Despidieron a Lucas Carrazán, el empleado acusado del robo de carne para milanesas en el Hospital
La Opinión reveló que además de las enfermeras acusadas de robar comida de la cocina, en el Hospital detectaron otra situación de robo, que derivó en la decisión del gobierno de despedir al empleado del área de Compras involucrado en el caso. Desde el nosocomio aseguraron que seguía yendo a trabajar. La situación tenía explicación: lo notificaron este martes, alrededor de las 14.00.
“Lucas Carrazán está trabajando. Viene todos los días. ¿No era que lo habían despedido?”, se preguntaron varios empleados del Hospital que vieron al joven, acusado de pedir 40 cortes para milanesas que terminaron en su casa, desempeñando tareas en la zona del archivo del nosocomio.
En efecto, el empleado de planta temporaria del Estado local, que ingresó a trabajar gracias a un decreto de ayuda social con contraprestación de tareas, siguió yendo a cumplir su horario de trabajo porque no había sido notificado de la decisión que tomó el gobierno respecto de su cesantía.
Hasta este martes, alrededor de las 14.00, cuando llegó a la Dirección de Personal, en el Palacio municipal, y firmó la notificación de su despido, motivado por un informe negativo respecto de su desempeño en su puesto de trabajo.
“Estaba yendo porque no estaba notificado. El decreto estaba hecho pero sin todas las firmas. Hoy se lo notificó pasado el mediodía en el Palacio”, informaron desde el gobierno municipal, ante la consulta de La Opinión sobre la presencia de Carrazán en el Hospital.
“Los que no hagan las cosas de manera honesta se tienen que ir. Todos le debemos respeto a la sociedad”, aseguraron. “Lo notificamos, alrededor de las 14.00”, confirmaron desde la Secretaría de Legal y Técnica, donde se confeccionan los decretos.
“Acá nadie tiene privilegio. Si no cumple, se tienen que ir”, aseguró el secretario de Coordinación del gabinete, Ramón Salazar, quien explicó que sobre Carrazán había un expediente en trámite desde antes de que surgiera la sospecha por el tema de las milanesas.
El joven tenía un informe negativo por parte de sus jefes de área, por mal desempeño e incumplimiento de tareas, lo que precipitó la decisión de despedirlo, sobre todo luego de que surgieran el caso de las milanesas y el de una caja de herramientas cuyas facturas estaban pero no los elementos adquiridos.
El expediente elaborado en el área de Legales del Hospital pasó por la Dirección de Asesoría Letrada de la Secretaría de Legal y Técnica que conduce Ramón Salazar, donde decidieron que, ante su condición de empleado temporario, no corresponde sumario sino despido directo, ya que no goza de estabilidad laboral.
La acusación que pesa sobre él es la de haber llamado a una carnicería, en nombre del área de Compras del Hospital, en la que trabajaba, para solicitar 40 cortes de milanesas que luego un servicio de delivery envió a su domicilio. La mensajería dio los datos que permitieron a las autoridades sanitarias señalar a Carrazán como responsable de la situación.