Determinarán si los perros rescatados de un supermercado eran para consumo humano
La protectora Apama advirtió a Bromatología, luego de que una rescatista tomara fotos de perros enjaulados en un supermercado chino. Sospechan que podrían haber sido engordados para comérselos. Si bien no hay antecedentes locales confirmados, aseguran que es “común” el consumo de este y otro tipo de animales que en la cultura argentina tienen carácter de mascotas domésticas. Además, hallaron mercadería vencida.
La noticia causó estupor al difundirse en las redes sociales: dos perros fueron rescatados del patio de un supermercado chino ubicado en avenida Sarmiento al 1900, donde fueron fotografiados dentro de jaulas, como puede verse en las imágenes que ilustran esta página.
Lo más extraño es la sospecha de los rescatistas que tomaron las fotos e hicieron la denuncia en Bromatología: podrían haber sido engordados para el consumo humano, algo que confirmarán o descartarán hoy los veterinarios que trabajan con la protectora de animales Apama.
Así lo confirmó a La Opinión Fabián Rodríguez, miembro de la protectora. “Los vamos a revisar, porque estamos con la duda de si eran criados para el consumo”, dijo y agregó que los veterinarios podrán darse cuenta de ello “en el tema articulaciones, la flexibilidad”, porque “el animal de jaula engorda más fácil”.
Rápida acción
Las fotos fueron tomadas el fin de semana. El lunes, Apama habló con Saverio Gutiérrez, Jefe del Departamento de Bromatología, quien acudió de inmediato al lugar.
Gutiérrez dijo a La Opinión que en el patio del supermercado había dos perros sueltos y que en el lugar estaban dispuestas una serie de jaulas, que serían utilizadas para su resguardo.
“Les pedimos que dispongan cuchas en lugar de las jaulas, retiramos los perros y se los entregamos a Apama”, señaló el veterinario y agregó: “Los titulares del supermercado manifestaron que no tenían problemas respecto de lo que les planteamos y nos entregaron los animales, que fueron a la fundación”.
Los empleados municipales retiraron las jaulas y constataron que los animales estaban en buenas condiciones generales.
“Esperemos que haya controles más seguidos y que si los vecinos ven algo, que avisen a Apama o Bromatología, para que actuén”, pidió Rodríguez, quien manifestó su satisfacción por la rápida actuación del área que conduce Gutiérrez.
Además del hallazgo de los perros, Bromatología retiró del supermercado mercadería vencida que estaba ofrecida a la venta. Al respecto, Gutiérrez informó: “Ellos tiene un asesor técnico, que será informado y eventualmente multados, ya que es quien debe velar por el buen estado de la mercadería”.
¿Comer perros?
“Acá en San Pedro no hay antecedentes, pero es muy común en Buenos Aires”, dijo Fabián Rodríguez ante la consulta respecto de la posibilidad de que los perros fueran “engordados para el consumo humano”, como se sospecha.
“Ha habido varias denuncias, de que engordan perros y gatos, porque están dentro de sus culturas”, dijo respecto a lo que sucede en Capital y el conurbano.
“Así como nosotros comemos vacas, lechones o corderos, ellos comen perros; en China que hagan lo que quieran, pero acá no”, sostuvo el miembro de la protectora de animales.
En Occidente, el consumo de carne de perro desapareció en las postrimerías del siglo XIX, con el advenimiento de lo que hoy es una generalidad en nuestras culturas: la presencia de este tipo de animales como mascotas, muchas veces tratados como un miembro más de la familia.
En el lejano Oriente, el tema es distinto. Si bien China fue de las primeras culturas en domesticar a los perros, también fue uno de los primeros países en los que su carne apareció en el mercado para el consumo humano, al punto de que su costo es elevado y no de fácil acceso para la población de recursos medios.
En otros países orientales como Corea, Filipinas, Indonesia, Vietnam y Taiwán su consumo es sino habitual por lo menos no tan controversial como lo es entre los argentinos.
No hay que olvidar que se trata de países milenarios, que han sobrevivido a intensas hambrunas y cuya concepción cultural es muy distinta a la occidental. De todas maneras, si respetar la diversidad cultural es buena para una mejor convivencia, será a los ciudadanos orientales a quienes les toque ceder en casos como los que nos ocupan.