Derecho y deber de trabajar
La vapuleada Constitución reformada en 1994 introdujo y le dio jerarquía constitucional a los Derechos Humanos previstos en infinidad de normas y tratados internacionales. Dentro del listado taxativo que tiene el Artículo 75 Inciso 22 se vigoriza su vigencia y el darle mayor “Status” jurídico logra alcanzar lo que es una verdadera ètica social. Entre los Derechos Humanos esenciales se encuentran los llamados “sociales” previstos ya en la Constitución de México de 1917 y la de Alemania en 1919, el derecho de trabajar integra uno de ellos y como todos debemos saber el concepto básico es que NO ES UNA MERCANCÍA concepto previsto ya en FILADELFIA (E.E.U.U.) en el año 1944 cuando se consignaron los fines de la O.I.T.(Organización Internacional del Trabajo), entidad anterior a la instalación de las Naciones Unidas. El derecho al trabajo le impone al Estado el deber de activar, estimular, crear fuentes de trabajo, prevenir la desocupación, implantar un seguro de desempleo, etc.etc. En definitiva debe amparar, proteger a su población de desgracias ó males que, en épocas de crudo liberalismo, se han vuelto endémicos. Pero el Trabajo también tiene otra faceta ó es la otra cara de la misma moneda: el DEBER de trabajar es la obligación de toda persona para que, dentro de sus capacidades y posibilidades, obtenga los recursos para su subsistencia y la de su familia. Así lo dice la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre de 1948, lo que denota que el trabajo tiene una función familiar pero también tiene un correlato social, es un BIEN SOCIAL, posee una FUNCION SOCIAL porque de tal manera se contribuye a la formación del sistema de provisión de la comunidad. Este derecho-deber está otra vez en la picota: si el trabajo de los asalariados es más ó menos importante que el de los productores ó comerciantes por ejemplo…A no confundirse: todo trabajo es esencial y un bien humano por ello justifica el mandato bíblico de ganarse el pan con el sudor de la frente. Muchas veces pocos parásitos han explotado a miles de personas en su beneficio, es un fenómeno que viola la dignidad del hombre, de la mujer y de los niños y niñas. Esperemos que tal vicio ó enfermedad social vaya desapareciendo… Por Elvio Macchia