Destrucción en la Escuela Normal
El grado de violencia utilizado por uno o varios sujetos alcanzó para destrozar y provocar toda clase de desmanes en el interior del establecimiento. No se recuerda un hecho de semejante características.
No caven los calificativos para describir la situación que se desencadenó el lunes a la mañana en la Escuela Normal. Es imposible entender como una o varias personas, ajenas o “no tanto” al establecimiento puedan tener semejante saña. Y con un grado de violencia extrema arremetan contra un establecimiento educativo de la forma en que lo hicieron.
Fueron los primeros docentes y auxiliares que arribaron en horas tempranas a la escuela y se desayunaron con un panorama desolador. Evidentemente, amparados por la soledad del lugar y la oscuridad de su perímetro, sujetos que hasta el momento no han sido identificados ingresaron y provocaron todos estos daños.
Evidentemente los autores contaron con el tiempo suficiente para hacer de las suyas sin que nadie interceda. Los responsables habrían ingresado por una de las ventanas de la galería, atravesaron gran parte del sector donde concurren los alumnos de primaria con un grado de violencia extrema, destrozando todo lo que tuvieron a su paso.
Durante esa mañana los pisos del establecimiento se tiñeron de blanco, puesto que arrancaron todos los matafuegos que se encontraban ubicados sobre la pared y los descargaron por todo el edificio. Galerías, pasillos, preceptoría y varios salones fueron afectados por el producto. Pero como si eso no les alcanzara, arrancaron papeles y afiches de la pared, y hasta agarraron algunos macetones, arrancándo sus plantas y desparramando la tierra por todas partes. Sin duda, lo más grave sucedió en el sector de las aulas, ya que en dos de ellas abrieron los armarios, no del modo más elegante, quebraron al medio sus puertas y tiraron todo lo que había en su interior, documentación, cuadernos y varios elementos pertenecientes a los docentes y alumnos. Es más, en una de estas incendiaron gran parte de lo que allí había, afortunadamente el fuego no prosperó. Otro de los sectores afectados por los vándalos fue el del Jardín de Infantes, allí donde se encuentra la división recientemente construida para separarla de la escuela. Las paredes, hechas con un material seco, fueron derribadas a las patadas, como blanco fácil para los violentos. Allí quedaron sellados varios boquetes, uno de mayor volumen que les alcanzó para avanzar hacia el sector de la rama inicial y seguir destruyendo lo que tuvieron a su paso. “No me extrañaría que se trate de alguna maniobra desestabilizadora contra el establecimiento”, dijo Marta Alonso, directora de la Unidad Académica. Como ocurre en estos casos se tejen varias hipótesis sobre quienes y por qué se perpetró semejante episodio. Lo más curioso es que se la tomaron con la rama inicial y la del primario, dejando de lado el sector que ocupa el nivel secundario.
Este punto será para tener en cuenta y así tratar de identificar a los autores del hecho.
Mientras tanto, se aguardan directivas por parte de la Justicia, como también los resultados de las pericias realizadas en el lugar. Tanto la Escuela Normal como el Comercial debieron suspender las clases del día lunes, recién ayer se pudieron normalizar las clases en el lugar.