Después del “tirón de orejas” por la Clínica San Martín, Juan José Salgado recibió respaldo oficial como Director del Hospital
La situación del cirujano se complicó tras la reunión que mantuvo con empleados de la clínica en su condición de accionista minoritario. Frente a la ministra Zulma Ortíz, fue duramente criticado y hasta se suspendió la visita de la funcionaria provincial al Hospital. Aun así, Juan José Salgado cuenta con el respaldo político para continuar en el cargo, pese a denuncias por maltrato que pesan en su contra.
“Salgado tiene el total y absoluto respaldo del Intendente y del Secretario de salud para llevar adelante la Dirección del Hospital”, dijo ayer Silvio Corti al cierre de esta edición y cuando los cuestionamientos al cirujano excedían su condición de accionista minoritario de la Clínica San Martín para apuntar a cuestiones que hablan de antecedentes reñidos con el ejercicio de la función pública y la protección de víctimas de su maltrato.
La semana pasada las empleadas de la clínica privada que mantienen las instalaciones desde hace meses, aunque el sanatorio no funciona, recibieron la confirmación oficial de Coopser para dar por terminadas las negociaciones para administrar el sanatorio privado. El jueves al mediodía recibieron en el patio que da a la cocina a varios de los médicos titulares de las acciones, quienes les propusieron alternativas cuyos resultados se conocerán en los próximos días (ver recuadro).
La presencia del Director del Hospital, Juan José Salgado, ya había cobrado repercusión pública cuando se le cuestionó su designación por ser precisamente uno de los titulares de una prestadora de salud que dejó de pagar a sus empleados, abandonó a los pacientes, perdió la cápita del Pami, y cesó las prestaciones de internación, quirófano y terapia intensiva.
La presencia de la Ministra de Salud de la Provincia, que fue anunciada con conferencia de prensa y recorrida por el Hospital, terminó de precipitar la suerte del cirujano cuando una de las representantes de ATSA le pidió a la funcionaria provincial que le diera “un tironcito de orejas” al titular del Hospital, que compartía el acto con el Secretario de Salud Edgar Britos, el Intendente Salazar y otros miembros del gabinete.
“Las primeras que fueron a hablar con la ministra fueron las mismas dos representantes gremiales que no dejaron entrar a la reunión de socios y empleados. Me llamó la atención; más me llamó la atención que le pidan a la ministra ‘un tirón de orejas’ yo no me manejo con esos términos. Yo nunca me manejo con el ‘tirón de orejas’, dijo Salgado para despertar la memoria de al menos dos de las tres denuncias que pesan sobre su persona por maltrato.
Los archivos y el recuerdo impiden que trasciendan completos los testimonios de quienes recibieron mucho más que “un tirón de orejas” por parte del profesional. En dos provincias diferentes residen hoy quienes pueden memorizar una a una las heridas a las que sobrevivieron tras compartir espacios comunes.
Maltratos y destratos
“Hacía más de tres meses que la clínica no pagaba, me retiré sin un peso. Ya esto viene de hace años. Nosotras comenzamos con los primeros paros, vergüenza. Ellos los grandes accionistas se iban de vacaciones y nosotras sin un peso para las fiestas, los alquileres”, dijo una exempleada que se sumó a la repercusión que el sábado tuvieron las declaraciones que Salgado hizo en el programa Sin Galera para aclarar su situación.
“El Hospital no tiene nada que ver con la parte privada, por eso no quiero que se mezcle; y por otro lado en la parte privada, que también yo tengo mi actividad, soy médico certificado con especialidad con certificación del título, es la parte profesional, y soy integrante accionista de la clínica en conflicto, la clínica San Martín. Con respeto al porcentaje accionario es mínimo. Lo que pasa es que yo tengo la mala costumbre de hablar o de tratar de hablar con la gente, entonces he llegado a exponerme de una manera como si prácticamente fuera el dueño, y en realidad soy un accionista muy minoritario. El problema de la clínica viene de hace muchísimos, muchísimos años, es muy complejo y la verdad me llevaría mucho tiempo analizarlo”, indicó el cirujano respecto a los motivos que originaron la nota periodística.
El martes por la tarde este medio también solicitó una declaración oficial al Secretario de Salud, Edgar Britos, quien dijo: “Lo designamos nosotros; obvio, lo vamos a respaldar. Está trabajando muy bien en el Hospital. Tiene mi crédito y voto de confianza”.
Todos se expresaron respecto a las funciones, pocos lo hicieron sobre los antecedentes que lo ubican en el marco de al menos tres casos sobre los que Salgado responde con evasivas y confundiendo cuestiones “privadas” con episodios laborales.
Empleados que esperan novedades
Desde la semana pasada los empleados de la Clínica San Martín escuchan propuestas. Debilitados por los meses de retraso en los pagos y los constantes vaivenes, suelen mantener discusiones porque algunos necesitan seguir trabajando bajo cualquier condición y otros necesitan que se les pague lo adeudado y se les entregue por escrito el compromiso.
No está claro el rol que seguirá teniendo el gremio, habida cuenta de la desconfianza que por responsabilidad de los representantes, silencios prudentes o grietas provocadas por los propios dueños del sanatorio tienen en el horizonte de la quiebra una “espada de Damocles”.
Desde “abrir los consultorios y dejar toda laparte de internación” para comenzar a pagar a partir de ahora y ver luego cómo se salda lo anterior a una oferta de trabajo “en blanco por cuatro horas” para una parte de los empleados, varias son las propuestas que forman parte del análisis de quienes han llevado la peor parte.
“Si presentan la quiebra, estamos peor”,dijo una de las empleadas administrativas que está dispuesta a retirarse si se saldan las deudas anteriores.
Salgado había hecho hincapié en el porcentaje de responsabilidades: “Pesan la cantidad de acciones, entonces vos podés opinar algo, pero si el 51 por ciento de los accionistas no quiere… Yo opino que hoy la situación está critica”.
Quien escribió el mensaje solidario fue Patricia García Galván en la sección de mensajes de la web de La Opinión, para llamar a los sampedrinos a la reflexión: “Un 1 % y un 51 % los convierte en la misma clase de personas: Estafadores. Mi granito de arena es no pisar un consultorio que estos ‘profesionales’ estén atendiendo y ojalá también fueran retirados de algunas mutuales, porque ¡ellos no atienden si la cobertura del paciente no cumplió con los pagos! ¡Juramento Hipocrático! ¿Sabrán que juraron alguna vez?”, sentenció.
La pregunta que molestó al Dr. Salgado
Una de las claves que marcó la entrevista dio pie a una búsqueda más intensa de documentación por parte de La Opinión, cuando se le preguntó sobre los perjuicios que el accionar del médico pudiese acarrear a la gestión municipal. El momento más tenso tuvo lugar cuando se le observó que su lenguaje podía ser calificado como “manipulador”.
Esta fue la respuesta: “Mirá, yo creo que de eso yo no voy a hablar, tienen que hablar las personas que estuvieron conmigo, que están conmigo, yo tengo hoy en día una pareja estable, vivo lo más bien y esto es una ciudad muy chica, que si vos estás haciendo una pregunta de esas características… es lamentable. No te consideraba una persona que pudieras, con una pregunta, generar un manto de sospecha sobre alguien. De mi vida privada, yo tendría que pedirte por favor, como sos una periodista reconocida, que para hablar de mi vida privada, si me querés pedir permiso, te lo puedo dar en off, yo hoy al aire no te voy a dar permiso para hablar de mi vida privada. Lo que vos digas sobre mi vida privada lo voy a tomar como un acto de difamación, quiero que quede bien claro, porque acá cualquiera puede hablar mal de cualquiera, yo conozco mucha gente en San Pedro que la ha pasado mal porque hablaron mal de esa persona, y me entenderán si están escuchando, se sentirán un poco identificados. Que tengas cuidado con las palabras que usás, como buena periodista que sos, no crees un manto de sospecha con preguntas que no vienen ni tienen razón de ser. Es lo mismo que si yo le pregunto a alguien ‘¿usted nunca robó?’. Estas hablando en contra de mi vida privada. Te cuento: he sancionado a empleadas de la clínica, o he pedido sanciones para las empleadas que no han cumplido con sus labores, y he recibido denuncias, no me acuerdo cómo era, que no llegaron a ningún punto porque las sanciones estaban bien aplicadas. Por ejemplo, pedí una sanción para alguien que entró durante las vacaciones a usar cosas de la clínica, pedí una sanción para una empleada que quedó filmada cuando le robó el celular a una compañera. Recibí varios telegramas de denuncias, y no voy a dar nombre ni nada.
Llegás a un punto… Vos me dijiste manipulador, pero me parece que encarar este tema así… La verdad que yo quería hablar de la cuestión pública, no privada; pensé que el diálogo este iba a ser un diálogo no tan lleno de preguntas que llevan a un terreno de sospechas de difamación”, expuso sin que hasta ese momento se le requiriesen detalles privados.
Luego agregó: “Teníamos tantas cosas buenas que están pasando en el hospital, los empleados lo saben, los jefes de los servicios, los médicos, teníamos tantas cosas lindas para decir, para hacer, proyectos horizontes, un horizonte de buena salud, que lo que estás diciendo me sacó de contexto, realmente mal”.
La semana pasada hubo paro en el Hospital porque los médicos de Cicop decidieron, por primera vez en el año, plegarse a una medida de fuerza del gremio provincial, que reclama incrementos salariales. La falta de cumplimientos de algunos acuerdos locales los llevó a tomar la decisión, que repetirán este viernes.
Antes de que Salgado condujera el nosocomio, siempre durante la era Salazar, ni siquiera hubo asambleas para plantearse la posibilidad de no trabajar, a pesar de que con Herbas tampoco tenían la mejor de las relaciones.