada; tarea que resulta insuficiente y de muy poca duración, debido a que el constante tránsito durante todo el día inclusive la noche haría que el derrame de arena sea constante. Muchos vecinos señalan el aumento de la actividad de traslado durante la noche, aduciendo a que la misma estaría vinculada al exceso de carga de los camiones evitando los controles. Idoneos en el tema dicen que no sería esa la razón, sino que la constante actividad se debe a la altísima demanda de arena existente en el mercado.
15.000 kilos y algo más
A la excesiva cantidad de kilos secuestrados al camión el miércoles pasado, deberíamos agregarle los que perdió en el trayecto de salida de la arenera hasta el punto en donde fue detenido. Entonces podríamos decir que eran más de 15.000 los kilos que este camión trasladaba fuera de regla. La visión positiva de esto sería que esa arena que se descargó en el corralón podría ser utilizada para alguna obra que los encargados del lugar decidan y no desperdiciada como la que pierden a diario los camiones de carga. Toda la arena que podemos ver derramada en la vía pública queda inutilizada ya que se “ensucia”. Será por esto que nadie quiere hacerse cargo de recogerla y mantener la zona en las condiciones que corresponde. Es obligación de las empresas privadas que realizan esta actividad hacerse cargo de la limpieza, si bien dos de las firmas que operan en el puerto contrataron a una cuadrilla que barre lo que los camiones pierden pero solo hasta la subida de Rómulo Naón.
El desperdicio en números
Son muchos los kilos que a diario se desperdician en el traslado de la arena. Mensualmente, con la cantidad del material que se puede ver solamente en el acceso Crucero General Belgrano, se “llenaría” un camión con chasis. Un vehículo de estas características puede llegar a cargar hasta 15.000 toneladas. Los camiones que salen del puerto solo pueden cargar hasta 8.000 toneladas por las normas que rigen el traslado de esta mercadería. Un metro de arena equivale a tres cuartas partes de una tonelada, el valor al público del metro de arena es de $ 38 aproximadamente. Es decir, que la tonelada de arena, al público, tendría un costo de $ 28,50. Supongamos que llenamos el vehículo con la reglamentación legal de carga máxima: 8.000 toneladas, el costo es de $ 228.000. Pero esta carga sería inútil, porque la arena que cae, junto con el agua que chorrean los camiones a su paso, se deteriora. Cabe a esta altura preguntarse qué podríamos hacer con esta inmensa cantidad de kilos de arena mensuales que quedan inutilizados?. Por cada metro cúbico de hormigón se necesita “casi” un metro de arena, (además de 7 bolsas de cemento y un metro de piedra). Si no se “ensuciara” la arena derramada, podría utilizarse en casi 6.015 metros cúbicos de hormigón – es decir, 6.015 metros cuadrados de superficie – para reconstruir los caminos que esos mismos camiones destrozan a su paso con su excesiva carga. También imaginamos destinarla a la construcción de barrios para la clase media que a pesar de trabajar como Dios manda no puede acceder a una vivienda propia, ya que por cada metro cúbico de mezcla, para levantar un metro cuadrado de pared de 30 centímetros de ancho y de ladrillos cerámicos, se necesita no más de un cuarto metro de arena (más una bolsa de por ejemplo Plasticor). Qué más? Todo lo que la imaginación práctica pueda brindarnos. Los funcionarios y responsables de controlar esto, deberían multar a las empresas que permiten este derroche en proporción a la pérdida que ocasionan al estado. Por ejemplo, ¿qué pasaría si se recogiera diariamente la arena derramada y se pesara y dividiera en partes iguales el monto de lo que esta pérdida representa entre las empresas que no cumplen con la norma de limpieza y mantenimiento de caminos?. Tendríamos un doble beneficio, caminos limpios y empresas y conductores más responsables.