Denunciaron a un grupo de menores que se reune en Libertad y Rivadavia
Lo ocurrido en la mañana de ayer, en un barrio del radio urbano de la ciudad refleja cual es la verdadera radiografía social de la ciudad. Menores y mayores se trataron con violencia. Intervino la Uceff pero no se hizo cargo de la prevención.
Un mensaje recibido en La Radio reveló la cruda realidad por la que atraviesa la ciudad. No fue en el barrio San Miguel, Hermano Indio ni el 2 de Abril, por citar como ejemplos algunos de los sectores más violentos y marginales de la ciudad. Ocurre a muy pocas cuadras del centro, en cercanías de Libertad y Rivadavia, donde los vecinos hartos del miedo y temor con el que están conviviendo decidieron hacer pública la situación que padecen.
Allí se vieron las dos caras de la sociedad, única responsable de la realidad por la que se atraviesa. Los vecinos pidiendo justicia para que un grupo de menores que van desde los 10 hasta los 16 años, dejen en paz al barrio; y a su vez, los chicos con cara de niños pidiendo micrófono para contar y defenderse de los grandes, reclamando con lágrimas en los ojos su inocencia.
Se escucharon relatos y opiniones imposibles de transcribir. Ya no sorprenden, pero marcan como viven algunos sectores, qué quieren y qué ofrecen como modo de vida. En su rostro y en su relato, se desdibujaba la desilusión y bronca contenida, ante cada acusación o pregunta del periodista; amparándose en argumentos poco firmes… “Nosotros vamos a la escuela”, “Estamos solos todo el día porque nuestros papás trabajan”, “A vos qué te importa, qué te metés”, “Yo soy menor y vos no me podés nombrar”.
Enfrente los vecinos. Los mismos que hasta no hace mucho los veían pasar… pero en triciclo y con el chupete en la boca, los condenan con rapidez, los acusan de ladrones y drogadictos, que llevan a menores de otros barrios y que acabaron con la tranquilidad del lugar.
El desencadenante de todo esto fue un principio de incendio provocado en la puerta de la casa del Jefe de Personal de la Municipalidad, Juan Kasta. Pero según confiaron, esto sucede a diario. Los menores merodean el barrio a toda hora y hasta los hicieron responsables de algunos episodios sucedidos en el centro de la ciudad. Hace pocos días otra vecina vió como incendiaban su ventana, recibiendo amenazas constantes para que no haga denuncias.
La ausencia de políticas de prevención hizo difícil la comunicación con la Uceff cuando un vecino tomó del cuello a uno de los menores y lo agredió. Varios minutos después, llegaron al lugar agentes de esa entidad para comenzar a “estudiar el caso”.
Anoche los vecinos pedían protección y ante la consulta en el organismo encargado de intervenir, la Lic. Pheulpin dijo que tenía que “consultar porque ellos no pueden hacer vigilancia”. Al ser consultada sobre la protección a los menores, para que durante las próximas horas no haya represalias, sostuvo: “ahora cuando veamos el caso, articularemos con otros organismos”. Con mayor practicidad el Secretario de Gobierno, prometió un patrullaje preventivo en prevención y custodia de mayores y menores en el barrio.