Detectan que Coplac elimina residuos sin permiso en un campo
Una inspección municipal descubrió una antigua cava repleta de restos de alfombras de la fábrica. Allí los depositaban y quemaban. Una vez más, la empresa desoye la reglamentación vigente, a pesar de las advertencias municipales y del Opds.
La alfombra mágica de la empresa Compañía de Planeamiento Acústico (Coplac) S. A. había llamado nuevamente la atención de las autoridades municipales, ya que desde que en enero de 2011 intervino el Opds porque la fábrica enterraba sus residuos a la vera del camino que continúa Crucero General Belgrano cruzando la Ruta 1001 nada se sabía respecto a qué hacían con el resabio de la producción.
El 30 de julio pasado, una inspección del área de Obras detectó un camión cargado con restos de alfombra como las que fabrica Coplac que ingresaba a un campo ubicado en la zona de El Espinillo, hacia adentro de la Ruta nacional N° 9.
Allí, en un predio que según los registros de la Oficina de Rentas corresponde a la circunscripción XI, parcela 1348, es propiedad de Fernando Lionello, hay un verdadero depósito a cielo abierto en lo que sería una antigua cava.
En ella, residuos de las alfombras de Coplac, vertidos sin autorización municipal, menos aún provincial y sin respetar los protocolos que en materia industrial prevé la legislación vigente para la producción industrial.
El detalle bajo
la alfombra
En el lugar pueden apreciarse cenizas que cubren el camino que va desde el acceso al campo hasta la cava, donde hay una gran cantidad de restos de alfombras como las que fabrica Coplac y de hecho en los retazos puede leerse la marca de esa empresa. De la misma manera, la inspección halló un remito de esa fábrica.
El acta de infracción fue elevado al Juzgado de Faltas para su intervención y un informe detallado con las fotos registradas por el personal municipal conforma una carpeta que ya está en poder del Organismo para el Desarrollo Sustentable (Opds), autoridad provincial en materia ambiental.
Una y otra vez
No es la primera vez que sucede con esta fábrica. Desde que abrió sus puertas para fabricar alfombras para automóviles, luego de anunciar un emprendimiento autopartista brasileño que despertó muchas más expectativas que las que cumplió.
La primera denuncia vino de parte de los vecinos, que observaron que a unos 150 metros de la planta tiraban y quemaban el material sobrante. Luego hicieron lo propio pero en el camino rural que continúa Crucero General Belgrano. Una tercera fue en cercanías a un cementerio parque.
En todas, la advertencia fue la misma: no pueden quemar las alfombras, no pueden tirar ese resto en cualquier lado, deben tener un estudio de impacto ambiental y la autorización correspondiente del Opds para conformar un depósito del material industrial residual.
El gerente local, Alberto López Alonso, insistió cada vez con que Coplac “no contamina” y que “no es tóxico en el estado que está” porque “es material orgánico”. De la misma manera, había asegurado que “sólo podría contaminar si se quema en un lugar cerrado”.
Sin embargo, la Subsecretaría de Protección Ciudadana advirtió en diversas oportunidades sobre la irregularidad en torno a la disposición final de sus residuos industriales, sin que la empresa tomara los recaudos correspondientes.