Destrozos y saqueo en la canchita de Independencia
En una serie de hechos consecutivos, los delincuentes terminaron con la sencilla infraestructura de la cancha de fútbol infantil ubicada en Mateo Sbert y Güemes. Los ladrones rompieron las rejas y se llevaron mesas, sillas y hasta la cocina con una garrafa. También destrozaron bancos de cemento y un caño de agua provocando una inundación.
“Esta canchita es de los chicos, de nadie más que de ellos. Vienen a practicar de 11 años para abajo. Es injusto”, dicen las madres de la comisión del club Independencia cuyos hijos pertenecen al equipo de fútbol infantil de esa institución.
En el término de una misma semana, el predio que está ubicado en Mateo Sbert y Güemes fue blanco de destrozos y saqueos. Primero, limaron los barrotes y el candado de la reja que permite el acceso a los vestuarios y entraron para robar las pocas pertenencias que allí se guardan. Unas mesas de apoyo, una sencilla cocina con su garrafa, y unas sillas. Lo que no se llevaron, lo rompieron.
El viernes, se produjo un nuevo suceso cuando los integrantes de la comisión descubrieron que habían roto uno de los caños de agua. El daño provocó la inundación del predio y más perjuicio para la cancha porque además, los delincuentes no dudaron en romper los asientos de cemento donde se ubica el público durante los partidos.
El sábado pasado, desapareció parte del alambrado perimetral de la cancha. Situación que no es nueva porque unos meses antes habían sido robados todos los sectores alambrados de la cancha grande, ubicada frente a la del infantil.
“No sabemos qué más hacer”, dicen los vecinos y socios que trabajan con el objetivo de mejorar este espacio que es propiedad de los chicos. Indican su preocupación porque además, se trata de un predio oscuro sobre el que resulta imposible instalar una vigilancia permanente durante la noche, que es el momento en el que siempre se producen los hechos.
“No respetan ni el entusiasmo, ni las ganas de los chicos que vienen acá con el único objetivo de jugar al fútbol”, dicen los padres de los integrantes del equipo perjudicado por la ola de robos.